Rusia prueba un satélite que rastrea otros satélites, según EE.UU.

Cohete propulsor Soyuz-2.1ARusia probó un arma antisatélite a mediados de julio, al lanzar un proyectil desde un satélite en órbita, dijeron los mandos militares estadounidenses. Es la última arma que Rusia está desarrollando para atacar a las naves espaciales americanas, dice el mando de la Space Force.

«El sistema satelital ruso empleado para llevar a cabo esta prueba de armas en órbita es el mismo que nos preocupaba a principios de este año, cuando Rusia maniobró cerca de un satélite del gobierno estadounidense», dijo en un comunicado el general John Raymond, que manda el U.S. Space Command. «Esta es una prueba más de los continuos esfuerzos de Rusia para desarrollar y probar sistemas basados en el espacio, y consistente con la doctrina militar publicada por el Kremlin de emplear armas que ponen en riesgo los activos espaciales de EE. UU y sus aliados».

Un experto espacial dijo que los datos abiertos respaldan la evaluación del Pentágono.

«El 15 de julio, el Cosmos 2543 lanzó un objeto pequeño a una velocidad relativamente alta (unos 200 m/s o unas 400 mph), algo inusual para el típico despliegue de un satélite», dice Brian Wheeden, asesor técnico de la Secure World Foundation. Vimos algo similar en 2017 con el Cosmos 2521, al desplegar el Cosmos 2523. Hasta ahora ninguno de esos satélites desplegados ha golpeado nada, pero sus nodrizas han hecho acercamientos cercanos a otros satélites rusos».

Los responsables militares de EE.UU. han vigilado de cerca las anteriores pruebas orbitales rusas.

En septiembre de 2014, Rusia lanzó un satélite que realizó una serie de maniobras muy inusuales cerca de un par de satélites de comunicaciones Intelsat. Un alto funcionario de control de armas de EE.UU. dijo que la prueba mostró la hipocresía de Moscú.

«Este acontecimiento pone de relieve la hipócrita defensa rusa sobre el control de armas en el espacio exterior, con el que Moscú pretende restringir las capacidades de EE.UU., mientras que claramente no tiene intención de detener su propio programa antiespacial, tanto las capacidades antisatélite basadas en tierra como lo que parece ser el verdadero armamento antisatélite en órbita», dijo en una declaración Christopher Ford, secretario de Estado adjunto que actualmente desempeña las funciones de la Subsecretaría de Control de Armas y Seguridad Internacional.

Rusia también prueba el misil balístico antisatélite Nudol, con nueve lanzamientos desde camiones desde 2014, el más reciente en noviembre, según una lista actualizada de Weeden.

Una amenaza menos conocida, según Laura Seward Forczyk, fundadora de la empresa de consultoría y análisis espacial Astralytical, es que las provocadoras pruebas antisatélite presionan a gobiernos como el de EE.UU. y otros a seguir el ritmo de sus propios y costosos experimentos.

«El problema no es sólo que Rusia sigue probando los sistemas antisatélite (#ASAT), incluso de forma no destructiva», escribió en Twitter el jueves. «Presiona/alienta a los líderes de EE.UU. y a otras potencias espaciales a considerar o probar los sistemas ASAT. Es un peligroso ciclo de retroalimentación».

Fte. Defense One

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