India demuestra que dispone de tecnología para destruir satélites en órbita

El primer ministro de la India, Narendra Modi, ha sorprendido a los mandatarios del mundo entero al anunciar ayer miércoles, 27 de marzo, frente a las cámaras de televisión de su país el éxito de un disparo de prueba de un misil que ha logrado destruir un satélite en órbita.

Juan Pons.

Con el éxito de la prueba, India se convierte en la cuarta potencia mundial en contar con capacidad demostrada para atacar desde tierra ingenios espaciales en órbita y  entra a formar parte del selecto y reducido club formado por Estados Unidos, Rusia y China, que ya disponen de tecnología y misiles para destruir satélites emplazados en el espacio.

La noticia ha caído como una bomba en la cancillería de Islamabad, la capital de Pakistán, nación rival de India por el conflicto de Cachemira, y se desconoce si también en Pekín, antiguo contrincante estratégico de India, pero país con el que han mejorado sustancialmente las relaciones. Pero no es de descartar que a través de la vía diplomática, militar o por parte de los servicios de inteligencia de India se hubiese alertado al presidente chino Xi Jinping de la inminencia de la prueba.

También ha supuesto un mazazo para la oposición política al primer ministro Modi, el Partido del Congreso que encabeza Rahul Gandhi ‒nieto de la que fue primera ministra Indira Gandhi‒ ya que en unos 15 días ‒del 11 de abril al 19 de mayo‒ alrededor de 900 millones de hindús están llamados a las urnas para votar en las elecciones a la Cámara Baja de la nación.

Llamada “Mission Shakti”, la operación ha consistido en el disparo de un desconocido misil tierra-aire de largo alcance en versión anti satélite ‒llamados ASAT‒ sobre un satélite indio no identificado emplazado en órbita baja terrestre, que las fuentes oficiales hindús han situado a una altura del orden de los 300 kilómetros.

El foco de los analistas espaciales y de defensa indios y occidentales apuntan a la hipótesis de que el satélite abatido es el Microsat-R, una pequeña plataforma de 740 kilos, cuya misión y dimensiones son desconocidas, y que al parecer fue construido por la Organización de Investigación y Desarrollo de la Defensa (DRDO).

Puesto en órbita hace poco más de dos meses, ‒el 24 de enero‒ por un cohete hindú PSLV, el hecho de que la fabricación del Microsat-R recayera en la DRDO y no en la ISRO, la agencia espacial de India, como es lo habitual, es una de las razones que hacen pensar que sea el citado satélite sobre el que el misil ASAT lanzado el 27 de marzo haya impactado.

A la espera de la confirmación oficial, a esta teoría se añade la trayectoria del satélite observada por la US Space Surveillance Network y también la del satélite, que describe una órbita a una altura que varía entre los 268 y los 289 kilómetros.

Una segunda opción que se baraja es que la plataforma destruida pueda ser el Microsat-TD, un micro satélite de observación de la tierra de tan solo 120 kilos de peso, en esta ocasión construido por la ISRO. Fue enviado al espacio el 12 de enero de 2018 también por el cohete hindú PSLV y su órbita era algo más alta que la del Microsat-R ‒de 327 x 368 kilómetros‒, pero con un periodo de vida era de tan solo 3 meses.

Respecto del misil, es muy posible que se trata de una versión mejorada del Pradyumna o bien del Prithvi, interceptores de misiles balísticos desarrollados en la propia India que en, cualquiera de los casos, habrán estado dotados con etapas propulsoras adicionales para alcanzar la altitud deseada.

De acuerdo una declaración verbal del portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de India, el misil fue disparo desde el complejo de lanzamiento militar situado en la isla del doctor Abdul Kalam, en la parte noreste del país, en el Golfo de Bengala.

Con la misión Burnt Frost, Estados Unidos realizó una prueba similar en febrero de 2008 con la destrucción del satélite espía radar averiado NROL-21, también catalogado USA 193. La operación fue asignada a la US Navy, que utilizó una versión modificada y más potente del misil RIM-161 Standard Missile 3 (SM-3) desarrollado por Raytheon, que fue disparado desde el USS Lake Erie (CG-70), un crucero de la clase Ticonderoga de 9.800 toneladas de desplazamiento.

Aunque la antigua Unión Soviética comenzó a desarrollar misiles ASAT en la década de los años 60, el primer lanzamiento anti satélite con éxito del que se tiene constancia se produjo tras la formación de la Federación de Rusia, en noviembre de 2015 y fue obra de un misil A-235 PL-19 Nudol. Desde entonces se han llevado a cabo diferentes disparos desde el cosmódromo de Plestsk y desde aviones de combate en vuelo ‒2016 y 2018‒ contra satélites rusos no operativos localizados también en órbita baja terrestre.

Hasta el disparo ASAT de India, China era el último país en disponer de capacidad antisatélite. Pekín empleó un potente misil balístico Dong-Fen 21 ‒código OTAN CSS-5‒ lanzado en enero de 2007 desde el centro espacial de Xichang para destruir un satélite meteorológico fuera de servicio FY-1C de la serie Fengyun de 750 kilos ‒semejante a los europeos Meteosat 1‒ y a 865 kilómetros de la Tierra. Según fuentes norteamericanas, generó 3.438 restos de basura espacial de hasta 10 centímetros.

Aunque portavoces del gobierno de Nueva Delhi han afirmado que la prueba se había realizado en la baja atmósfera para garantizar la ausencia de desechos espaciales, estos restos son muy difíciles de evitar. En las próximas semanas se conocerá el número de basura espacial que el disparo ha producido.

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