Ucrania, enfrentada a las tropas rusas en dos frentes, ha hecho públicos sus planes de comprar aviones de combate que no sean de fabricación rusa. El vulnerable socio de la OTAN planea independizarse de Vladimir Putin en un ámbito crucial.
A diferencia de Polonia, que ha estado operando una flota «mixta» de aviones de fabricación estadounidense y rusa, Ucrania está evaluando la sustitución total de todos sus MiG-29 y Su-27 de la era soviética. Esto la convertiría en un socio más eficaz de la OTAN, pero los analistas de defensa advierten que hay cuestiones críticas a corto plazo que deberían ser una prioridad para los responsables políticos de Washington.
La compra de aviones estadounidenses mejoraría la interoperabilidad de Ucrania con la OTAN, algo de vital importancia para una nación que tiene la frontera más larga con Rusia. Pero, según dicen los militares occidentales retirados, que actualmente asesoran a las Fuerzas Armadas ucranianas, los responsables políticos de DC tendrán que comprometerse a un nivel de apoyo sin precedentes para este asediado ex estado vasallo de Moscú.
«El primer paso es que Estados Unidos transfiera un gran tramo de hardware a Ucrania lo antes posible», dijo un ex oficial de Reino Unido. Luego, «hay una decisión aún más desagradable desde el punto de vista político, la de colocar un contingente de personal militar estadounidense en Ucrania, que lleve a cabo un programa de entrenamiento de años de duración, acerca de cómo usar este nuevo hardware: las proverbiales «botas sobre el terreno». ¿Podría esto provocar a Moscú? Sí. Pero con este país rodeado de legiones de tropas y equipos pesados y el Kremlin actuando como si se estuviera preparando para una invasión, ¿cuánto peor podría ser la reacción de los rusos?»
Armar a Ucrania con las últimas versiones de aviones de combate estadounidenses llevaría mucho tiempo. Un reciente artículo de opinión de un veterano analista estadounidense sobre Ejército ruso, Stephen Blank, propone el envío inmediato a Ucrania de F-15C/D, E-2C-2000 Hawkeye AWACS y aviones cisterna KC-135R, qde los que existe un exceso almacenado en Estados Unidos. Los F-15 más antiguos podrían actualizarse (como se está haciendo en el caso de Japón) y posteriormente complementarse con modelos F-15EX de nueva construcción.
Ucrania carece de los recursos financieros necesarios no sólo para adquirir estos aviones. También necesita equipos de apoyo, municiones inteligentes y misiles de crucero como el JASSM. El armamento tendría que ser suministrado directamente de la línea de producción o de los stocks existentes para poder ser entregado en un plazo efectivo. Un paquete de material de este tipo suministrado gratuitamente a Ucrania también podría ser difícil de explicar.
Un dilema paralelo es el esfuerzo de Estados Unidos por impedir la venta de la empresa ucraniana de motores de aviación Motor Sich en Zaparozhiye a una empresa china, Beijing Skyrizon. Los servicios de inteligencia de EE.UU. estiman que, si el sector de la defensa de China adquiere esta tecnología de importancia estratégica, aumentaría significativamente su capacidad de construir aviones de combate más capaces. China sigue dependiendo de los motores importados de Rusia. Hasta la fecha, la RPC no ha conseguido diseñar plantas de potencia fiables por sí misma.
Desde la industria estadounidense informan a Breaking Defense que Washington les presiona para que compren Motor Sich y la retiren del mercado. Pero, dijo un ejecutivo, «los mismos burócratas desconocen el laberinto de regulaciones de control de exportaciones que debe cumplir la industria estadounidense, regulaciones que impiden que una empresa estadounidense adquiera y trabaje con una empresa ucraniana.»
La conexión francesa
La solución para Ucrania a este complicado problema político puede estar en el sector aeroespacial francés, ya que este país se está moviendo más rápido que Washington y, al parecer, está dispuestos a proponer a Ucrania un tramo de cazas Dassault Rafale. Los medios de comunicación franceses han dicho que esta venta estará en un punto prioritario de la agenda cuando el presidente Macron haga una visita de Estado a Kiev a finales de este año. «El presidente francés cree en las posibilidades del Rafale de triunfar en este antiguo bastión de la industria rusa», informó el sitio de noticias francés Aerotime Hub. «París tiene una ventaja: su sistema comercial capaz de soportar un contrato de este tipo ya está en marcha». El Rafale estaría «garantizado en un 85 por ciento por Francia, y el Ministerio de Economía y Finanzas francés habría destinado ya un presupuesto de 1.500 millones de euros para ello».
A pesar de que las Fuerzas Aéreas ucranianas prefieren el F-15EX estadounidense, la compra del Rafale podría ser un éxito y resolver un problema molesto para el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. Hay rumores de que Ucrania sería recompensada por la compra del Rafale con la promesa de que el grupo aeroespacial y de defensa francés SAFRAN adquiriría Motor Sich. Esto mantendría la empresa en funcionamiento y su personal empleado, evitando un gran dolor de cabeza por el desempleo y también complacería a Washington al mantener la empresa fuera de las manos chinas.
La necesidad de Ucrania de contar con nuevo armamento ha quedado patente con los recientes movimientos de tropas rusas en la región ucraniana de Donbás y en Crimea, ambas invadidas y ocupadas ilegalmente por Moscú hace más de siete años. El Kremlin los califica de ejercicios, pero hay informes de que estas unidades rusas se entrenan ahora con grupos de fuerzas separatistas prorrusas.
«A medida que Putin se prepara para las elecciones parlamentarias del 19 de septiembre, la amenaza de invadir Ucrania adquiere mayor importancia», según un antiguo miembro del Cuartel General de la OTAN. «Esto es atacar el eslabón más débil de la OTAN: naciones (como Ucrania) donde todavía hay muchos funcionarios con vínculos con Rusia».
Un analista de defensa polaco afirma que el hecho de que Estados Unidos no adopte una postura firme frente a estas maniobras rusas no sólo socava potencialmente la credibilidad de la Alianza: «También perturbaría los esfuerzos de Washington por vender hardware de fabricación estadounidense a estas naciones. Si Ucrania y otros países pueden operar y dar apoyo a los aviones estadounidenses, será mucho más fácil que una fuerza de la OTAN se despliegue en estas zonas de avanzada. Tener esa infraestructura aquí en Polonia y en otros lugares de la región tiene un efecto disuasorio por sí mismo». Esto no se le escapa a Moscú.
Otra nación que ha firmado para adquirir aviones estadounidenses, Bulgaria, acaba de desarticular una red de espionaje rusa encargada de recopilar datos técnicos para la inteligencia rusa y ha echado a algunos diplomáticos de Moscú, un total de cinco desde octubre de 2019.
Según fuentes de Bulgaria, los datos incluían información sobre el F-16V Block 70, el modelo de última generación del caza F-16, y su radar AN/APG-83 AESA previamente seleccionado para su adquisición por la Fuerza Aérea búlgara.
«Si Ucrania puede ser desestabilizada por una acción militar antes de que se vuelva a armar, o si se pone en duda la fiabilidad de Bulgaria, Putin puede causar problemas inconmensurables a la Administración Biden», dijo el ex funcionario de la OTAN.
Fte. Breaking Defense