El pasado 15 de marzo, aviones de combate rusos obligaron a un vehículo aéreo no tripulado estadounidense a estrellarse en aguas internacionales.
A pesar de la provocadora acción por parte de los militares rusos, es poco probable que el incidente provoque una escalada en el conflicto de Ucrania y arrastre a Estados Unidos, y posteriormente a la OTAN.
Drone derribado
El Mando Europeo de Estados Unidos (EUCOM) anunció que un caza ruso Su-27 Flanker voló agresivamente alrededor de un sistema aéreo no tripulado estadounidense MQ-9 Reaper y finalmente lo obligó a estrellarse en el Mar Negro.
El avión no tripulado sobrevolaba el espacio internacional y realizaba una misión de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) cerca de Ucrania cuando aparecieron dos cazas rusos Su-27 Flanker.
Los aviones rusos acosaron al dron estadounidense arrojándole combustible y volando muy cerca de él para obligarle a cambiar de rumbo. Durante una de estas arriesgadas maniobras, uno de los cazas rusos colisionó con el MQ-9 Reaper.
«Nuestro avión MQ-9 estaba realizando operaciones rutinarias en el espacio aéreo internacional cuando fue interceptado y alcanzado por un avión ruso, lo que provocó un accidente y la pérdida total del MQ-9», declaró en un comunicado de prensa el general James B. Hecker, Comandante General de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa y África.
Heckler indicó que el peligroso vuelo por parte de los rusos casi les cuesta un caza, ya que el Su-27 Flanker que colisionó con el MQ-9 Reaper también resultó dañado.
«Varias veces antes de la colisión, los Su-27 vertieron combustible y volaron delante del MQ-9 de forma temeraria, poco respetuosa con el medio ambiente y poco profesional. Este incidente demuestra falta de competencia, además de ser inseguro y poco profesional», dijo EUCOM en un comunicado, agregando que, los pilotos rusos llevan tiempo actuando agresivamente contra aviones tripulados y no tripulados de la OTAN.
Ya en otoño, un caza ruso lanzó un misil contra un avión espía británico, pero sin conseguir su objetivo. Desde entonces, los cazas británicos acompañan a cualquier avión no armado que realice misiones en torno a Ucrania.
«[El incidente] sigue una pauta de acciones peligrosas por parte de pilotos rusos cuando interactúan con aeronaves estadounidenses y aliadas sobre espacio aéreo internacional, incluso sobre el Mar Negro. Estas acciones agresivas por parte de la tripulación rusa son peligrosas y podrían llevar a un error de cálculo y a una escalada involuntaria.»
La escalada en Ucrania es improbable
La probabilidad de una escalada a causa de este incidente es extremadamente pequeña. De hecho, no beneficiaría a ninguna de las partes en este momento.
Por parte rusa, lo último que quiere el Kremlin ahora mismo es que la OTAN entre en la guerra: un ataque contra EE.UU., como este incidente, podría activar el Artículo 5 de la OTAN e implicar a toda la Alianza Atlántica en el conflicto.
Rusia intenta derrotar al Ejército ucraniano pero sería derrotada en una guerra convencional con la OTAN.
Por parte de Estados Unidos, no hay ninguna posibilidad de que entre en guerra con Rusia por un dron.
No se desea que tal conflicto se produzca. De hecho, EE.UU. sigue debilitando a uno de sus adversarios casi pares a través de Ucrania, y tiene poca necesidad de comprometerse.
Fte. 19FortyFive