Francia se apresura a adquirir pequeños drones suicidas tras comprobar su eficacia en Ucrania

dronesEl Ejército francés acaba de reducir a dos el número de competidores en una carrera por cientos de pequeños y mortíferos vehículos aéreos no tripulados.

Tras años de reticencias sobre el uso de pequeños y baratos drones suicidas en combate, el conflicto de Ucrania ha convencido a los militares franceses de que se trata de una capacidad de la que no pueden prescindir en un futuro conflicto.

A principios de este mes, el Ministerio de las Fuerzas Armadas francés anunció que había reducido a dos el número de competidores en el concurso para la producción de este tipo de vehículos aéreos no tripulados (UAV) en el marco de su proyecto Colibri, lanzado el pasado mes de mayo por la Agencia de Innovación para la Defensa (AID), en colaboración con la Agencia Francesa de Adquisiciones (DGA).

Francia espera disponer de una «base de 1.800» de estas municiones teledirigidas, según declaró el mes pasado a Le Figaro el Ministro de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu. A finales de enero, Lecornu declaró a los legisladores franceses que Francia se había «quedado rezagada» en el desarrollo de este nuevo tipo de arma, que ha llegado para quedarse. Dijo que el plan era tener «miles» de este tipo de municiones para 2030. «Eso forma parte de las lecciones aprendidas de Ucrania», explicó.

Los dos equipos que concurren son la propuesta de MBDA/Novadem, basada en un dron con palas de rotor más grande que el NX70 que Novadem ya ha entregado al Ejército francés, y Nexter, con un fabricante de drones, cuyo nombre no se ha revelado a petición propia, con una solución de dron de ala fija.

La idea es que ambos consorcios vuelen demostradores antes de finales de este año para que la AID y la DGA puedan «evaluar la pertinencia de estas propuestas de la industria frente a la necesidad operativa», según un comunicado de la AID.

La propuesta de MBDA/Novadem, denominada Sphinx, sería más útil en espacios urbanos o más cerrados, mientras que el proyecto de Nexter, basado en un dron de vigilancia, es más adecuado para su uso en entornos más abiertos, según la AID.

La unidad de municiones de Nexter, Nexter Arrowtech, desarrollará la munición que portará un dron fabricado por el fabricante anónimo de drones. Nexter Arrowtech propuso un «producto ausente hoy del arsenal francés». Este innovador concepto operativo llevará una nueva ojiva de fragmentación controlada», declaró Nexter en un comunicado.

La AID y la DGA lanzaron el proyecto Colibri para encontrar rápidamente ideas francesas de municiones teledirigidas que fueran baratas, fáciles de usar y capaces de neutralizar un vehículo ligero en un radio de cinco kilómetros desde su punto de despegue. Las agencias francesas también quieren que el dron pueda permanecer en el aire durante al menos 30 minutos, que no pueda ser interferido, que sea lo suficientemente pequeño como para que lo pueda transportar un soldado y que el coste recurrente del consumible sea inferior a 20.000 euros. En comparación, el coste de una bomba guiada por láser oscila entre 50.000 y 200.000 euros, según un anexo de la solicitud de propuestas que figura en el sitio web de la AID.

Como dijo un industrial, que habló bajo condición de anonimato, a Breaking Defense en una entrevista telefónica, «la idea es desarrollar drones de ala fija y de ala rotatoria específicamente diseñados para transportar una carga explosiva, en lugar de comprar un dron estándar y modificarlo para que pueda llevar una granada». La persona insistió en que «en el concepto francés de uso siempre, siempre controlará el fuego un operador”, lo que significa que no habrá municiones totalmente autónomas.

Pero Colibri no es el único proyecto de munición teledirigida en marcha para la AID y la SGA. Otro, denominado Larinae (Gaviota), está destinado a atacar objetivos como vehículos blindados, aunque no tanques, en un radio de 50Km. desde el despegue. La DGA quiere que el sistema pueda volar durante al menos una hora y tiene que ser robusto y seguro frente a cualquier tipo de interferencia.

El objetivo es también que el coste recurrente de la plataforma sea inferior a 200.000 euros. Aunque algunos medios de comunicación franceses han informado de la existencia de dos finalistas para ese concurso, no se ha hecho ningún anuncio y una fuente familiarizada con el concurso dijo que esas informaciones eran prematuras.

Fte. Breaking Defense