El Radar ha visitado las instalaciones de Escribano en Alcalá de Henares (Madrid) para conocer cómo funciona esta empresa familiar, puntera en los sectores de Defensa y Seguridad, que actualmente está al frente de los grandes programas de armamento y material de los ejércitos y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En 1989 era un pequeño taller de mecanizados dedicado a la fabricación de componentes mecánicos bajo la especificación de los clientes. En la actualidad, Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) es una de las compañías españolas más punteras, y un referente a nivel internacional (con presencia en más de 26 países), en los sectores de Defensa y Seguridad.
De hecho, aquel pequeño taller se ha convertido, en poco más de tres décadas, en unas imponentes instalaciones que, emplazadas en Alcalá de Henares (Madrid), disponen de una superficie de 45.000 metros cuadrados (equivalentes a casi 5 campos de fútbol reglamentarios) y alrededor de 750 empleados.
Además, y en lo relativo a capacidades nacionales, Escribano se ha erigido como el único fabricante integral de sistemas electroópticos en España. Tal es así que también fabrican las lentes de sus cámaras de infrarrojos y el dispositivo electrónico interno con el que están equipados sus sistemas puede girar 360 grados sin dañarse.
Y es que, la filosofía que siempre ha guiado la trayectoria de esta empresa española, privada y familiar, se basa en la cultura del «esfuerzo y la superación». Y así, con esos mimbres, Escribano ha construido un entramado que se caracteriza por la fabricación propia de todos aquellos componentes y/o soluciones que, de otra manera, tendrían que importar.
Ingenieros propios y apuesta por la I+D+i
Para ello, la empresa cuenta con ingenieros propios (más de 300) que diseñan, articulan y efectúan el seguimiento del componente o la solución que se fabrica en las instalaciones de Alcalá de Henares de principio a fin. Y ése es uno de los valores de Escribano, junto con su decidida apuesta por la I+D+i, uno de los capítulos de gasto en los que la compañía reinvierte gran parte de sus beneficios, con un porcentaje de inversión del 68 %.
De ahí que en poco tiempo la empresa haya logrado consolidar su capacidad industrial y una base tecnológica de vanguardia, ofreciendo soluciones integrales de ingeniería, mecanizado de alta precisión y producción de sistemas complejos de integración optrónica, además de electrónica, estabilización y sistemas de control.
La compañía realiza en sus propias instalaciones de Alcalá de Henares el desarrollo integral de todos sus productos y la adaptación a las necesidades del cliente. Y en el marco de su compromiso con la formación, EM&E colabora, entre otros organismos de enseñanza, con la Universidad de Alcalá.
Los grandes programas de Escribano
En la actualidad, Escribano, con una facturación que supera los 120 millones de euros, está inmerso en grandes programas de armamento y material de las Fuerzas Armadas (FAS), y también de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).
En el ámbito de las FAS, Escribano es una de las empresas que integran Tess Defence, el consorcio que fabrica el VCR 8×8 Dragón para el Ejército de Tierra, el Vehículo de Combate sobre Ruedas que sustituirá a los ya obsoletos BMR (Blindados Medios sobre Ruedas) para incrementar la protección de nuestras tropas en misiones en el exterior.
La compañía también va a participar en dos nuevos programas de reciente adjudicación: el VAC (Vehículo de Apoyo de Cadenas), que sustituirá a los TOA (Transporte Oruga Acorazado), y en el que Escribano participa bajo el paraguas de Tess Defence; y el SILAM (Sistema Lanzador de Alta Movilidad), con el que España recuperará su capacidad lanzacohetes. Este programa contempla la fabricación de 12 lanzadores de misiles con un alcance de hasta 300 kilómetros de distancia.
Además, la compañía desarrolla kits de guiado para cohetes y proyectiles, en los que aplica una innovadora tecnología que resulta vital para minimizar daños colaterales al emplear este tipo de sistemas de armas. De hecho, Escribano es la única empresa en Europa que desarrolla este tipo de kits, por lo que recientemente ha sido adjudicataria de un contrato, junto con Rheinmetall Expal Munitions, para dotar al Ejército de Tierra de esta tecnología.
Y, en el ámbito de las FCSE, Escribano trabaja por ejemplo con Guardia Civil en el mantenimiento y modernización de los despliegues fijos del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), encargado de controlar la inmigración ilegal y el narcotráfico, aportando información en tiempo real. Es la primera vez que un fabricante de sistemas electroópticos nacional realiza el mantenimiento y modernización del SIVE.
Nuevo centro en Córdoba para dar soporte a la Base Logística del Ejército
La empresa, que abrirá próximamente un centro en Córdoba, donde han adquirido unos terrenos de 23.000 metros cuadrados para dar soporte a la nueva Base Logística del Ejército de Tierra, se ha consolidado como un referente en el sector de la Seguridad y la Defensa, tal y como ponen de manifiesto Ángel y Javier Escribano Ruiz, sus fundadores.
«Es nuestro compromiso como empresa -sostienen- el desarrollo de capacidades tecnológicas y productivas para nuestras Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad, así como para nuestra sociedad«.
Y, por ello, afirman estar «orgullosos» de poder responder a las necesidades de los ejércitos y de la Guardia Civil «para afrontar nuevos retos», como el programa para los futuros vehículos VAC o para el sistema lanzador de alta movilidad SILAM, «que contribuyan al fortalecimiento de nuestra industria de Defensa y a su posicionamiento internacional», concluyen.