¿Debería el Pentágono actualizar sus normas sobre armas autónomas?

Un grupo prominente de pensadores de seguridad nacional se pregunta si, la política del Pentágono sobre el desarrollo de armas autónomas, necesita ser actualizada, para reflejar con mayor precisión la tecnología actual y el mayor papel que se espera que desempeñe la inteligencia artificial en futuros conflictos.

En 2012, el Pentágono ofreció su primera guía formal para el desarrollo de sistemas de armas autónomos y semiautónomos, un documento que reflejaba cómo los militares utilizaban la inteligencia artificial en el campo de batalla.

La directiva política resultante fue calificada de moralmente alta por los dirigentes estadounidenses, que afirman que Rusia y China no tendrían reparos similares con respecto a que los robots que ataquen a seres humanos, y que por lo general son malinterpretados como un marco ético o legal para el uso de la inteligencia artificial.

Pero ahora, entre la comunidad de expertos de Washington, corre el rumor de que la directiva por sí sola no es suficiente como sustituto de la política oficial del Pentágono sobre el uso ético de las armas autónomas, y que pueden ser necesarios cambios. En la discusión se debate si el documento, tal como está escrito, es lo suficientemente amplio como para abarcar los desarrollos presentes y futuros, y si no lo es, qué es lo que hay que cambiar.

En una reunión privada el 10 de diciembre en una sala de conferencias del Center for Security and Emerging Technology, los líderes preguntaron si la política del Pentágono perjudica a la industria en el desarrollo de sistemas innovadores, si pone en desventaja a los comandantes en el campo de batalla, o si carece del peso ético y legal que se le atribuye popularmente. Entre los asistentes que consideraron un cambio se encontraban Bob Work, ex subsecretario de Defensa de 2014 a 2017 y vicepresidente de la Comisión Nacional de Seguridad sobre Inteligencia Artificial. También asistieron representantes de Brookings, el Center for New American Security y CSET.

El mundo de los think tanks es el depositario más directo de la experiencia en la formulación de políticas del país. Reuniones como ésta son una forma regular y rutinaria, para lograr que la política colabore en las cuestiones más delicadas de un tema. Múltiples personas que asistieron anteriormente ocupaban puestos en el Departamento de Defensa, y es probable que las administraciones que buscan personal y políticas se inspiren en el talento y los ideales, que ya están a la mano en la comunidad de los centros de investigación.

«La pregunta era: ¿ha llegado el momento de actualizar el DoD 3000.09? en una entrevista con C4ISRNET el 11 de diciembre. «No llegamos a ninguna conclusión.»

Formalmente conocida como Directiva 3000.09, los dirigentes del Pentágono redactaron la guía en noviembre de 2012 y la actualizaron en mayo de 2017. El lenguaje de ese documento ha permanecido prácticamente invariable a lo largo de los últimos siete años, a pesar de que el alcance y las capacidades de las armas con características autónomas en el arsenal de los Estados Unidos han evolucionado.

Fte. C4ISRNET