Aeronáutica SDLE está trabajando en equipar sus sistemas aéreos no tripulados (UAS) con inteligencia artificial. Los sistemas serán capaces de detectar objetivos y reconocer comportamientos para servir, además de en vigilancia y seguridad, en aplicaciones sociales.
Aeronáutica SDLE está trabajando en equipar sus sistemas aéreos no tripulados (UAS) con inteligencia artificial. Los sistemas serán capaces de detectar objetivos y reconocer comportamientos para servir, además de en vigilancia y seguridad, en aplicaciones sociales.Mediante la simulación del comportamiento y la inteligencia humana, los UAS equipados con inteligencia artificial -o aprendizaje automático-, pueden detectar formas y espacios. Los drones con esta capacidad ya están dando resultados en aplicaciones como asistencia sanitaria en zonas remotas, cuidado del medio ambiente, agricultura de precisión, búsqueda y rescate o inspección de infraestructuras.
Además de los sistemas diseñados para servir en situaciones de alerta en vigilancia de recintos o para operaciones especiales de seguridad –el último desarrollo de Aeronáutica SDLE en este campo es la Plataforma de Reconocimiento Individual para operar en espacios interiores- la compañía con sede en Madrid está trabajando en soluciones de software con la mirada puesta en demandas futuras.
Robot personal: pequeños UAS autónomos destinados a misiones personalizadas que pueden mejorar la vida de las personas en el ámbito cotidiano. El sistema recibirá órdenes como puede ser la de dirigirse a un punto para recoger un pedido y realizará el recorrido, su misión y operación de regreso de forma autónoma, previa recepción de la alerta que el usuario haya programado.
Robot analítico: este robot analizará los parámetros necesarios para indicar el estado de salud del usuario. Estudiando estos datos, el dispositivo tratará de motivar al usuario hacia un estilo de vida más saludable y beneficiosa para él.
Agricultura robótica: el mantenimiento de huertos puede hacerse de forma completamente automatizada. Los robots inteligentes planificarán, plantarán, regarán, abonarán y cosecharán, basándose en el análisis de un continuo flujo de información recibido a través de los sensores. Una utilidad interesante será un aumento de higienización en los alimentos.
