Rusia está reacondicionando un sistema de artillería autopropulsado de la era de la Guerra Fría, después de que haya demostrado su utilidad en Siria. Se trata del 2S4, una versión autopropulsada del mortero remolcado de 240mm, que vio la luz durante la Segunda Guerra Mundial como M240.
El autopropulsado 2S4 de 30 toneladas apareció a finales de la década de 1970 y se mantuvo en producción hasta 1988.
El 2S4 es el M240 remolcado, de cuatro toneladas, montado en un chasis blindado, que también lleva el mismo equipo de nueve hombres que el M240. Ambos morteros disparan la misma munición, un proyectil de alto explosivo de 130 kg, que contiene 34 kg de carga explosiva.
Este mortero tiene suficiente blindaje, como para estar a salvo del fuego de ametralladora y de la mayoría de los fragmentos de proyectil. Su velocidad máxima es 62 km/h. por carretera y su autonomía 420 km. Dado que se ha estado moviendo por terreno muy duro, sus cadenas, al igual las de los tanques, se desgastan cada pocos miles de kilómetros y tienen que ser reemplazadas. A cambio, las cadenas le proporcionan gran movilidad en el campo de batalla. Esto es importante porque, al igual que todas las armas de este tipo es de corto alcance (aproximadamente 9.700 metros), distancia a la que preciso y eficaz, especialmente si dispara contra fortificaciones o en zonas urbanas.
Dispara un proyectil que puede transportar una variedad de cargas útiles. La versión básica de alto explosivo puede lanzar fragmentos letales a 150 metros. Pero lo que ha mantenido el mortero de 240 mm en servicio es el proyectil anti búnker, que puede atravesar varios metros de tierra y hormigón para destruir fortificaciones subterráneas o atacar a tropas situadas en el sótano de un edificio de varios pisos.
Su proyectil incendiario puede destruir la mayor parte de una gran estructura, lo que resulta útil cuando se dispara contra almacenes o edificios industriales.
Dispone de un proyectil asistido por cohete de 240 mm, con un alcance de 20 kilómetros, que emplea una cabeza de guerra de menor tamaño y precisión. Esta fue una de las razones por las que se desarrolló una granada guiada por láser de 240 mm, una década después de que el 2S4 entrara en servicio.
En el lado negativo, su velocidad de tiro es baja, un disparo por minuto, a pesar de cargarse por la recámara. La dotación del 2S4 emplea una grúa incorporada para levantar los proyectiles y posicionarlos en el mecanismo de carga.
Los 2S4 rusos también se usaron durante la década de 1980 en Afganistán, cuando se probó el primer proyectil de artillería guiado por láser que entró en servicio: el Daredevil.
Tanto Rusia como Estados Unidos comenzaron a desarrollar bombas guiadas por láser en la década de 1970: el proyectil americano Copperhead de 155mm entró en servicio en 1982, y unos años después apareció el Daredevil, menos sofisticado pero viable.
El problema del Daredevil era que, el campo de visión de su detector láser era de visión estrecho, por lo que había que disparar antes uno o dos proyectiles no guiados al objetivo, para que el observador avanzado que apuntaba con un láser, pudiera estar seguro de que su rayo sería detectado por el sistema de guía del Daredevil. Este proyectil guiado se utilizó con éxito en Afganistán y a principios de los años noventa en Chechenia.
En la década de 1990, Rusia también había desarrollado un sistema de mortero de 120 mm guiado por láser más eficaz, basado en el Krasnopol, su versión del Copperhead americano.
El Krasnopol entró en servicio al final de la Guerra Fría y en los años 90 se desarrollaron versiones mejoradas, que eran lo suficientemente pequeñas para su empleo en proyectiles de artillería de 122 mm y proyectiles de mortero de 120 mm. Parece que esta tecnología se está aplicando al Daredevil, porque este proyectil se utiliza ahora sin los dos proyectiles no guiados para comprobar la precisión.
Aproximadamente una docena de 2S4 permanecieron en servicio en el Ejército ruso después de que la Unión Soviética se disolviera en 1991. Otros 24 fueron exportados a Siria, donde se utilizaron durante la década de 1980 (en la guerra civil libanesa), mientras que Rusia almacenó cerca de 400 en almacenes «seguros» (que no los dejó desatendidos a la intemperie). Estos están siendo sacados del almacén, renovados y equipados con comunicaciones actualizadas y electrónica de fuego. Basándose en el número de batallones 2S4 que Rusia anunció recientemente que se están formando, se puede estimar que se están actualizando hasta un centenar de 2S4.
Rusia puede que ya lo haya hecho a algunos de los 2S4s supervivientes del Ejército sirio.
Siria y varias otras naciones de Europa del Este recibieron morteros M240 durante la Guerra Fría, algunos de los cuales siguen en servicio. Siria empleó el M240 sin éxito contra las fortificaciones israelíes durante la guerra de 1973 y de nuevo en 1989 contra las facciones anti sirias en la guerra civil libanesa. En 2011 Siria volvió a usar sus M240 y 2S4 durante la guerra civil, pero su uso se ha visto limitado, hasta 2016, por la escasez de municiones. Las tropas rusas entraron en Siria a mediados de 2015 y con ello llegaron mucha ayuda técnica, piezas de repuesto y municiones para reactivar los tanques, aviones y artillería sirios. Los M240s y 2S4s sirios se observaron en los combates urbanos de 2016 y 2017, especialmente en Aleppo, donde los proyectiles 2S4 se confundían a menudo con bombas guiadas por GPS o láser.
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