Las infraestructuras de Defensa toman el control integral de la gestión energética para incrementar la eficiencia y seguridad

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Más de un centenar de representantes de las Fuerzas Armadas, expertos y profesionales de la Industria y diversas instituciones vinculadas al sector de la Defensa asistieron al III Congreso “Energías Alternativas en Instalaciones de Defensa”.

El evento, organizado por APTIE, se desarrolló el 28 y 29 de marzo en la Academia Central de Defensa de Madrid, donde, los ponentes, dispuestos en cuatro mesas redondas, expusieron las necesidades de atender las instalaciones fijas de las FAS, así como la novedosa incorporación de energías renovables en la nueva Base Logística de Córdoba del Ejército de Tierra (BLET). Asimismo, se abordaron las diferentes propuestas de las principales empresas energéticas con respecto a posibles modelos de actuación y se amplió el conocimiento de este campo ahondando en las problemáticas y necesidades de las FAS.

La inauguración corrió a cargo de Antonio Ramón Conde Ortiz, director de la Academia Central de Defensa, acompañado del presidente de APTIE, Alfonso López Clavier, y del Col. Monteagudo, en representación del Director General de Infraestructura del Ministerio de Defensa, y tras el agradecimiento y la presentación del acto se dio paso a la primera mesa redonda del Congreso, donde se abordó la contratación, leasing, gestión y suministro de energía en instalaciones militares fijas, así como la problemática del cobro sobre ahorros.

Justo Huerta Barajas, director del Máster Universitario de Gestión de Contratos y Sector Público (UNED), desarrolló el papel de moderador de la misma y detalló la importancia de la integración de las nuevas tecnologías en materia energética. Del mismo modo, expuso la imperante necesidad de los fondos de contratación y oportunidades de negocio en el impulso de las energías renovables, afirmando que “España no será un suministrador de energía, sin ser un inversor. No hay que individualizar el sector energético del constructivo, sino buscar un coste de ciclo de vida”.

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En dicha mesa redonda intervinieron ponentes como Juan A. de Isabel García, director Gerente de Geomarket, quien expuso casos prácticos de aplicaciones geotérmicas y “datos constatados” para alcanzar una alta eficiencia energética e impulsar el uso de otro tipo de energías que se adecuen a las instalaciones militares: “es un desafío entre la colaboración público-privada. Habría que combinar un sistema geotérmico y aerotérmico para suministrar de energía a todo el terreno”, apuntó.

Miguel Asensio, representante de MINSAIT, el área tecnológica de INDRA, abordó la gestión energética integral enfatizando en el uso de micro- redes con tecnología Phydigital con la finalidad de integrar unidades de almacenamiento para que aquellas infraestructuras de gran envergadura, como las militares, tengan un gran abastecimiento de energía.

Javier Azpiazu, cerró esta primera mesa redonda, exponiendo su oferta a través de nuevas soluciones de suministro de energía eléctrica renovable. El director comercial de Opengy habló de la energía fotovoltaica como “una compra de servicios”, considerándola como posible sustitutiva ya que “no necesita demasiada inversión” y alcanza estándares de ahorro energético.

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En la segunda mesa redonda, sin embargo, se abordó la situación técnica de las tecnologías eólica, fotovoltaica, geotérmica, biomasa, hidrógeno e hidráulica y sus capacidades para la producción de electricidad, calefacción, AA y ACS; poniendo el enfoque en el ahorro energético y en el modo de librarlo. El moderador de la mesa, Javier Alberto Muñoz González, director de Comunicación y relaciones institucionales de APPA, afirmó que “las energías renovables son la única alternativa con la que cuentan las FAS”.

Beatriz Rodríguez Soria, profesora del Centro Universitario de la Defensa, apostó en su ponencia por presentar el diseño de una metodología constructiva de las Bases, enfatizando en el uso de módulos desmontables, alimentados con energías limpias mediante el almacenamiento de hidrógeno, con el fin de eliminar la huella térmica y aumentar así la seguridad del personal, además de que “consigue consumir una décima parte menos de lo que se viene consumiendo”.

Tomás Romagosa, por su parte, centró su ponencia en la tecnología eólica, considerándola “un buen complemento para la energía fotovoltaica” y estableciendo la necesidad de “generar energía de fuentes diversas para garantizar los estándares de seguridad”. El director Técnico de AEE, detalló las ventajas e inconvenientes de aerogeneradores de eje vertical en comparación con los de eje horizontal y propuso la energía eólica como una posible alternativa para el suministro eficiente en instalaciones militares.

En esta segunda mesa, también intervino el director de Energía de SANDO, Javier Blanco, quien introdujo por primera vez en toda la mañana el concepto de “economía circular” y soluciones “energéticamente 100% limpias y neutras de carbono”. El experto introdujo la aplicación de gases renovables para impulsar el proceso de descarbonización, ejemplificando el uso del biogás y detallando que “contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero” y mejora la gestión del residuo que considera “un problema en el sector primario”. Javier apostó por el uso de gases renovables para producir “energía con un valor añadido” y como “fuente para generar hidrógeno”.

Álvaro Miranda, representante de la UNEF, habló de por qué elegir la energía fotovoltaica como la opción más viable para el suministro de energía en instalaciones militares. El ponente abordó que la energía fotovoltaica proporciona “oportunidades como la generación distribuida y la seguridad en el suministro” y que es la alternativa idónea debido a su “precio, seguridad y los objetivos de neutralidad climática”.

Por último, el Capitán José Amador Gallegos de la Dirección General de Infraestructura, cerró la jornada del martes esclareciendo la situación de las Instalaciones Fijas de la Defensa. Realizó una ponencia que se centró en la posible aplicación de un mix de producción energética con energías como hidráulica, biomasa o geotermia a futuro próximo, para “no solo proporcionar una generación ingente de energía renovable, sino también de realizar un consumo razonable”.