Las fuerzas terrestres de Reino Unido están » totalmente superadas » por las rusas

En el informe del Royal United Services Institute (RUSI) «El futuro de los fuegos: Maximizar la potencia de fuego táctica y operativa del Reino Unido» detalla la «escasez crítica» de artillería, junto con una falta de capacidad de transporte que dejaría a las fuerzas terrestres de Reino Unido sin competitividad.

El Dr. Jack Watling, investigador de RUSI, destaca la necesidad de que las fuerzas de la OTAN inviertan en fuerzas terrestres para reducir los riesgos que plantea un posible conflicto con Rusia.

El documento dice: «Las fuerzas terrestres del Reino Unido están ampliamente superadas en número y alcance, lo que deja a la artillería enemiga la libertad de llevar a cabo misiones de fuego con impunidad. Esto llevará, en última instancia, a inmovilizar y neutralizar las armas y elementos de maniobra británicos y, por lo tanto, llevar a la derrota a las unidades británicas».

En respuesta al informe, un portavoz del Ministerio de Defensa dijo a Army Technology: «Reino Unido no está solo, sino junto a sus Aliados de la OTAN, que trabajan en estrecha colaboración por aire, mar, tierra, energía nuclear y cibernética para disuadir las amenazas y responder a las crisis. «Con el mayor gasto de defensa de la OTAN en Europa, las Fuerzas Armadas del Reino Unido están bien equipadas para asumir un papel de liderazgo en la lucha contra las amenazas y para garantizar la seguridad de la población británica en el país y en el extranjero».

Aunque en un conflicto con Rusia, el Reino Unido nunca estaría solo, el informe destaca una brecha de capacidad, que Reino Unido tendrá que llenar para asegurar la capacidad de sus Fuerzas Terrestres.

Comparando las fuerzas armadas de Rusia y Reino Unido, el informe explica que «una sola brigada de infantería motorizada rusa dispone de fuego orgánico, compuesto por 81 piezas de artillería, que van desde obuses autopropulsados de 152 mm y 203 mm hasta sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple de 300 mm (MLRS)».

En comparación, Reino Unido sólo tiene dos regimientos de «24 obuses autopropulsados AS90 de 155/39. La 16ª Brigada de Asalto Aéreo y la 3ª Commando Brigade disponen únicamente de dos baterías de seis obuses L118 Light Gun de 105 mm de diámetro».

El informe añade que las capacidades artilleras del Reino Unido también se verían limitadas por las tecnologías que interfieren el GPS en un escenario de conflicto moderno. El actual MLRS del Reino Unido dispara un cohete guiado por GPS que, según explica RUSI, no sería capaz de atacar objetivos en movimiento si se interfiriera la señal. Su alcance en comparación con los sistemas equivalentes rusos también sitúa a los cohetes británicos en una posición de desventaja, con un alcance casi 40 km menor.

«Las fuerzas han tendido a subestimar significativamente la magnitud de la potencia de fuego necesaria para poder maniobrar en tierra sin víctimas prohibitivas, cuando se combate en terrenos complejos», dice el informe, lo que explica deficiencias más amplias en toda la Alianza, que podrían dificultar su capacidad de combate.

RUSI señala que, en anteriores intervenciones de la OTAN, como las de Libia e Irak, la escasez de municiones afectó a la Alianza. RUSI dice: «A pesar de que los países de la OTAN se estaban quedando sin PGMs (proyectiles de precisión), debido al gran número de ataques aéreos realizados, los iraquíes seguían disparando gran cantidad de fuegos terrestres para retomar las zonas urbanas.

¿Es hora de un hacer cambios en la artillería?

El documento hace una serie de recomendaciones para mejorar la capacidad de fuego del Reino Unido y fortalecer sus fuerzas terrestres. Recomienda que Reino Unido invierta en armas más precisas o reevalúe «sus compromisos en virtud de la Convención de Oslo, que prohíbe el uso de armas más baratas, pero altamente eficaces, como las municiones en racimo, empleadas tanto por Rusia como por Estados Unidos».

La Convención sobre Municiones en Racimo ha sido ratificada por 107 países, incluido el Reino Unido, y obliga a los signatarios a «nunca, bajo ninguna circunstancia, a: a) utilizar municiones en racimo; b) desarrollar, producir, adquirir de otro modo, almacenar, retener o transferir a nadie, directa o indirectamente, municiones en racimo; c) ayudar, alentar o inducir a nadie a participar en actividades prohibidas a un Estado Parte en virtud de esta Convención».

El documento añade: «Si el Reino Unido no está preparado para invertir en capacidades, o para promulgar políticas, que le permitan desplegar fuegos efectivos, debería considerar la viabilidad de sus compromisos esbozados en la 2015 National Security Strategy».

En su informe, RUSI señala que las objeciones morales al uso de municiones en racimo pueden ser mitigadas en un escenario de conflicto, a medida que los avances tecnológicos, que han tenido lugar desde la firma del tratado de Oslo, han reducido significativamente la tasa de municiones que quedan en el suelo sin explotar (razón de ser de este tratado).

También destaca cómo, sin el uso de estas armas, las Fuerzas británicas podrían verse en desventaja, digamos: «en un conflicto de alta intensidad en Europa del Este, donde las fuerzas rusas y estadounidenses emplearán las municiones en racimo de forma generosa». Sin las municiones apropiadas, las fuerzas británicas simplemente serán superadas, superadas en armamento y por lo tanto derrotadas por las formaciones rusas».

En el futuro, el Reino Unido tendrá que hacer frente a este déficit, para mantener la ventaja frente a los adversarios y otras potencias de la OTAN. El documento dice: «La capacidad de desplegar una fuerza de combate creíble aumenta el riesgo para los adversarios de escalar a un conflicto armado directo, y por lo tanto permite al Reino Unido maximizar sus esfuerzos en el espacio competitivo.

«Por el contrario, las fuerzas incapaces de luchar de forma creíble, pueden ser disuadidas por la amenaza de escalada.»

Fte. Army Technology