Los Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN acaban de reunirse para debatir la situación en Afganistán.
Lo que hemos presenciado en los últimos días es una tragedia para el pueblo del Afganistán. La situación sigue siendo muy difícil e impredecible.
Los Ministros han debatido una serie de cuestiones diferentes. En primer lugar, la continua evacuación de personas de países aliados y socios, y de afganos que trabajaron con nosotros.
Esta es nuestra prioridad inmediata.
La OTAN ha trabajado día y noche para mantener las operaciones en el aeropuerto internacional de Kabul, permitiendo que miles de personas salgan.
Alrededor de 800 miembros del personal civil de la OTAN han trabajado para mantener abierto el aeropuerto. Proporcionar control de tráfico aéreo, combustible y comunicaciones.
Les rindo homenaje porque trabajan en circunstancias muy difíciles.
También doy las gracias a las fuerzas militares de los Aliados de la OTAN, en particular a Turquía, Estados Unidos y Reino Unido, y a nuestro socio Azerbaiyán, por su papel vital en la seguridad del aeropuerto.
Y doy las gracias a todos los Aliados que hoy se han comprometido a recibir a los afganos en situación de riesgo.
En segundo lugar, discutimos nuestro enfoque hacia los que están en el poder en Kabul.
Los ojos del mundo están puestos en Afganistán. Esperamos que los talibanes cumplan sus compromisos y se aseguren de que el Afganistán no vuelva a convertirse en un refugio seguro para el terrorismo internacional.
Los talibanes deben poner fin a la violencia en todo el país y defender los derechos fundamentales de todos los ciudadanos afganos: hombres, mujeres y niños.
A lo largo de los años, la presencia de la OTAN y el apoyo de toda la comunidad internacional han permitido a los afganos lograr un progreso social, económico y político sin precedentes.
Cualquier gobierno afgano que intente deshacer este progreso corre el riesgo de ser aislado internacionalmente.
En tercer lugar, los ministros acordaron que no permitiremos que los terroristas nos amenacen de nuevo desde el Afganistán. El compromiso de la OTAN fue en respuesta a los ataques terroristas contra los Estados Unidos el 9/11.
Nuestro objetivo era impedir que los terroristas usaran Afganistán como refugio seguro para nuevos ataques contra nosotros. Y no se han organizado ataques terroristas en suelo aliado desde Afganistán en las últimas dos décadas. Estos logros deben preservarse.
Por nuestra propia seguridad.
Por último, hay preguntas difíciles que tenemos que hacernos sobre nuestro compromiso con Afganistán. Teníamos los ojos claros sobre los riesgos de retirar nuestras tropas.
Pero no se preveía la velocidad del colapso de los dirigentes políticos y militares afganos y de las fuerzas armadas.
Hay muchas lecciones que aprender. Y tengo la intención de llevar a cabo una evaluación exhaustiva del compromiso de la OTAN en Afganistán.
América del Norte y Europa deben seguir unidas en la OTAN.
Los acontecimientos que se están desarrollando en Afganistán no cambian esto.
El cambiante equilibrio de poder global, las acciones agresivas de Rusia y el ascenso de China hacen que sea aún más importante que mantengamos un fuerte vínculo transatlántico.
Honramos el servicio de los cientos de miles de militares y civiles aliados y asociados que han servido en Afganistán, y de todos los afganos que han estado con nosotros.