Inevitablemente habrá otros desafíos mundiales que los países enfrentarán juntos con el tiempo. Sin embargo, la OTAN a los setenta años de su nacimineto no es el instrumento para abordarlos.
La pandemia del Coronavirus, que está haciendo estragos en el mundo, pone de manifiesto una prolongada crisis de salud pública, junto con la sombría perspectiva de una crisis económica a largo plazo que puede destruir el tejido social de todas las naciones.
Los líderes mundiales deben reevaluar el gasto de recursos en función de las amenazas reales y actuales a la seguridad nacional, para reconsiderar cómo pueden abordarse. Debe cuestionarse el compromiso continuo con la OTAN, cuyas ambiciones globales son impulsadas y financiadas en gran medida por Estados Unidos.
En 1949, el primer Secretario General de la OTAN, describió la misión de la OTAN como «to keep Russia out, the Americans in, and the Germans down». Setenta años después, el panorama de la seguridad ha cambiado totalmente. La Unión Soviética y el Pacto de Varsovia ya no existen. El Muro de Berlín ha caído, y Alemania no tiene ambiciones territoriales sobre sus vecinos. Sin embargo, América sigue en Europa con una alianza de la OTAN de veintinueve países.
En 1993, uno de los coautores, David Speedie, entrevistó a Mikhail Gorbachev y le preguntó sobre las garantías que afirmaba haber recibido sobre la no expansión de la OTAN hacia el este. Su respuesta fue contundente: «Sr. Speedie, estamos jodidos». Fue muy claro en su juicio acerca de que, la confianza que la Unión Soviética había depositado en Occidente, con la reunificación de Alemania y la disolución del Pacto de Varsovia, no era recíproca.
Esto plantea una cuestión fundamental: si la OTAN hoy en día mejora la seguridad mundial o de hecho la disminuye.
Creemos que hay diez razones principales por las que la OTAN ya no es necesaria:
Una: La OTAN fue creada en 1949 por las tres razones principales mencionadas anteriormente. Estas razones ya no son válidas. El panorama de seguridad en Europa es totalmente diferente hoy que hace setenta años. El presidente ruso Vladimir Putin propuso un nuevo acuerdo de seguridad continental «desde Dublín hasta Vladivostok», que fue rechazado de plano por Occidente. Si se hubiera aceptado, entonces habría incluido a Rusia en una arquitectura de seguridad cooperativa que habría sido más segura para la comunidad mundial.
Dos: Algunos sostienen que la amenaza de la Rusia actual es la razón por la que Estados Unidos debe permanecer en Europa. Pero consideren esto: La economía de la UE era de 18,8 billones de dólares antes del Brexit, y es de 16,6 billones de dólares después. En comparación, la economía de Rusia es sólo 1,6 billones de dólares hoy en día. Con una economía de la UE más de diez veces la economía de Rusia, ¿creemos que Europa no puede permitirse su propia defensa contra Rusia? Es importante señalar que el Reino Unido seguramente permanecerá en una alianza de defensa europea y muy probablemente seguirá contribuyendo a esa defensa.
Tres: La Guerra Fría fue un riesgo global extremo, con dos superpotencias adversarias, cada una armada con más de 30.000 ojivas nucleares. El entorno actual presenta un peligro aún mayor, el de la extrema inestabilidad que surge de la adquisición de armas de destrucción masiva por parte de actores no estatales, como grupos terroristas. Rusia y los principales de la OTAN son los únicos capaces de hacer frente a estas amenazas, si actúan de manera concertada.
Cuatro: La única vez que un miembro de la OTAN ha invocado el Artículo 5 (la cláusula de «el ataque a uno es el ataque a todos») fue Estados Unidos después del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001. El verdadero enemigo no era otra nación sino la amenaza común del terrorismo. Rusia ha promovido sistemáticamente este motivo de cooperación, de hecho Rusia proporcionó una inteligencia logística y un apoyo de base inestimables para el conflicto afgano posterior al 11 de septiembre. El Coronavirus ha puesto de relieve otra grave preocupación: la de los terroristas que poseen y utilizan armas biológicas. Esto no puede subestimarse en el clima en el que vivimos ahora.
Cinco: Cuando Rusia tiene un enemigo potencial en su frontera, como en los ejercicios militares de la OTAN en 2020, Rusia se ve más obligada a virar hacia la autocracia y el debilitamiento de la democracia. Cuando los ciudadanos se sienten amenazados, quieren un liderazgo que sea fuerte y que les ofrezca protección.
Seis: Las acciones militares de la OTAN en Serbia bajo la presidencia de Clinton y en Libia bajo la presidencia de Barack Obama, junto con casi veinte años de guerra en Afganistán, la más larga de nuestra historia, fueron sustancialmente impulsadas por Estados Unidos. No hay aquí un «factor Rusia», pero estos conflictos se utilizan para argumentar una razón de ser principalmente para enfrentar a Rusia.
Siete: Junto con el cambio climático, la mayor amenaza existencial es la de un holocausto nuclear, esta espada de Damocles aún pende sobre todos nosotros. Con la OTAN teniendo bases en veintinueve países, muchos a lo largo de las fronteras de Rusia, algunos al alcance de la artillería de San Petersburgo, corremos el riesgo de una guerra nuclear que podría destruir a la humanidad. El riesgo de una accidental o «falsa alarma» fue documentado en varias ocasiones durante la Guerra Fría y es aún más espantoso ahora, dada la velocidad Mach 5 de los misiles actuales.
Ocho: Mientras Estados Unidos continúe gastando cerca del 70 por ciento de su presupuesto en el Ejército, siempre habrá necesidad de enemigos, ya sean reales o supuestos. Los americanos tienen derecho a preguntarse por qué es necesario un «gasto» tan exorbitante y a quién beneficia realmente. Los gastos de la OTAN se hacen a expensas de otras prioridades nacionales. Estamos descubriendo esto en medio del coronavirus cuando los sistemas de salud en el Oeste están deplorablemente subfinanciados y desorganizados. Disminuir el costo y el gasto innecesario de la OTAN dará lugar a otras prioridades nacionales de mayor beneficio para el público americano.
Nueve: Hemos usado la OTAN para actuar unilateralmente, sin aprobación legal del congreso o internacional. El conflicto de América con Rusia es esencialmente político, no militar, que exige una diplomacia creativa. La verdad es que América necesita una diplomacia más robusta en las relaciones internacionales, no el contundente instrumento militar de la OTAN.
Diez: Por último, los exóticos juegos de guerra en el vecindario de Rusia, junto con la ruptura de los tratados de control de armas, proporcionan una creciente amenaza que puede destruir a todos, sobre todo cuando la atención internacional se centra en un «enemigo» más escurridizo. El coronavirus se ha sumado a la lista de amenazas mundiales que exigen la cooperación y no la confrontación con mayor urgencia que antes.
Conclusión
Inevitablemente habrá otros desafíos mundiales que los países enfrentarán juntos con el tiempo. Sin embargo, la OTAN a los setenta años no es el instrumento para abordarlos. Es hora de pasar de esta etapa de confrontación y elaborar un enfoque de seguridad mundial, que aborde las amenazas de hoy y de mañana.
Fte. The National Interest (Sharon Tennison, David Speedie & Krishen Mehta)
Sharon Tennison es la Presidenta del Center for Citizen Initiatives.
David Speedie es el fundador y ex director del programa sobre la participación global de Estados Unidos en el Consejo Carnegie para la Ética en los Asuntos Internacionales.
Krishen Mehta es Senior Global Justice fellow en la Universidad de Yale.
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