La UK Chamber of Shipping exige al gobierno inglés más buques de guerra

La Cámara de Comercio de la Marina Mercante del Reino Unido (UK Chamber of Shipping) pide más buques de guerra para la protección de la flota mercante.

El Reino Unido ya no debe retrasar más la construcción de nuevos buques de guerra si quiere poder proteger la flota mercante, según Guy Platten, CEO de la Cámara.

Platten sostiene que la seguridad de Reino Unido y su economía dependen de la capacidad de la Royal Navy para proteger la flota mercante mundial y que los retrasos del Gobierno en los pedidos de buques de guerra tienen un impacto en el transporte seguro de los suministros de alimentos y energía del mundo.

A continuación, se reproduce su artículo completo:

“Los impresionantes videos del primer portaaviones Queen Elizabeth han causado una gran impresión en las redes sociales en las últimas semanas. Pero en realidad la Flota de la Royal Navy está sobrecargada y el Gobierno está demorando la toma de decisiones que afectan la seguridad de nuestro país y el transporte seguro de los suministros de alimentos y energía del mundo.

La seguridad de nuestra nación y su economía comercial dependen de la capacidad de la Royal Navy para proteger la flota mercante mundial. No es necesario decir que la situación geopolítica del mundo es cada vez más impredecible. Además, las amenazas a la seguridad marítima pueden poner en peligro el paso seguro de petróleo, alimentos, gas y otros productos cotidianos de los que dependemos.

Investigaciones preocupantes publicadas el mes pasado por Chatham House destacaron los vulnerables «chokepoints» en los corredores comerciales que podrían obstaculizar el flujo de suministros de energía, alimentos y bienes manufacturados, si el tráfico de buques en estas áreas se interrumpiera.

Dos de los críticos «chokepoints » identificados son el Canal de Suez y, al sur del canal, el estrecho de Bab al-Mandeb. La Royal Navy ha desempeñado un papel destacado en la operación de la EUNAVFOR en la región del Cuerno de África, escoltando buques mercantes a través de la zona de alto riesgo, plagada de ataques piratas.

La piratería somalí está teniendo un regreso alarmante. Durante los primeros tres meses de 2017, piratas armados secuestraron dos buques frente a las costas de Somalia, un área en la que previamente ningún barco mercante había sido secuestrado durante cinco años. También hubo otros cuatro conatos de incidente en la región durante el período, según cifras del Centro de Informes de Piratería de la Oficina Marítima Internacional.

La situación en el Cuerno de África es sólo una de una serie de amenazas que requieren una respuesta naval para asegurar que el comercio mundial siga avanzando.

En el Mediterráneo, los esfuerzos coordinados de las fuerzas navales europeas, incluida la Royal Navy, han salvado decenas de miles de vidas durante la crisis migratoria. El Ministerio de Defensa ha mantenido al menos un buque en el Mediterráneo sur-central desde abril de 2015, como parte de un esfuerzo internacional para salvar vidas e interrumpir la actividad de contrabando de personas. Los buques de la Royal Navy también contribuyen a la operación de la OTAN que brinda apoyo a los guardacostas griegos y turcos. En el otro lado del Mediterraneo, la Royal Navy está ayudando en la formación de la guardia costera de Libia para ayudar a mejorar el control fronterizo y contrarrestar las actividades de los contrabandistas de inmigrantes en el país.

El mantenimiento de una respuesta naval fuerte a la crisis migratoria en el Mediterráneo es clave. Por supuesto, los buques comerciales prestarán la ayuda necesaria a las personas en peligro, pero la responsabilidad última recae en aquellos que están mejor capacitados y equipados para emprender misiones humanitarias en el mar.

Pero el Gobierno no parece estar tomando en serio la renovación de la flota naval, lo que nos debería poner nerviosos a todos.

Las tres primeras de ocho fragatas del tipo 26 se construirán para la Royal Navy en los astilleros escoceses, según se anunció este mes. El Gobierno ha comprometido 4.700 millones de libras esterlinas al programa Tipo 26, cuya finalización está prevista para 2035.

Pero queda por ver si las ocho fragatas se botarán. Más sorprendente aún será si el proyecto se completa a tiempo y dentro del presupuesto – los proyectos anteriores no han establecido un buen precedente. En el caso del destructor Tipo 45, por ejemplo, el Ministerio de Defensa había planeado originalmente pedir 12 de los buques, que habrían reemplazado a una docena de los antiguos Tipo 42. Pero los pedidos firmes sólo se materializaron para seis destructores, que llegaron con dos años de retraso y más de 1.500 millones de libras de sobreprecio. (Luego estaba el pequeño problema que inmovilizaba el motor del buque en climas cálidos).

Afortunadamente, el proyecto de la clase Queen Elizabeth sigue en el calendario, pero su presupuesto original se ha duplicado a 6,2 mil millones de libras, porque el Gobierno no pudo decidir sobre un diseño.

No tenemos absolutamente más tiempo que perder, mucho menos dinero – la indecisión cuesta miles de millones.

La Estrategia Nacional de Construcción Naval del Gobierno, que debería ver la luz en la «Primavera de 2017», incluirá planes más detallados para renovar la flota de fragatas, pero aún no se ha materializado. Se han discutido nuevas fragatas multipropósito de los tipos 26 y 31E, pero esperamos claridad.

Al mantener el poder naval de Gran Bretaña, también mantenemos la seguridad de Europa y del mundo. No sólo eso, protegiendo la flota mercante mundial, la Royal Navy mantiene la luz encendida y la comida en la mesa. Es fundamental que el Gobierno evite más retrasos o desviaciones. Ordenen esas fragatas y muestren al mundo de qué está hecho el Reino Unido”.

Fte.: Naval Today