El GPS es letalmente defectuoso. Ya es hora de solucionarlo

GPS es letalmente defectuosoAl igual que Internet, el Sistema de Posición Global (GPS) basado en satélites de Estados Unidos fue diseñado para ser accesible y empleado por todo el mundo, lo que ha beneficiado enormemente a la humanidad.

Al mismo tiempo, los malos actores han explotado las vulnerabilidades del sistema para sus propios fines. Esto supone una grave amenaza para Estados Unidos y otras naciones, que su gobierno ha reconocido desde hace mucho tiempo pero que se ha negado a abordar.

Altamente preciso y sin costo alguno para el Gobierno, el cronometraje del GPS se ha integrado en prácticamente todos los sistemas electrónicos. A la vez que América lo regaló al mundo, se regaló el código para acceder a él. Esto ha ayudado a convertirlo en una herramienta global. También ha significado que las señales del GPS pueden ser fácilmente imitadas, para convencer a los receptores de que están en lugares falsos. Rusia, China e Irán explotan regularmente esta vulnerabilidad. Peor aún, el equipo que ha salido al mercado en los últimos años ha permitido también a aficionados y terroristas poco competentes la capacidad de engañar al GPS.

También hay que preocuparse por las interferencias accidentales de las erupciones solares, que pueden dañar los satélites y cargar la atmósfera impidiendo que cualquier señal GPS sobreviviente llegue a la Tierra durante una semana o más.

NAVSTAR GPS logoAsí que, mientras que el GPS es esencial para nuestra forma de vida, tal y como están las cosas ahora, es probable que tengamos que prescindir de él en algún momento. La buena noticia es que este problema fue previsto, y que se ordenó una forma de proteger la seguridad económica y nacional de América. La mala noticia es que nunca se hizo nada.

Las vulnerabilidades del GPS son en su mayoría el resultado de la insistencia de los militares, y sus contratistas, en convertirlo en un sistema totalmente basado en el espacio.

En 2004 el presidente George W. Bush ordenó que se añadiera un sistema de respaldo al GPS. Varios años después, el Gobierno anunció el establecimiento de un sistema de señales terrestres de alta potencia y difícil de interrumpir para complementar las del espacio. Sin embargo, a pesar de este anuncio en 2008, y otro en 2015, nunca se hizo nada.

En lugar de ello, militares y grandes empresas presionaron por decenas de miles de millones de dólares, para que se hicieran mejoras marginales en el sistema basado en el espacio, como las de los nuevos satélites GPS III. Pero de esas ligeras mejoras, casi todas beneficiarán solamente a los usuarios militares.

Pero incluso los costosos programas de defensa han hecho poco para establecer un sistema militar protegido. Se ha publicado, con mucho bombo, un aumento del cien por cien en el poder del código militar, pero en una porción limitada de la tierra. Resolver el problema de la interferencia, sin embargo, requiere un aumento de mil millones. Incluso después de ese gran gasto, los militares seguirán necesitando mucho más dinero. ¿Valió la pena el gasto?

Probablemente no. Los adversarios no han sido tan tontos. Incluso cuando regularmente interfieren y engañan a los receptores GPS, Rusia, China, Irán y otros han mantenido y actualizado sus propios sistemas terrestres de respaldo y complementarios para sus propios sistemas de navegación por satélite y mientras, Occidente es increíblemente vulnerable, ellos no lo son.

Un complemento terrestre para el GPS probablemente le costaría a Estados Unidos menos de 50 millones de dólares al año. Esto parece una suma sustancial, hasta que uno se da cuenta de que ya se gastan más de mil millones de dólares al año para mantener la porción espacial del GPS. Y se ha hecho durante 30 años.

Más importante aún, el costo del componente terrestre se convierte en una suma insignificante, cuando se compara con los miles de millones en daños y pérdida de productividad que se experimentarían si las señales de GPS basadas en el espacio no estuvieran disponibles de repente por cualquier razón.

Un sistema terrestre relativamente barato puede servir tanto como respaldo del GPS como para mejorarlo y proporcionar información para que éste sea aún más preciso, eliminando esencialmente la amenaza de interferencias y falsificaciones.

El Congreso USA ha dado recientemente algunos pasos tentativos para obligar a una burocracia poco dispuesta a cumplir su compromiso de larga plazo de hacer esto.

Pero los intereses «sólo en el espacio» del Pentágono y la industria están bien arraigados. Aún más preocupante, parecen o bien ignorantes o indiferentes al peligro para la nación.

Es hora de que el Congreso deje de presionar y exija a la Administración que modifique el GPS y proteja a la nación.

Fte. Nextgov (Gene McCall)

El Dr. Gene McCall se retiró como jefe científico del Air Force Space Command en la Base Aérea de Peterson. También sirvió como Presidente del Consejo Asesor Científico de la Fuerza Aérea y como miembro del Laboratorio Nacional de Los Álamos.

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