Los enjambres de drones y la guerra urbana

El programa de DARPA OFFensive Swarm-Enabled Tactics (OFFSET) prevé que las futuras pequeñas unidades de infantería empleen pequeños sistemas de aeronaves no tripuladas y / o pequeños sistemas terrestres también sin tripular, en enjambres de 250 robots o más, para llevar a cabo diversas misiones en entornos urbanos complejos.

Gracias al aprovechamiento y combinación de tecnologías emergentes en la autonomía de enjambres, el programa pretende el desarrollo rápido y puesta en servicio de capacidades innovadoras basadas en ellos. (DARPA).

El hecho es que, por primera vez desde la Guerra de Corea, las Fuerzas de EE. UU. tendrán que preocuparse por las bombas enemigas lanzadas desde el cielo.

Pero esta amenaza no será consecuencia del empleo de costosísimos aviones de próxima generación que lancen bombas de precisión en el campo de batalla, sino de drones comerciales y baratos, cargados con explosivos de baja tecnología en el curso de combates urbanos. Para recuperar la iniciativa, el Ejército debe desplegar las tecnologías de drones actuales para capacitar a los soldados para abordar algunos de los desafíos fundamentales de la guerra urbana.

La gama de desafíos en entornos urbanos es amplia. Incluye saqueos, disturbios civiles, insurgencias y otros niveles de conflicto, durante los que fuerzas militares llevarían a cabo operaciones de estabilidad, como contraterrorismo, contrainsurgencia y mantenimiento de la paz, operaciones que el US Army ya llevo a cabo en Iraq de 2005 a 2010.

En el otro extremo del espectro encontramos a la guerra urbana de gran intensidad, en la que las fuerzas enemigas controlan la mayor parte del ambiente y es necesario combatir para recuperar una ciudad. Se trata de batallas similares a las devastadoras como las de Stalingrado, Manila, Hue y Fallujah y, más cercanas de Alepo, Raqqa y Mosul en Siria e Irak.

En este tipo de combate, la defensa tiene la ventaja. El defensor puede esconderse y escudarse en la protección que proporcionan edificios y población civil.

Gracias a la capacidad para ocultarse, los defensores pueden negarnos muchas de las capacidades que disfrutamos en otros entornos, como el uso de medios aéreos para identificar y localizar al enemigo, para atacarlos con artillería y aviación. Los defensores también pueden hacer de cada edificio, cada tejado y cada habitación, para combatir a los atacantes a la distancia que deseen, generalmente corta, lo que nos priva de la capacidad de atacarlos a gran distancia.

La infraestructura física de los entornos urbanos crea obstáculos que canalizan las fuerzas de ataque en pasillos estrechos; produce espacios muertos (áreas donde las fuerzas atacantes no pueden ver ni combatir) alrededor de los edificios; y requiere que el atacante esté preparado para enfrentar las amenazas no solo en su frente, sino en todas las direcciones.

Todas estas características aumentan el riesgo de que el atacante sea visto y atacado a su vez. Para mitigar estos riesgos, se requiere a menudo limpiar edificio por edificio, lo que supone recurrir al uso de altos explosivos.

La capacidad del defensor para esconderse en los edificios y entre la población dificulta la identificación de objetivos militares legítimos. Muchas batallas urbanas en el pasado han visto como defensores más débiles se aprovechaban de las restricciones de las leyes humanitarias internacionales, operando desde lugares protegidos como hospitales e iglesias, como el ISIS, que usó escudos humanos durante las batallas en Raqqa y Mosul para evitar el uso de ataques aéreos y de artillería contra sus posiciones.

En Mosul, el ISIS desplegó drones comerciales actuando como bombarderos kamikaze, señuelos y «ojos en el cielo» aéreos, aumentando su capacidad para encontrar, atacar y atacar a las fuerzas de seguridad iraquíes.

Pero, el uso militar de drones no es nuevo. Los científicos experimentaron con vehículos aéreos no tripulados armados en la Primera Guerra Mundial. Pero el ISIS tomó por sorpresa al Ejército iraquí y estadounidense con su uso de drones comerciales.

Muchos ahora creen que el siguiente paso en la evolución del campo de batalla de los drones será el uso de enjambres. Un enjambre es un gran grupo de drones que vuelan y operan como una sola unidad. Los grupos de drones que trabajan en conjunto, ya se han usado civilmente, como la bandera que voló detrás de Lady GaGa durante el Super Bowl.

A diferencia de los drones extremadamente caros que actualmente se encuentran en la mayoría de las unidades terrestres militares de EE. UU., como el AeroVironment RQ-11 Raven, los enjambres pueden formarse con dispositivos baratos. Un enjambre también puede perder muchos de sus drones individuales con poco impacto en su capacidad para cumplir la misión.

Hay tres formas inmediatas en las que los enjambres podrían ayudar para identificar y atacar al objetivo.

En primer lugar, los enjambres de drones podrían identificar al enemigo y a los civiles en el entorno urbano. Cada edificio se convierte en un problema para los atacantes en la guerra urbana de alta intensidad. Los tejados, las ventanas de los niveles superiores y las puertas de cada edificio pueden convertirse en posiciones de combate. Un enjambre de aviones no tripulados podría converger en el edificio que va a ser atacado e informar (incluyendo videos en tiempo real) de las personas situadas en la parte superior, en o alrededor del edificio. La capacidad del enjambre para volar alrededor de un edificio y ver en cada ventana o puerta y en la azotea podría reducir significativamente la necesidad de disparar contra el edificio para cubrir a las fuerzas que ataquen, identificar exactamente adónde disparar o no disparar, e incluso evitar que un tirador enemigo comprometa a las fuerzas atacantes. Un enjambre de drones volando encima o dentro, como mínimo, interrumpirá sus planes.

En segundo lugar, los enjambres de drones podrían ocultar al atacante, para los que el mayor riesgo es ser vistos y disparados. Un enjambre de drones podría estar equipado con dispositivos productores de humo y crear una nube que evite que el defensor vea a los que le atacan hasta que estén en el edificio.

En tercer lugar, los enjambres de drones podrían proporcionar cierta protección. Si se puede ver al que ataca, se le puede disparar. Una pared formada por un enjambre de drones que vuele directamente en frente o en torno a un grupo de soldados atacantes podría proporcionar cierta protección contra el fuego directo. La efectividad del muro de drones dependerá de muchas variables, pero una formación auto-reparable de drones podría proporcionar un pequeño intervalo de tiempo para que los soldados transiten por la zona cubierta por el fuego del defensor.

El ejemplo moderno más relevante de la dificultad de la guerra urbana para un atacante fue el de los francotiradores de Mosul disparando desde lo alto de un edificio. Incluso un equipo de francotiradores no entrenados en una posición protegida y elevada puede ver y disparar con eficacia al que ataca con facilidad. Las opciones que se le presentan al atacante de devolver el fuego son escasas y están limitadas al fuego de mortero, artillería o aéreo. Hay poca o ninguna capacidad de saber qué o quién está dentro del edificio. Las tres opciones de enjambre discutidas anteriormente podrían abordar este dilema.

Quedan muchas preguntas sin contestar sobre el uso de drones, especialmente con respecto a los sistemas armados autónomos. El reciente video corto de ficción «slaughterbots» resaltó muchos de los temores de las organizaciones sobre los peligros del continuo desarrollo de enjambres de drones, pero incluso los usos no letales de enjambres con humanos en el control, podrían cambiar las tácticas utilizadas en la guerra urbana.

La dificultad de los requisitos técnicos de estas tácticas de enjambre tampoco debe subestimarse. El tiempo de sobrevuelo, las variables de codificación, la arquitectura de la red, la seguridad y otros problemas tienen aún que ser abordadas. La clave es el esfuerzo intelectual de entender cómo utilizar drones baratos y quizá desechables para complementar las tácticas actuales de guerra urbana.

La guerra siempre ha sido una batalla de asimetría. Los enjambres de aviones no tripulados podrían usarse para abordar los desafíos fundamentales y alterar las tácticas básicas para atacar a las fuerzas en el combate urbano.

Fte.: C4ISRNET