Las pequeñas y medianas empresas (pymes) son un pilar fundamental de la industria de defensa y seguridad, contribuyendo significativamente tanto a la cadena de suministro como a la innovación tecnológica. Representan la mayor parte del tejido empresarial del sector y son esenciales para su buen funcionamiento y desarrollo.
Importancia de la Cadena de Suministro
Las pymes actúan como el corazón de la cadena de suministro en la industria de defensa. De hecho, de las aproximadamente 600 empresas del registro de suministradores que mantiene el Ministerio de Defensa, el 64 % son pymes y el 20 % microempresas. Si bien el 16 % representado por las grandes empresas concentra el 80 % del presupuesto, en esas cifras la cadena de suministro participa de manera relevante. A pesar de que el sector está dominado por unos pocos grandes contratistas principales (tractores como Airbus, Indra o Navantia), son las pymes las que conforman la vasta red de proveedores y subcontratistas. El caso español es muy parecido al que se da en los países de nuestro entorno. Por ejemplo, el Reino Unido exige que el 80 % de los elementos de los sistemas de armas que adquiere sean nacionales. En España no hay una exigencia expresa, pero se baraja que al menos un 70% de componentes, conjuntos y subconjuntos sean de origen nacional, algo que, lamentablemente, no se cumple. Las pymes presentan unas características diferenciales:
- Complementariedad: las pymes complementan a las grandes empresas, proporcionando componentes especializados, subsistemas y servicios críticos. Sin su participación, los grandes contratistas no podrían llevar a cabo la integración de los sistemas complejos que caracterizan a los productos de defensa.
- Flexibilidad y agilidad: por su tamaño, las pymes son más ágiles y flexibles para adaptarse a las demandas cambiantes y a los requisitos específicos de los proyectos. Esta capacidad de respuesta es crucial para la gestión eficiente de la cadena de valor, especialmente en un sector con plazos y especificaciones tan estrictas.
- Cohesión territorial: la distribución geográfica de las pymes a lo largo de «corredores industriales y polígonos» ayuda a reforzar la cohesión territorial y a extender los beneficios económicos derivados de las inversiones en defensa a diferentes regiones.
Importancia de la innovación tecnológica
La innovación es un factor clave en el sector de seguridad y defensa, y las pymes desempeñan un papel vital en este ámbito. Su contribución es especialmente trascendente en el desarrollo de tecnologías de doble uso (con aplicaciones tanto civiles como militares).
- Motor de I+D: las pymes son a menudo el motor de la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) de vanguardia. Su modelo de negocio les permite centrarse en nichos tecnológicos de alta especialización, como la ciberseguridad, la robótica, los nuevos materiales, los sistemas autónomos o la fabricación aditiva. Estas tecnologías son indispensables para la modernización de las fuerzas armadas.
- Nuevas soluciones: aportan soluciones creativas e innovadoras que las grandes corporaciones, con estructuras más rígidas, a veces no pueden desarrollar tan rápidamente. Esta capacidad de innovar se valora cada vez más, y las políticas de defensa de muchos países, como el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa de España, están orientadas a fomentar la participación de pymes y startups. En general, se trata de organizaciones orientadas a la innovación abierta y colaborativa, algo esencial a la hora de plantear innovaciones disruptivas.
- Valor añadido: las pymes añaden valor a los programas de defensa al aportar tecnología e investigación que las grandes empresas necesitan para mantener su competitividad y cuota de mercado. La colaboración entre ambos tipos de empresas es esencial para fortalecer la base industrial y tecnológica de la defensa de una nación.
Sin embargo, la exigente regulación del sector puede parecer una insalvable barrera de entrada capaz de disuadir a valiosas iniciativas duales. De hecho, los reglamentos de armas y explosivos son los más exigentes de la Unión Europea, lo que dificulta el acceso de las pequeñas empresas al sector. Por otra parte, la necesidad de acceder a documentación clasificada sumerge a los pequeños emprendedores en un lento proceso de habilitación de su compañía y de todo su personal involucrado. La burocracia española es manifiestamente mejorable en acceso, trámites, plazos, flexibilidad y atención al administrado.
La perseverancia y la paciencia suelen tener el premio de acceder a un mercado exigente, inversor y dinámico. En mi vida profesional he asistido al éxito de muchos empresarios que vieron crecer sus negocios gracias a la entrada en el sector.
Pero, ¿cómo entrar en el sector dual?
La manera de acceder al mercado de la defensa y seguridad depende en gran medida del nivel de madurez (TRL de 1 a 9) del producto o servicio que se ofrezca. La entrada tiene muchas puertas:
- Investigación básica con posibles aplicaciones en el sector, TRL de 1 a 5, desde la sensórica a la biomedicina, alimentación, textil, nuevos materiales, etc.
- Formar parte de la cadena de suministro de las empresas asentadas en el sector.
- Venta directa a defensa, algo muy complejo para las pymes, aunque puede ser posible formando parte de UTEs.
- Ceder prototipos funcionales para que los potenciales usuarios realicen pruebas y demostraciones. La información de retorno siempre ayuda a mejorar el producto.
- Participar en programas de defensa, sean nacionales o europeos.
- Darse a conocer mediante la participación en ferias, congresos y eventos (networkig)
Entre las claves para las pequeñas empresas que pretendan entrar en el sector, podemos citar:
- Estudiar el mercado detalladamente: buscar productos que se diferencien de lo existente, resuelvan un problema o creen una necesidad no sentida. Visitar ferias para conocer la oferta y no tratar de inventar la rueda.
- Enfocarse en tecnologías de doble uso: muchas de las necesidades del sector se centran en tecnologías que tienen aplicaciones tanto civiles como militares. Para ello hay que identificar nichos duales, como inteligencia artificial (análisis predictivo, vigilancia autónoma…), ciberseguridad (protección de infraestructuras críticas…), aeroespacial (drones, observación terrestre…), comunicaciones avanzadas, etc.
- Aprovechar la I+D+i civil: adaptar tecnologías ya probadas en el sector civil (como soluciones de internet de las cosas, big data, videojuegos, biometría, alimentación, veterinaria…) a los requerimientos específicos de la defensa y la seguridad. En ocasiones, es posible “militarizar” productos civiles, como autogiros, vehículos todo terreno, filtros EPA, sistemas de climatización, biomarcadores y un sinfín de artículos usados por las fuerzas armadas, protección civil, emergencias y fuerzas y cuerpos de seguridad.
- Acceder a programas y financiación específicos: existen iniciativas a nivel nacional y europeo diseñadas para facilitar la entrada de pymes y startups, como el Fondo Europeo de Defensa, que ofrece financiación para proyectos de I+D+i en defensa, incluyendo la participación de pymes y startups.
- Considerar la participación en el Acelerador de Innovación en Defensa para el Atlántico Norte (DIANA), que ofrece un marco para que las startups desarrollen soluciones disruptivas para la defensa.
En algunas ocasiones es necesario presentar cartas de intenciones y, lo que es más difícil de obtener, cartas de recomendación emitidas por un organismo oficial, en las que se explicite el posible interés por el producto o servicio que se ofrece.
Colaboración, cooperación y alianzas estratégicas
El sector suele estar dominado por grandes contratistas, por lo que la colaboración es crucial:
- Subcontratación y socios tecnológicos: establecer acuerdos de colaboración con las grandes empresas tractoras (como Indra, GMV, Oesía…) para convertirse en proveedor de tecnologías especializadas. Muchas de esas empresas buscan incorporar la agilidad y la innovación de las startups a sus grandes proyectos.
- Alianzas público-privadas: colaborar con organismos de la Administración Pública, cuerpos de seguridad o agencias de emergencias para proyectos piloto o pruebas de concepto que validen la tecnología propia en entornos reales.
Entender el proceso de contratación y certificación
El sector de defensa y seguridad tiene requisitos muy estrictos de verificación y validación, por lo que previamente a cualquier suministro hay que asegurarse de cumplir con los altos estándares de seguridad y las certificaciones necesarias. Se trata de un requisito no negociable.
Por supuesto hay que conocer la Ley de Contratos en la que se fijan los procedimientos de contratación pública; a veces los pliegos incluyen mecanismos que reservan espacios a la participación de pymes.
Participación en el ecosistema
Establecer relaciones y estar visible en el sector es vital. Para ello, conviene asistir a ferias y eventos, entre los que destaca la Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España (FEINDEF) que se organiza en Madrid cada dos años. Este tipo de eventos sirven para presentar productos y servicios y establecer contactos con clientes y grandes empresas.
Las asociaciones sectoriales representan a la industria de defensa y seguridad (como AESMIDE, TEDAE o TECDUAL) y pueden ser de gran ayuda para estar al día de oportunidades y retos.
Pero para las pymes, el mayor problema al que se enfrentan es la financiación, cuyo impulso viene fundamentalmente de la Unión Europea y la OTAN sin descartar otras fuentes nacionales y privados:
- EDF (Fondo Europeo de Defensa): subvenciones directas para I+D. Es el programa más importante. Dedica convocatorias específicas para pymes y startups en tecnologías disruptivas. La convocatoria de 2025 incluye temas como guerra submarina, simulación, entrenamiento y tecnologías disruptivas.
- EUDIS (European Defence Innovation Scheme): se orienta a la aceleración, mentoría y apoyo no dilusivo (hasta 500.000 €). Incluye el EUDIS Business Accelerator, que selecciona anualmente startups con soluciones de doble uso para proporcionarles formación, networking con ministerios de defensa y acceso a instalaciones de prueba y ensayo.
- DIANA (Defence Innovation Accelerator for the North Atlantic): financiación y aceleración. Lanza “retos” periódicos sobre temas críticos (resiliencia energética, ciberseguridad, sensórica…). Ofrece financiación, mentoría y acceso a una red de centros de pruebas. España cuenta con una aceleradora DIANA (INCIBE-UPM), lo que facilita una puerta de acceso para las startups nacionales.
- FEI (Fondo Europeo de Inversiones) y ENISA (Empresa Nacional de Innovación) firman acuerdos que movilizan financiación (préstamos y garantías) para pymes y startups innovadoras en España, muchas de ellas con tecnologías aplicables a seguridad y defensa.
- Programas nacionales: España está reforzando sus mecanismos de inversión interna con enfoque dual. Debe consultarse el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa. Los planes de inversión del Ministerio de Defensa, con un presupuesto considerable, contempla inversiones en el desarrollo y adquisición de nuevas tecnologías blandas (software) y gestión de emergencias, áreas ideales para startups.
- Programa COINCIDENTE de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM): fomenta la innovación dual. Financia proyectos de I+D+i, muchos de ellos finalistas, que puedan tener aplicación tanto civil como militar. Busca activamente soluciones innovadoras en robótica, IA, navegación, etc.
- Red.es (y otras entidades) lanza convocatorias específicas para proyectos de I+D+i en IA y tecnologías de doble uso. Los proyectos subvencionables suelen tener un presupuesto mínimo y máximo definido (400.000 a 5.000.000 €).
- CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación). Además de gestionar fondos europeos, el CDTI ofrece diversas líneas de financiación (préstamos, ayudas) para proyectos tecnológicos e innovadores que son aplicables al ámbito de la Seguridad y la Defensa.
- ICO (Instituto de Crédito Oficial): funciona de forma parecida a la banca proporcionando préstamos con un tipo de interés interesante y la posibilidad de contar con periodos de carencia.
- Fondos de inversión privados: cada vez más presentes en el sector, llegan atraídos por las crecientes inversiones públicas. Tratan de entrar en proyectos duales innovadores con participaciones minoritarias en el capital social. Aportan experiencia en áreas como la financiera, comercial, jurídica, relaciones profesionales… dejando a los “cerebros” de la empresa concentrarse en el desarrollo de su producto o servicio.
Para el emprendimiento dual, hay que creer en lo que un día dijo Goethe:
Hasta que uno se compromete, existe la duda, la posibilidad de retirarse, ineficiencia permanente. En todos los actos de iniciativa y creación existe una verdad elemental, y el ignorarla elimina innumerables ideas y planes magníficos: en el momento en que uno se compromete, también interviene la providencia. Ocurren entonces todo tipo de cosas positivas, que de otro modo nunca se habrían producido. Una serie de acontecimientos derivan de esa decisión, poniendo a favor de uno incidentes fortuitos, encuentros y apoyo material, que nadie podría haber soñado con lograr.
Sea cual fuere tu sueño, comiénzalo. La audacia tiene genio, poder y magia.
Manfredo Monforte Moreno
GD (r) Dr. Ingeniero de Armamento. MBA. MTIC. Artillero
De la Academia de las Ciencias y las Artes Militares
GD (r) Dr. Ingeniero de Armamento. MBA. MTIC. Artillero
De la Academia de las Ciencias y las Artes Militares
