El corredor de Zangezur: un catalizador para la estabilidad en el Cáucaso Meridional

A medida que Azerbaiyán y Armenia se acercan a 2024, las esperanzas de que estas dos naciones del Cáucaso Sur alcancen finalmente la paz son grandes.

El prolongado conflicto que dio lugar a dos sangrientas guerras está a punto de terminar gracias a la caída del régimen separatista de Karabaj, reconocido como parte del territorio azerbaiyano. El análisis histórico de los esfuerzos de mediación sugiere que la presencia de un régimen separatista fue la causa fundamental que impidió a Bakú y Ereván conseguir la paz.

Las recientes transformaciones en el Cáucaso Sur ilustran que el citado argumento era lógico. Tras el cese del movimiento separatista, Azerbaiyán y Armenia alcanzaron dos importantes acuerdos. En primer lugar, Ereván apoyó la candidatura de Azerbaiyán para albergar la cumbre sobre el clima COP29 en Bakú. Después, aproximadamente una semana más tarde, las naciones intercambiaron prisioneros en la frontera en diciembre de 2023.

Estos dos acuerdos sugieren mayor nivel de confianza entre los países, cambio significativo respecto al pensamiento de suma cero predominante durante las décadas anteriores. Las transiciones mencionadas, junto con los comentarios realizados por altos funcionarios de Azerbaiyán y Armenia, ilustran que Bakú y Ereván están cerca de lograr un gran avance en las relaciones bilaterales.

Aunque estas señales positivas son alentadoras, es necesario abordar una cuestión que garantice la paz en el futuro. ¿Cómo se garantizaría la consolidación de la paz tras el conflicto en el Cáucaso Sur? Al fin y al cabo, la falta de paz entre Azerbaiyán y Armenia es un problema., por lo que una vez alcanzado y firmado el acuerdo, es esencial crear incentivos para mantenerla.

La apertura del corredor de Zangezur, una ruta de transporte que une Azerbaiyán continental con su ex enclave de Nakhchivan a través del territorio de Armenia, puede aumentar la probabilidad de una paz estable en el Cáucaso Meridional. El argumento clave es sencillo: gracias al corredor de Zangezur, Azerbaiyán y Armenia tendrán la oportunidad de comprometerse en un proyecto conjunto, disminuyendo la posibilidad de que se reanuden las hostilidades.

Podemos examinar la explicación teórica de esta idea para comprender mejor y mejorar el poder predictivo del argumento. La teoría de la interdependencia económica postula que el comercio y la cooperación internacionales forjan relaciones entre naciones al ofrecer acceso a bienes y servicios que los países no pueden producir de forma independiente.

La premisa fundamental de la teoría sugiere que los países interconectados económicamente tienen menos probabilidades de participar en conflictos armados y más probabilidades de cooperar, ya que las pérdidas causadas por un enfrentamiento superan los beneficios potenciales. La idea central aplicable al caso de Azerbaiyán y Armenia es que la cooperación económica pacificará las hostilidades políticas entre ambas partes.

En teoría, la puesta en marcha del corredor Zangezur incentivaría a Azerbaiyán y Armenia a fomentar unas relaciones más provechosas basadas en la cooperación mutuamente beneficiosa. Al fin y al cabo, Bakú y Ereván nunca han mantenido relaciones económicas, lo que podría haber contribuido a la situación en que se encontraban ambas naciones durante las tres décadas anteriores. El inicio de la cooperación económica y en materia de transporte introducirá un nivel de previsibilidad en la relación entre los estados, frenando así el desarrollo de una dinámica de conflicto potencial.

No obstante, en Armenia existe una percepción algo sesgada del corredor Zangezur, y algunos sostienen que su puesta en marcha afectaría negativamente a los intereses nacionales. Tal argumento, sin embargo, es endeble porque Azerbaiyán y Armenia no dispondrían de un elemento disuasorio frente a futuros conflictos, mientras que la dinámica de conflicto puede reaparecer si el corredor no pasa de ser un concepto. Convertirse en mutuamente dependientes y entrelazados en la cooperación económica mejorará las oportunidades de cooperación futura entre los estados. Si se pone en marcha el corredor, Bakú y Ereván tendrán más que perder si se reanudan las hostilidades.

Otra crítica al corredor de Zangezur en Armenia gira en torno a la idea de que esta ruta unirá Azerbaiyán y Turquía, haciendo así a estos países más poderosos en relación con Armenia. Aunque esta observación es lógica, puede calificarse de falacia. Los defensores de este argumento critican la ruta de transporte partiendo de la premisa de que hará más fuerte la posición de Bakú y Ankara frente a Ereván, descartando los beneficios que obtendrá Armenia. Percibir la ruta de transporte en términos de comparación de la ganancia relativa de poder entre Armenia y Azerbaiyán es un planteamiento incorrecto porque disminuye la probabilidad de paz duradera, pasa por alto una solución creíble a los problemas existentes y no ofrece a Bakú y Ereván una plataforma para desarrollar las relaciones bilaterales. Además, el plan alternativo de Azerbaiyán consiste en poner en marcha una ruta alternativa a través de Irán, cuya ejecución ya ha comenzado. Por tanto, se creará otro enlace entre Bakú y Ankara independientemente de la decisión de Ereván, lo que hace que el argumento sea irrelevante.

De lo contrario, Armenia corre el riesgo de permanecer aislada en la región. A día de hoy, sus fronteras con Azerbaiyán y Turquía están cerradas, lo que significa que Ereván sólo puede transportar sus mercancías y servicios en dirección norte y sur hacia Georgia e Irán, respectivamente. La falta de flexibilidad en el transporte impide a Armenia desarrollar su potencial económico. La continuación de esta política disminuirá el poder relativo de Ereván frente a Bakú y Ankara, algo que temen los opositores al corredor Zangezur.

Si se considera la cuesti?n desde este ?ngulo, se deduce que impedir la puesta en marcha del corredor pondr? en peligro los intereses armenios, ya que permanecer en el aislamiento significa menos oportunidades de cooperaci?n. Mientras que Azerbaiyán disfrutará de más oportunidades de transporte. Este problema situará a Armenia en desventaja.

Otros beneficios del corredor

Los beneficios de un corredor Zangezur no se limitan a Azerbaiyán y Armenia. Es vital comprender que el sistema de comercio internacional se encuentra en una situación muy difícil. Principalmente, el comercio entre los estados europeos y los países asiáticos se ve obstaculizado por los acontecimientos políticos en otras regiones.

La guerra de Ucrania provocó una severa sanción a Rusia, que se convirtió en un socio impredecible a los ojos de la mayoría de los gobiernos y empresas europeos. En consecuencia, el comercio con China y otros mercados asiáticos a través del paso por Rusia no está disponible. También es imposible usar otra ruta comercial a través de Irán por razones similares: la imprevisibilidad del régimen iraní y las sanciones.

Con las dos rutas principales que unen Europa y Asia fuera de la ecuación, sólo queda una posibilidad factible: el «Middle Corridor», que pretende conectar los continentes mediante una red de ferrocarriles y otros medios de transporte. En esta iniciativa participan varios países, entre ellos Azerbaiyán, Georgia, Turquía y países de Asia Central. Si Azerbaiyán y Armenia acuerdan la apertura del corredor de Zangezur, Ereván se convertirá en participante en este proyecto, ganándose un lugar en la arquitectura internacional del comercio y el transporte. En consecuencia, el tránsito de mercancías a través del corredor Zangezur agilizará significativamente el comercio internacional al reducir el precio del tránsito y acortar el tiempo en tránsito.

Además, la apertura del corredor permitirá a Armenia atraer inversiones para desarrollar infraestructuras de transporte, lo que repercutirá positivamente en su seguridad. Ambos avances son cruciales para este país, y sus dirigentes deberían considerar las ventajas de poner en marcha la ruta de transporte. La introducción del corredor Zangezur en el sistema de comercio internacional aumentará la globalización de Azerbaiyán y Armenia. El aumento de la globalización de Bakú y Ereván hará que el «coste de salida», es decir, traicionar el acuerdo y volver a la hostilidad, sea muy costoso desde una perspectiva económica y política, contribuyendo así a la seguridad del Cáucaso Meridional. Los costes potenciales incluirán la presión política, así como la disminución de la confianza en la parte que traicione el acuerdo.

En conclusión, la puesta en marcha del corredor Zangezur tiene varias ventajas. Si Azerbaiyán y Armenia llegan a un acuerdo, pacificará la dinámica del conflicto regional, disminuyendo significativamente la posibilidad de que se reanuden las hostilidades. Además, Bakú y Ereván tendrán un proyecto conjunto en el que trabajar, lo que profundizará la confianza entre las partes. En consecuencia, a las dos naciones del Cáucaso Sur les resultará más fácil trabajar en otros proyectos conjuntos en el futuro. Por último, la puesta en marcha del corredor Zangezur tendrá un impacto significativo en el comercio mundial, lo que convertirá al Cáucaso Meridional en un centro de transporte vital y proporcionará más incentivos para el diálogo pacífico entre los estados de la región.

En consecuencia, Azerbaiyán y Armenia deben buscar una oportunidad para poner en marcha el corredor Zangezur, que puede convertirse en un modelo práctico para la consolidación de la paz en el Cáucaso Meridional.

Fte. Modern Diplomacy (Emin R. Sevdimaliyev)

Emin es analista con un diverso conjunto de conocimientos adquiridos durante su carrera en organizaciones nacionales e internacionales, el servicio diplomático y la prensa. Le interesan los cambios en la dinámica de poder entre los actores estatales.