Ucrania ha demostrado mucho ingenio e innovación con sus armas en su lucha contra las fuerzas invasoras rusas. Un ejemplo reciente de ello es el empleo de vehículos aéreos no tripulados (quadcopters) portadores de granadas termobáricas/FAE (Fuel Air Explosive).
Los UAV portadores de granadas son armas que buscan continuamente a las tropas rusas y sólo regresan a su operador para que les recargue las baterías o les instale otra granada tras un ataque con éxito. El uso de un pequeño UAV armado con una granada FAE no mata a muchos soldados rusos, pero su existencia aterroriza a las tropas rusas. Los cuadricópteros son objetivos pequeños y difíciles de alcanzar con fuego de fusil o ametralladora, manejados por operadores ucranianos cercanos que también toman notas de las posiciones de las fuerzas rusas. Los operadores de los UAV son difíciles de atacar porque los rusos no saben dónde están.
Los UAV son muy empleados por ambos bandos para vigilancia, reconocimiento y ataque. Estos UAV se han hecho comunes en la zona de combate porque ambos bandos han construido y desplegado miles de ellos, lo que ha sido revelador para analistas y líderes militares de todo el mundo. La invasión rusa de Ucrania hace dos años ha dado lugar a la primera, desde la Segunda Guerra Mundial, gran guerra entre naciones armadas con armas similares. Lo que es diferente es el uso intensivo de vehículos aéreos no tripulados. Esto ha provocado cambios en la táctica y, en menor medida, en la estrategia. Ucrania desarrolló y usa en gran medida los USV («Unmanned Surface Vehicles», vehículos de superficie no tripulados), principalmente para atacar objetivos y bases navales enemigas. Debido a estos USV, así como a los UAV, la Flota rusa del Mar Negro ha sufrido grandes pérdidas y ya no controla el Mar Negro. Los vehículos aéreos no tripulados que transportan explosivos han atacado buques y bases navales. Los buques de guerra y sus bases derriban UAV, pero como estos no están tripulados, el atacante puede permitirse perder muchos de ellos para dañar los buques y las bases navales rusas. Antes de esta revolución de los UAV, el atacante perdía más personal que el defensor. Los ataques con UAV invierten tal situación, ya que el defensor, por muy bien armado que esté, pierde mucho más personal que el atacante. Esta es una de las razones por las que los UAV de ataque llevan granadas FAE o armas FAE más grandes.
Rusia lleva mucho tiempo utilizando armas FAE, especialmente en Ucrania. A principios de la guerra de Ucrania, Rusia envió a Ucrania algunos de sus lanzacohetes termobáricos/FAE de 220 mm TOS-1A montados en tanques. Un TOS-1A transporta 24 cohetes de 220 mm, mientras que un vehículo de recarga independiente transporta dos módulos con cohetes.
Estas armas son un desarrollo relativamente reciente. Los esfuerzos para desarrollar una FAE viable comenzaron hace más de un siglo, durante la Primera Guerra Mundial, y continuaron hasta llegar a ser lo suficientemente eficaces para su uso por parte de los zapadores estadounidenses durante la guerra de Vietnam. Entonces se emplearon principalmente para crear campos de helicópteros instantáneos en la jungla. Rusia perfeccionó su tecnología termobárica una década más tarde, con la ayuda de los recientes avances estadounidenses en FAE. Rusia consideraba los dispositivos FAE armas químicas y veía sus vehículos TOS-1A como lanzallamas. Muchas naciones de la OTAN y respaldadas por Rusia también obtuvieron o desarrollaron algunas armas FAE.
Las FAE son armas increíblemente destructivas porque crean literalmente una bola de fuego. Su tamaño varía desde unos pocos metros de diámetro hasta más de 500. Las más pequeñas son granadas de mano FAE o pequeños proyectiles mientras que las más grandes son bombas transportadas por aviones. Algunos misiles balísticos de corto alcance también tienen opcionalmente ojivas FAE.
Técnicamente, los armas FAE pueden ser increíblemente destructivos, incinerando cualquiera que se encuentre dentro de la bola de fuego. Los intentos de prohibir las FAE por considerarlas inhumanas y un crimen contra la humanidad han fracasado. Esto se debe en gran parte a que los FAE son simplemente un explosivo especializado que no es radiactivo y no genera muchos fragmentos de metal. Las FAE pueden hacer cosas que los explosivos de gran potencia no pueden. Un ejemplo es la limpieza de campos de minas. Otro es destruir posiciones enemigas en una zona remota con muchos búnkeres subterráneos y rodeada de campos de minas. Desde el 11 de septiembre de 2001, las fuerzas estadounidenses han empleado regularmente FAE, algunas lanzadas desde el aire, para limpiar campos de minas. Las FAE detonan las minas y se adentran en cuevas o búnkeres para matar a cualquiera que se encuentre allí. Los terroristas islámicos han intentado, con éxito desigual, incluir FAE improvisadas para grandes atentados.
Rusia empleó por primera vez vehículos TOS-1 en Afganistán durante la década de 1980. En aquella época, sus cohetes TOS sólo tenían un alcance de 3.500 metros y demostraron rendimiento suficiente en Siria e Irak, como para reactivar las ventas de algunos sistemas antiguos. Una de las armas más singulares es el TOS-1A. TOS» significa «sistema pesado de lanzallamas» porque el TOS-1A sólo dispara cohetes equipados con ojivas FAE. El TOS-1A es un vehículo de 45 toneladas que se basa en un chasis de tanque T-72 con la torre sustituida por un lanzador en forma de caja para 24 cohetes de 220 mm. Los hay de dos tamaños: uno mide 3,3 metros de largo y pesa 173 kg, mientras que el otro mide 3,7 metros y pesa 217 kg. El cohete más grande tiene mayor alcance (6.000 metros). El TOS-1A no es un arma de fuego directo, sino que el vehículo está pensado para acercarse al objetivo, equipado con un telémetro láser y un sistema de control de tiro informatizado para elevar el lanzador hasta el ángulo adecuado para situar el cohete no guiado lo más cerca posible del objetivo.
Aunque el FAE puede ser muy eficaz, es un tipo de explosivo problemático que no se emplea mucho. Los FAE detonan y esparcen una niebla de combustible (tipo gasolina, o una mezcla de otros productos químicos), que luego inflaman, creando así una explosión de gran tamaño y aspecto impresionante, además de una potente explosión (denominada sobrepresión). La sobrepresión es lo bastante potente como para hacer estallar minas terrestres, al activar los sensores de presión de las minas antipersona y antitanque.
El uso de las armas FAE siempre ha sido complicado. Si el viento sopla en la dirección equivocada, o la humedad no es la adecuada, la explosión se desvanece. Rusia ha desarrollado nuevos diseños que superan muchos de estos problemas. Las actuales usan gas comprimido para formar la nube de combustible. A continuación, un detonador enciende la nube y provoca una enorme explosión. El efecto es similar al de un arma nuclear, ya que hay una enorme presión y muchas llamas. También se consume todo el oxígeno. Si uno no resulta aplastado o quemado, muere asfixiado por la falta de oxígeno. Los productos químicos modernos de la FAE son más capaces de filtrarse por donde pueda entrar el aire antes de detonar. En una cueva, todos mueren. Incluso los vehículos blindados son vulnerables porque parte del combustible a veces se filtra al interior del vehículo y provoca incendios al explotar.
El TOS-1 original se desarrolló en la década de 1980 y se empleó en combate en Afganistán en 1988. Al parecer, tuvo éxito, pero los rusos se estaban retirando y se llevaron sus TOS-1 con ellos. Con el colapso de la Unión Soviética en 1991, había poco dinero para construir o seguir desarrollando el TOS-1. En aquel momento sólo había unos veinte en servicio. Se los empleó en Chechenia durante la década de 1990 y el éxito fue suficiente para reactivar su desarrollo. Así surgió el TOS-1A en 2002 y su producción ha aumentado desde entonces. Se han encargado más de doscientos, la mayoría del modelo 1A. En Siria, las fuerzas de Assad han usado algunos de los TOS-1 más antiguos en combate, mientras que Irak compró una docena de TOS-1A que empleó ampliamente en la batalla por Mosul. En los combates urbanos, el TOS-1A es especialmente eficaz, ya que la sobrepresión puede matar o inutilizar a las tropas enemigas en el interior de edificios o búnkeres, así como hacer estallar minas terrestres y desactivar otros tipos de trampas explosivas. Argelia compró unos 52 TOS-1A y estacionó los primeros en llegar en la frontera libia. No está claro por qué Argelia compró vehículos TOS-1A. Azerbaiyán también encargó 36 de ellos y los empleó contra fuerzas armenias en zonas abiertas con cierto éxito. Armenia también ha comprado algunos vehículos TOS-1A.
En 2017, Estados Unidos empleó por primera vez en combate una de sus grandes bombas (9,8 toneladas) MOAB (Massive Ordnance Air Blast) FAE guiadas por GPS. La MOAB fue lanzada sobre un complejo de túneles y cuevas del ISIL ( Islamic State in Iraq and the Levant) en el este de Afganistán. Esta zona estaba custodiada por cientos de minas terrestres y trampas explosivas, además de varios centenares de los terroristas islámicos. La MOAB se conocía oficialmente como GBU-43/B, y actuó como se esperaba, dejando más de un centenar de muertos visibles. Algunos hombres del ISIL pueden haber sido vaporizados y otros enterrados en las profundidades de las cuevas y túneles derrumbados. Una gran explosión como ésta crea una sobrepresión que no sólo mata a las tropas que se encuentran en las profundidades de los búnkeres, sino que la onda expansiva también provoca su derrumbamiento.
La MOAB entró en servicio en 2003 y se construyeron quince, pero nunca se llegaron a usar por temor a que mataran a civiles cercanos. Se sabía que el complejo del ISIL en Afganistán estaba restringido a sus miembros y se había convertido en un importante lugar de almacenamiento de armas, munición y componentes para la fabricación de bombas. También era un centro de entrenamiento, especialmente para constructores de bombas. Las fuerzas afganas eran reacias a intentar tomarlo desde el terreno porque habían sufrido muchas bajas sólo con sondear las defensas. Las bombas inteligentes y los misiles guiados por láser podían destruir las entradas a cuevas y túneles, pero no a los hombres y el material que había en su interior. Este era el tipo de objetivo para el que estaba hecha la MOAB. Pocas horas después de la explosión, las tropas afganas y las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses avanzaron por las zonas destruidas por la sobrepresión y la explosión, incluidos los campos de minas, y no encontraron resistencia. Mediante robots y diversos sensores se descubrió que muchos de los objetos almacenados en esas cuevas estaban destruidos o enterrados. Excavar todo eso llevó mucho tiempo y fue necesario para recuperar información útil sobre las operaciones del ISIL.
La MOAB no se lanza desde bombarderos, sino que se empuja por la parte trasera de un avión MC-130E del SOCOM (Mando de Operaciones Especiales), o de cualquier avión similar con una rampa trasera como el C-17. La explosión puede sentirse a varios kilómetros de distancia y la nube en forma de hongo, que se eleva a más de 3.000 metros de altura, puede verse a más de 40 kilómetros.
La MOAB sustituyó a la bomba BLU-82 (Daisy Cutter) de la época de Vietnam, que empleaba una mezcla de 6,3 toneladas de nitrato de amonio y aluminio en polvo. La MOAB cuenta con explosivos tritonales más potentes. Además de una explosión más potente, la MOAB no necesita paracaídas, como la Daisy Cutter, sino que se sirve de un GPS (como la JDAM) y de un cuerpo aerodinámico para planear y detonar la bomba en una zona precisa. Así, la MOAB puede lanzarse desde mayor altura, fuera del alcance de ametralladoras y fusiles. La fuerza de la explosión de una MOAB es suficiente para derribar tanques y matar a cualquier persona expuesta en un radio de varios cientos de metros de la detonación.
Para no quedarse atrás, en 2005 Rusia reveló que había construido una bomba similar a la MOAB, pero la suya contenía 7,1 toneladas de un explosivo más potente que el la MOAB, y afirmaron que su radio de explosión era el doble que el de la MOAB. Mientras que la MOAB equivale a 11 toneladas de TNT, se dijo que la bomba rusa equivalía a 44. También parecía, por el vídeo de prueba ruso, que su bomba era un FAE (fuel air explosive). Esto podía verse en la típica explosión FAE de dos fases. Un video ruso también mostró el área alrededor de la explosión, y el daño fue consistente con una explosión FAE, y casi tan potente como la MOAB. Parece que los rusos estaban haciendo publicidad, no un anuncio objetivo de una nueva arma.
Rusia también llevó TOS-1A a Ucrania, donde pudieron emplear sus nuevos cohetes de 10 kilómetros de alcance. El cohete original de 3,5 kilómetros de alcance había sido sustituido por un modelo de seis kilómetros. Los cohetes de mayor alcance son importantes para la supervivencia de los TOS-1A. Rusia ha comprobado que en combate estos vehículos y su gran carga de cohetes FAE son vulnerables al fuego enemigo, especialmente de los ATGM (misiles guiados antitanque), algunos de los cuales tienen entre cinco y diez kilómetros de alcance y disponen de sistemas de guiado «dispara y olvida». Para proteger a los vehículos TOS-1A de todo esto, los TOS-1A suelen desplegar en medio de un grupo de otros vehículos blindados de combate. Los cohetes de mayor alcance hacen posible que los vehículos TOS-1A permanezcan detrás de una colina o de edificios para protegerse mientras dispara contra objetivos que no puede ver. Las tropas rusas proporcionan únicamente de cierto grado de control del fuego, por lo que al disparar una andanada de hasta 24 cohetes, la precisión es un factor poco importante. Esto llevó al desarrollo del TOS-2, un lanzacohetes FAE montado en camión que transportaba pods de cohetes más pequeños de doce cohetes, pensado para mantenerse fuera de la vista mientras hace fuego. La tripulación del TOS-2 y TOS-1 está compuesta por comandante, conductor y tirador.
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