El astillero italiano Fincantieri acaba de presentar su nuevo submarino S800, construido para operar en aguas poco profundas o en alta mar. El S800 mide 51 metros de eslora, desplaza 850 toneladas sumergido y tiene 16 tripulantes. El S800 dispone de AIP (propulsión independiente del aire), que le permite viajar hasta una semana bajo el agua, moviéndose lenta y silenciosamente con su sonar pasivo capaz de detectar cualquier buque de superficie u otros submarinos. Su alcance máximo es de 3.600 kilómetros y su autonomía de 20 días.
El astillero italiano Fincantieri acaba de presentar su nuevo submarino S800, construido para operar en aguas poco profundas o en alta mar. El S800 mide 51 metros de eslora, desplaza 850 toneladas sumergido y tiene 16 tripulantes. El S800 dispone de AIP (propulsión independiente del aire), que le permite viajar hasta una semana bajo el agua, moviéndose lenta y silenciosamente con su sonar pasivo capaz de detectar cualquier buque de superficie u otros submarinos. Su alcance máximo es de 3.600 kilómetros y su autonomía de 20 días.Dispone de cuatro tubos lanzatorpedos que pueden transportar torpedos o minas navales. Hay espacio para una recarga de los tubos lanzatorpedos. La profundidad máxima es de 200 metros, velocidad máxima sumergido 27 kilómetros por hora y la velocidad máxima en superficie 16 kilómetros por hora. El S800 puede ir equipado con dos o cuatro tubos lanzatorpedos, cada uno con un torpedo italiano Black Shark guiado por cable. El primer S800 tardará unos cuatro años en construirse y el comprador puede elegir varias opciones. Cada S800 cuesta alrededor de mil millones de dólares, dependiendo de las opciones seleccionadas. Hay algunas opciones electrónicas de gama alta para el S800.
El S800 se basa en el S1000, de mayor tamaño (1.100 toneladas sumergidas) y fruto del esfuerzo conjunto de Fincantieri y una empresa rusa. El diseño del S1000 comenzó en 2005 pero, antes de que pudiera construirse el primero, el proyecto se detuvo por el ataque ruso a Ucrania en 2014. Las sanciones impuestas a Rusia llevaron a Fincantieri a retirarse del proyecto y Rusia no pudo continuar porque el S1000 dependía de mucha tecnología occidental que ya no estaba disponible para Rusia. La versión rusa del S1000 se llamó Amur y el trabajo que Rusia había realizado en el S1000/Amur se aprovechó en los submarinos de la clase Lada, que no usaban tecnología occidental y se estaban construyendo para sustituir a los de la clase Kilo…. En 2013, Rusia se planteó abandonar el proyecto S1000/Amur porque no conseguía atraer a ningún cliente de exportación para el Amur.
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