Nuevos misiles antibuque de Reino Unido listos para operar

Martlet y Sea Venom, los dos nuevos misiles antibuque aire-superficie de la Royal Navy, han completado extensas pruebas en el Atlántico.

Alrededor de 30 personas -tripulaciones aéreas, científicos, meteorólogos, pilotos de prueba/ingenieros y técnicos de la Royal Navy, el Ministerio de Defensa, la ciencia y la industria- participaron en las pruebas, en las que el helicóptero Wildcat del 815 Naval Air Squadron aterrizó y despegó más de 900 veces en diferentes condiciones y con diferentes cargas útiles de día y de noche.

Las pruebas en el Atlántico y el Mediterráneo tienen por objeto ayudar a redactar el manual de uso del arma en diversas condiciones meteorológicas y marítimas, lo que permitirá a los aviadores del Fleet Air Arm hacer frente a pequeñas y grandes amenazas para la Flota.

Ambos misiles se engloban en el concepto de Future Anti-Surface Guided Weapon:

  • Martlet, un misil ligero que pesa sólo 13 kg, destinado a objetivos más pequeños o poco protegidos;
  • Sea Venom, con una potencia diez veces superior a la de Martlet, para buques de guerra más grandes y con mayor blindaje.

El montaje de cualquiera de las dos alas especiales afecta a la forma en que se maneja el helicóptero, por lo que para determinar los límites de seguridad en el vuelo, conocidos como límites operativos del helicóptero, un Wildcat especialmente modificado y repleto de sensores se unió al buque de entrenamiento de aviación RFA Argus durante un mes.

Una miríada de condiciones influye en el rendimiento de un helicóptero: la velocidad del viento, la dirección y el flujo de aire sobre la cubierta, la humedad, la temperatura, el estado del mar, el cabeceo y el balanceo de la cubierta, así como el peso y la configuración de la propia aeronave.

Argus navegó más de 8.000 millas en el Atlántico, sobre todo entre las Islas Canarias y Cabo Verde, y luego en el Mediterráneo, en busca de diferentes condiciones meteorológicas.

El Martlet se desplegó por primera vez el pasado otoño durante la misión del HMS Queen Elizabeth en el Pacífico. Su objetivo es eliminar las amenazas más pequeñas para la Flota: embarcaciones de ataque rápido, lanchas motoras y patrulleras con su carga explosiva de 3 kg, ya que Martlet se precipita sobre su objetivo a dos veces la velocidad del sonido.

Según los resultados iniciales, el equipo afirma que las pruebas superaron las expectativas, ya que el Wildcat acumuló 87 horas con cargas de armas en siete configuraciones diferentes, con el helicóptero cargado en ocasiones hasta más de seis toneladas.

Una vez analizados, los datos servirán de guía a la tripulación de aire/tierra, desde los recién salidos de la formación hasta los aviadores más experimentados del Fleet Air Arm, para operar un Wildcat armado con Martlet/Sea Venom en fragatas, destructores, auxiliares y portaaviones de la clase Queen Elizabeth.

Fte. Navaltoday.com