Se trata de un programa, dividido en dos fases, en el que participan equipos que tratan de aprovechar la interactuación de los organismos marinos con los agentes externos a ellos, para la vigilancia persistente y la detección de vehículos submarinos para la protección de costas y puertos.
Debido a que los organismos marinos perciben los cambios en su entorno mediante una combinación de sentidos, ofrecen una visión excepcional del mundo submarino que es difícil de reproducir mediante las técnicas de ingeniería tradicionales. El programa de Sensores de Vida Acuática Persistente (PALS) de DARPA tiene como objetivo aprovechar este fenómeno para aumentar la capacidad de vigilancia marítima del Departamento de Defensa. El programa, lanzado en noviembre de 2018, está ahora entrando en su segunda fase.
En la primera fase, los participantes demostraron que los organismos marinos podían percibir la presencia de un vehículo submarino (o de un simulador) en su entorno y responder con una señal de salida u otro comportamiento observable. Esto requería que los ejecutantes no sólo identificaran los organismos con una señal apropiada, única y medible, sino que también necesitaban distinguir esta señal de interés del ruido de fondo.
En la segunda fase, los participantes desarrollarán sistemas de detectores artificiales para observar, registrar e interpretar las respuestas de los organismos, y transmitir los resultados analizados a los usuarios finales remotos en forma de alertas identificables. Los sistemas completos PALS discriminarán entre los vehículos objetivo y otras fuentes de estímulo, como los desechos y otros organismos marinos, para limitar el número de falsos positivos. Al asociar los organismos marinos con sistemas de detección distribuidos, PALS tiene como objetivo ampliar en gran medida la vida útil y el alcance de las capacidades de vigilancia submarina.
«Dado que los organismos marinos son omnipresentes en sus entornos, se replican y son en gran medida autosuficientes, los sistemas de detección que emplean como base serían discretos, eficaces en función de los costos y proporcionarían una vigilancia submarina persistente con una huella logística mínima», señaló la Dra. Lori Adornato, directora del programa PALS.
En un importante paso hacia ese objetivo, DARPA ha otorgado contratos de la Fase 2 a cuatro organizaciones distintas para avanzar en el concepto de PALS:
El Raytheon BBN está trabajando con camarones de chasquido para su uso en un sistema de sonar biestático pasivo; la Northrop Grumman Systems Corporation también está trabajando con camarones de chasquido, usando el chasquido como pulso de entrada para un sistema de imágenes acústicas en 3D; y un tercer equipo de la Universidad Atlántica de Florida usa el Mero Goliat como su sensor biológico. El Naval Undersea Warfare Center – División de Newport colabora en el programa, usando un enfoque de ecosistema para determinar si un vehículo submarino no tripulado ha pasado por un arrecife.
«Los equipos de ejecución cumplieron con las métricas de la Fase 1 y demostraron que había un camino para cumplir con las métricas más desafiantes de la Fase 2 y 3», añadió Adornato. «Estamos animados a seguir trabajando con estos inteligentes, creativos y científicamente rigurosos equipos para cumplir con los desafíos señalados para el programa PALS». Se espera que la Fase 2 del programa PALS se desarrolle hasta noviembre de 2021.
Fte. DARPA
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