Varios países europeos se interesan en sistemas de defensa contra misiles balísticos de corto alcance fabricados por Rafael

Según fuentes israelíes, se están llevando a cabo negociaciones a distintos niveles con Bélgica, Bulgaria, Hungría, Polonia y Rumanía para la adquisición del sistema antiaéreo Rafael Spyder, diseñado para interceptar misiles balísticos de corto alcance, según informan fuentes de Breaking Defense.

El interés en el sistema de fabricación israelí viene dado por el uso de misiles balísticos por parte de Rusia en Ucrania, así como por los informes de que Moscú está buscando importar más armas de Irán. Según fuentes israelíes, actualmente se están llevando a cabo negociaciones a diferentes niveles con Bélgica, Bulgaria, Hungría, Polonia y Rumanía.

«Algunos de estos países enviarán pronto expertos a Israel para ver los sistemas con sus capacidades mejoradas», dijo una de las fuentes. Sin embargo, no se ha llegado a ningún acuerdo y esos países aún podrían cambiar de planes.

Aunque esas cinco naciones no lleguen a ningún acuerdo, el interés por los sistemas de defensa antiaérea de fabricación israelí parece estar creciendo gracias al uso continuado por parte de Moscú de drones y misiles balísticos contra objetivos militares y civiles en el conflicto de Ucrania. Una fuente dijo a Breaking Defense que el interés en los sistemas de defensa aérea de corto y medio alcance de Israel están ahora «en su punto más alto.»

El sistema Spyder se ha exportado anteriormente a Filipinas, Vietnam, India, Singapur, República Checa, Georgia y, según informes no confirmados, a algunos estados del Golfo. El hecho de que dos países europeos ya hayan adquirido estos sistemas puede animar a otros a subirse al carro, ya que existe una mayor demanda de interoperabilidad entre los sistemas de defensa aérea del continente.

El sistema Spyder ha sido objeto de mejoras en los últimos años con el fin de hacerlo más adecuado para misiles balísticos tácticos. Según un comunicado de la compañía, las actualizaciones «implicaron la investigación y el análisis de las lecciones aprendidas de los conflictos armados recientes y en curso que implican el uso extensivo de misiles balísticos tácticos.»

Si las naciones europeas están interesadas en una alternativa, el sistema Barak LRAD de las Industrias Aeroespaciales de Israel (IAI) tiene capacidades similares al Spyder, con 360º de cobertura y centrado en amenazas balísticas de corto alcance. Alemania está a punto de llegar a un acuerdo para adquirir el sistema Arrow 3 como parte de sus proyecto de crear una red paneuropea de defensa antiaérea.

Sin embargo, un país que no parece tener posibilidades de obtener los sistemas israelíes es el que más los necesitaría: Ucrania. A pesar de las reiteradas peticiones de Kiev, Israel se ha negado a compartir sus sistemas de defensa aérea con Ucrania, ya que Jerusalén intenta equilibrar la relación con Rusia. Mantenerse militarmente neutral en ese conflicto parece ser la forma de mantener el visto bueno tácito de Moscú a los ataques israelíes contra objetivos iraníes dentro de Siria, sobre todo contra los envíos de misiles iraníes empleados por Hezbolá en Líbano.

Aunque parecía que la opinión pública apoyaba el estrechamiento de lazos con Ucrania cuando Rusia empezó a emplear armas de fabricación iraní contra las ciudades ucranianas, el recién instalado ministro de Asuntos Exteriores israelí, Eli Cohen, dio prioridad a una pronta llamada a su homólogo ruso al tomar posesión de su cargo, e indicó que Israel dejaría de apoyar verbalmente a Ucrania, lo que hizo saltar las alarmas entre los partidarios de Ucrania, y sirvió como una señal más de que Kiev no debería esperar acceder a la tecnología armamentística de fabricación israelí, incluso cuando las empresas israelíes intentan sacar provecho de sus vecinos.

Fte. Breaking Defense