¿Cómo va la contraofensiva ucraniana?

Los informes filtrados desde Alemania y la discordia en la Cumbre de la OTAN apuntan a la consternación privada por el progreso de la ofensiva ucraniana para liberar el territorio ocupado.

A medida que Ucrania prosigue su contraofensiva contra Rusia en el este del país, se ha puesto el foco en la capacidad de Kiev para llevar a cabo el tipo de guerra que los aliados de la OTAN consideran necesaria para recuperar los territorios ocupados.

Recientes informes según los cuales Alemania está insatisfecha en privado con la actuación de Ucrania en la conducción de las operaciones de armas combinadas que han sido centrales en el equipamiento y entrenamiento proporcionados hasta ahora, arrojan algo de luz sobre el tipo de debates que se estarán produciendo entre los partidarios de Kiev.

El Departamento de Defensa estadounidense (DoD) se ha mostrado cauto a la hora de señalar a Ucrania, declarando a principios de esta semana que había estado haciendo «progresos lentos pero constantes» en su contraofensiva. A principios de julio, el DoD declaró que Ucrania «tiene la capacidad de combate» necesaria para su actual contraataque contra las fuerzas rusas, antes del anuncio de otro paquete de ayuda militar.

Desde entonces, voces occidentales se han hecho eco de esta opinión, afirmando que Ucrania disponía de la capacidad militar necesaria para llevar a cabo su operación ofensiva, aunque en particular faltaban sistemas de defensa antiaérea.

El 17 de julio, Ucrania también volvió a atacar el puente de Kerch, que conecta la Rusia continental con Crimea, territorio de Ucrania anexionado en 2014.

El apoyo público a Ucrania en su contraofensiva de siete semanas de duración por parte de los aliados occidentales ha sido sostenido, y los responsables de Defensa se turnaron para fotografiarse con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, en la Cumbre de la OTAN en Vilna.

Sin embargo, las notas de discordia fueron evidentes, incluso por parte del Secretario de Estado de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, lo que obligó al Presidente Zelenskyy a hacer una petición pública sin precedentes desde el podio de una conferencia de prensa para que su Ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, se pusiera en contacto con su homólogo británico para suavizar las cosas.

Otro factor a tener en cuenta en la contraofensiva ucraniana es la actuación de las tropas rusas, que han tenido tiempo de sobra para crear una red de posiciones defensivas y capas de campos de minas que impidan el movimiento a gran escala de blindados. Como siempre en la guerra, la ventaja la tiene la fuerza defensora.

Las fuerzas rusas tampoco muestran signos de abandonar sus posiciones, y los expertos occidentales afirman que «no hay que subestimar» la capacidad de Rusia para «resistir».

Un factor positivo posible a tener en cuenta para Ucrania es que aún no ha comprometido su segundo escalón de tropas en la contraofensiva, tomándose claramente su tiempo para identificar o crear una debilidad en las líneas rusas que pudiera ser explotada. Aunque se desconoce de qué está compuesto este segundo escalón, es posible que incluya tanques Challenger 2 británicos y Abrams estadounidenses proporcionados previamente a Ucrania.

Ya se han visto en el frente tanques europeos Leopard 2 y Leopard 1 operados por los ucranianos, y en un vídeo militar ruso se afirma haber destruido varios vehículos en los combates librados hasta ahora.

OTAN: la situación en el Mar Negro es «grave

El 26 de julio, la OTAN emitió un comunicado sobre la situación en el Mar Negro, días después de que Rusia optara por retirarse de la Iniciativa de Granos del Mar Negro, que permitía a Ucrania enviar alimentos muy necesarios desde sus puertos a los mercados internacionales.

Desde entonces, Rusia ha emprendido una campaña sostenida contra las infraestructuras portuarias que siguen en manos ucranianas, incluidos los principales complejos navieros de Odesa. También se han visto ataques contra graneros ucranianos a orillas del río Danubio, a sólo unos cientos de metros de territorio rumano y, por tanto, de la OTAN.

Moscú también ha advertido de que los buques que intenten transportar suministros ucranianos fuera del país podrían ser objeto de acciones ofensivas. Se ha informado de que las corbetas rusas están preparadas para llevar a cabo abordajes u operaciones cinéticas contra los buques comerciales que naveguen cerca de aguas ucranianas, mientras que también han circulado rumores de que Moscú podría llevar a cabo un ataque de falsa bandera contra el transporte marítimo.

La creación por parte de Rusia de una nueva «zona de advertencia» para disuadir a la navegación de acceder a los puertos ucranianos también invade la zona económica exclusiva de Bulgaria, miembro de la OTAN.

La creación por parte de Rusia de una nueva «warning area» para disuadir a la navegación de acceder a los puertos ucranianos también se adentra en la zona económica exclusiva de Bulgaria, miembro de la OTAN.

El comunicado de la OTAN del 26 de julio «condenaba enérgicamente» la decisión de Rusia de retirarse de la Iniciativa del Grano del Mar Negro y los recientes ataques con misiles y aviones no tripulados contra Odesa, Mykolaiv y otras ciudades portuarias, así como los ataques cerca de la frontera rumana.

El vicesecretario general de la OTAN, Mircea Geoană, declaró: «Rusia está amenazando barcos civiles, aterrorizando ciudades pacíficas y destruyendo partes del patrimonio cultural mundial con sus brutales ataques… Nos solidarizamos con nuestros aliados del Mar Negro, seguiremos protegiéndonos mutuamente y seguiremos apoyando a Ucrania todo el tiempo que haga falta».

Fte. Army Technology