Dentro de tres años, el laboratorio de armas no letales del Pentágono espera tener un arma de energía directa que pueda producir un efecto como el de un walkie-talkie embrujado o como la zarza bíblica ardiente.
Observe el video de arriba y escuche cuidadosamente lo que suena como una voz humana durante el segundo giro. No se trata de una grabación de audio ni de una transmisión transmitida por radio… no es humano en absoluto. Es un efecto auditivo creado por científicos militares que manipularon el aire con láser, lo que constituye la idea más interesante del Pentágono para detener a la gente que carga contra puntos de control, o simplemente para asustarla.
El Joint Non-Lethal Weapons Program (JNLWD), se está acercando a un arma que altera los átomos para crear literalmente palabras de la nada. Se llama el Laser-Induced Plasma Effect y, cruzando los dedos, esperan que pueda decir palabras inteligibles en los próximos tres años.
El arma está compuesta de dos partes: primero, un láser femtosegundo, que dispara una ráfaga de luz enfocada durante 10-15 segundos, el tiempo suficiente para extraer los electrones de las moléculas de aire y crear una bola de plasma. (A veces llamado el cuarto estado de la materia, el plasma es un campo de gas electrificado, altamente sensible a los efectos electromagnéticos). Los científicos entonces golpearon ese campo de plasma con un segundo nano-láser, sintonizado a un campo extremadamente estrecho de longitudes de onda, con objeto de manipular el campo de plasma y producir luz y ruido. Si se consigue la interacción lo suficientemente precisa, se obtendrá algo que suena como un walkie-talkie embrujado.
«Estamos así de cerca de conseguir que nos hable. Necesito tres o cuatro kilohertz más», dice David Law, que dirige la división de tecnología de JNLWD. En última instancia, quiere un sistema único, que pueda producir múltiples efectos de ruido y luz, incluso calor, para sustituir a una amplia variedad de armas no letales que los militares han estado probando.
Observe el segundo video:
El aspecto más interesante del arma puede ser la forma en que crea ruido: en un punto específico y distante en el espacio, no por un altavoz cercano. Eso significa que los soldados entre el arma y el objetivo no se ven afectados.
¿Cuán lejano puede estar ese punto? «El alcance es una función de la óptica. A espejos más grandes mayor distancia», dijo Law. Un espejo de cinco pulgadas crea el efecto a un kilómetro de distancia; un espejo de 8 pulgadas, a unos cinco kilómetros, dijo. «Han creado plasmas a 20 ó 30 kilómetros», dijo. «Esta es la primera arma no letal que podría alcanzar decenas de kilómetros.»
Fte. Defense One