La Física Cuántica se desarrolló en Europa durante la primera mitad del siglo. La revolución de estas tecnologías va desde las bien conocidas tecnologías láser hasta los sensores de alta precisión que podrían dar lugar a resonancias magnéticas ultrasensibles; la metrología, con sistemas de navegación ultra precisos; la seguridad de la información, con primitivas criptográficas de seguridad incondicional; la computación cuántica, con procesadores cuánticos mucho más eficientes para resolver problemas de optimización, etc.
Como consecuencia, estas tecnologías han atraído la atención de Administraciones públicas y empresas de altísima cualificación técnica y científica, debido a su capacidad de convertirse en tecnologías disruptivas. Aunque todavía se está estudiando su potencial final, al menos en el campo de la seguridad de las comunicaciones ya son percibidas como posibilidades reales, unas positivas y otras altamente preocupantes. Las nuevas capacidades de cálculo de los ordenadores cuánticos, una vez estén en funcionamiento, suponen un verdadero problema para los sistemas criptográficos basados en clave pública y privada, que son los más usados en la mayoría de las transacciones online, y podrá suponer la desprotección de las comunicaciones y secretos de Estado y militares, transacciones comerciales, bancarias, grandes contratos, etc., que se han hecho hasta el momento.
Estas tecnologías no son elucubraciones, se están desarrollando bajo el auspicio de las colosales inversiones que China, EEUU y ciertas empresas como Alí Babá, están realizando, augurando que, en un plazo entre diez, pero que podría reducirse a 5 años, dispondrán, si no de ordenadores cuánticos completamente, si de coprocesadores cuánticos.
El Congreso de los EEUU promulgó el 28 de diciembre de 2018 la Ley sobre la Iniciativa Nacional Cuántica (National Quantum Initiative), posiblemente el instrumento más adecuadamente diseñado para llegar a resultados concretos y eficientes. Establece una política nacional integral para fomentar estas tecnologías, promoviendo la creación de una estructura científica y de especialistas capaces de desarrollar aplicaciones concretas, dotándoles de los presupuestos adecuados para crear obligatoriamente entre cuatro y diez centros de investigación, en unos plazos concretos y con el objetivo de ser verdaderamente competitivos.
La Unión Europea, con una iniciativa (https://ec.europa.eu/digital-single-market/en/quantum-technologies o en https://qt.eu/.), que ha sido dotada con un presupuesto de 1.000 M€ a comenzar el año pasado, señala la necesidad de establecer políticas de coordinación y actuaciones conjuntas y eficaces dada la problemática europea de 27 países con políticas científicas e industriales.
En cuanto a España, existen científicos de primer nivel, centros de investigación altamente especializados y Comunidades Autónomas que llevan a cabo trabajos e iniciativas importantes, pero que, al parecer, la mayor parte lo hacen de forma individualizada, no adecuadamente coordinadas y sin una estrategia, directrices y objetivos concretos.
Los avances científicos que se están realizando en otras naciones hacen ineludible que se ponga en marcha una potente iniciativa de impulso y coordinación para que España desarrolle una estrategia nacional, defina una iniciativa global para disponer de tecnología propia, de manera que la seguridad de Estado y los temas científicos, económicos y empresariales estén adecuadamente protegidos
APTIE, dentro de su política de promocionar las tecnologías estratégicas, en colaboración con diversos Institutos del CSIC, la Universidad Politécnica de Madrid y otras, organiza para septiembre de 2019 una Jornada técnica sobre “Tecnologías Cuánticas. Perspectivas y Problemática para la Seguridad de la Información y las Comunicaciones. Hacia una política científica, de seguridad e industrial cuántica”
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