El motivo del contrato es la entrega de su tecnología antidron, conocida como el sistema Silent Archer counter-UAS. SRC anunció que el contrato era para «sistemas móviles para hacer frente a aviones no tripulados pequeños, lentos y de vuelo bajo», que se están convirtiendo en una amenaza cada vez mayor para las Fuerzas Armadas de EE.UU. desplegadas en todo el mundo.
Según el Pentágono, SRC fue el único licitador del contrato que proporcionaba los sistemas adicionales, como radares y otros sensores electrónicos para identificar, rastrear y destruir pequeños aviones teledirigidos enemigos.
El Ejército ha constatado durante los últimos años la creciente amenaza de los aviones no tripulados más pequeños, incluidos productos comerciales disponibles en el mercado (COTS), que considera que son mucho más difíciles de detectar y que pueden eludir los sistemas de radar.
Un informe no clasificado del Ejército, publicado en 2016 decía: «A medida que los sistemas aéreos no tripulados (UAS) se han hecho más pequeños, más lentos y operan a altitudes más bajas, se han vuelto más difíciles de detectar, identificar y neutralizar. Los avances tecnológicos han exacerbado estos desafíos. Estos sistemas pueden ser de tecnología propietaria estatal o COTS. Las funciones típicas de estos UAS son el reconocimiento y la vigilancia a escala limitada».
«Sin embargo, la miniaturización de los componentes hará que estos drones sean más capaces en el futuro. Esto, junto con su pequeño tamaño, bajo costo y disponibilidad generalizada, aumentará drásticamente su uso en todo el mundo».
En el informe se señala que más de 600 variedades de UAS se han utilizado en más de 80 países y que el Estado islámico en el Iraq y Siria las ha utilizado con fines militares.
El Ejército ya había encargado a SRC en 2017, 15 juegos de su tecnología antidron, como parte de un contrato de 65 millones de dólares. La Fuerza Aérea de los EE.UU. también eligió los sistemas de SRC por medio de un contrato de 57 millones de dólares.
SRC desarrolla su tecnología de aviones no tripulados desde 2006, y en 2017, y trabajó para desarrollar un sistema comercial que permite a los aviones no tripulados volar con seguridad dentro de espacios aéreos civiles.
Fte. Army Technology