Modernización del combatiente: lecciones de letalidad

Cualquier nuevo sistema de armamento que un ejército desee introducir sumará una carga a las que ya soporta en el campo de batalla.

En el pasado, los esfuerzos por mejorar la letalidad y la potencia de fuego de las unidades de infantería desmontadas fueron lentos y graduales, siendo el principal factor limitante su capacidad para transportar equipos pesados durante largos periodos de tiempo.

Los programas de modernización de los soldados rara vez han aportado los cambios de capacidad que se pregonaban. Los planes de sistemas futuristas han implicado a menudo demasiados riesgos o costes de desarrollo, lo que ha llevado a la reducción y disminución de muchas de estas iniciativas. Sin embargo, la reciente experiencia de combate adquirida por las tropas de la OTAN en Afganistán y la llegada de la llamada era de la Great Power Competition hacen que exista una renovada urgencia por aumentar el poder ofensivo de la infantería.

Mike McCarthy, subdirector de la Close Combat Lethality Task Force (CCLTF) de la Oficina del Secretario de Defensa de Estados Unidos, declaró a Army Technology que en la historia de las formaciones de combate cuerpo a cuerpo, las unidades desmontadas «representan alrededor del 4% del total de la fuerza, pero sufren alrededor del 90% de las bajas, y no ha habido grandes avances reales para hacerlos más letales, eficaces, protegidos y resistentes».

En desventaja y superados en armamento

Los problemas de peso persisten, pero la demanda de adoptar armas más letales es cada vez mayor. En la guerra ruso-ucraniana, desde febrero de 2022, y en el conflicto de Nagorno-Karabaj entre Azerbaiyán y Armenia, entre septiembre y noviembre de 2020, las unidades de infantería de primera línea han recurrido al uso de drones y municiones de merodeo para ampliar el alcance y puntería de sus ataques. En Ucrania, el uso de misiles antitanque guiados (ATGM) ha sido bien publicitado como una de las armas importantes usadas por los ucranianos para neutralizar el ataque inicial de las fuerzas rusas.

En Afganistán, las unidades de infantería de la OTAN se vieron a menudo superadas por adversarios que empleaban fusiles de mayor alcance y mayor calibre. Los informes del Ejército de EE.UU. hicieron notar que los fusiles estándar de la OTAN de 5,56 mm carecían del alcance y de impacto necesarios para responder, por lo que únicamente las armas de mayor calibre, como el 7,62mm, podían entrar en combate. Por esta razón, se analizan importantes cuestiones sobre la forma de proporcionar nuevas armas y equipos a la infantería sin aumentar excesivamente su carga.

McCarthy explicó que no se trata sólo del entrenamiento físico, «también de la dieta, la gestión de la fuerza física y la búsqueda de equipos más ligeros: los soldados llevan una carga pesada, así que ¿cómo podemos hacerla más ligera?».

Nuevos sistemas significan más entrenamiento

Pero el peso de los nuevos equipos no es el único factor a tener en cuenta. Ben Barry, investigador principal del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, declaró a Army Technology: «En teoría se puede dar un dron [táctico] a cada soldado, pero eso da a cada soldado algo más que hacer y algo más en lo que formarse: tiene que ser un experto».

Barry explicó que los operadores de drones necesitan saber cómo y cuándo desplegarlos. Por ejemplo, necesitan saber si hay otras aeronaves en la zona y si son amigas o no, que los drones no deben usarse en el mismo espacio aéreo en que se está haciendo fuego con morteros, o cuándo es el momento y el lugar adecuados para su uso, teniendo en cuenta las interferencias del GPS. «Usar un dron a una milla de distancia también significa ser capaz de relacionar el dron con el suelo, aprender a usarlo requiere entrenamiento y experiencia», añadió.

Lo visto hasta ahora en Ucrania indica que las operaciones con drones las llevan a cabo operadores cualificados a tiempo completo. Por lo tanto, para Barry una de las cuestiones clave es dónde deben incorporarse las nuevas armas y capacidades, ya sea en el pelotón, la sección, la compañía o en formaciones de mayor nivel.

«Las organizaciones militares del futuro probablemente necesitarán equipos especializados de operadores de drones tácticos y, desde luego, de operadores de municiones de merodeo. Estos activos pueden estar en el batallón, quizá en una compañía o incluso en un pelotón o sección, pero en mi opinión se necesitan equipos especializados», explicó Barry.

Pese a las lecciones de Nagorno-Karabaj y Ucrania, será siendo necesario un proceso de aprendizaje sobre cómo emplear estas armas a nivel operativo, especialmente en un contexto militar occidental.

Cualquier arma nueva tendrá que añadirse a los inventarios existentes de ATGM, morteros, ametralladoras y fusiles. Los ATGM son otro factor importante a tener en cuenta debido a su peso, tamaño y volumen.

«Esto plantea dificultades a nivel de pelotón y sección, ya portar una de estas armas (12Kg.) será más lento y tendrá menos móvil que los demás soldados», explicó Barry. «Se necesita gente que sepa cómo usarlas y sacarles el máximo partido, porque son armas de un solo disparo», añadió.

De nuevo se plantea la cuestión de dónde se encuentran estos expertos. ¿Debería haber unidades de operadores antitanque adscritos a unidades tipo sección o mantenerse a nivel de compañía o incluso de batallón y distribuirse según sea necesario? Diferentes ejércitos tomarán diferentes decisiones.

Creo que no es realista esperar que las armas anticarro pesadas como las NLAW sean portadas por las mismas personas que participan en los combates cuerpo a cuerpo», afirmó Barry. «Una de las incógnitas importantes, sobre la que no ha habido comentarios ni informes, es «¿cuál es el carácter de los combates cuerpo a cuerpo a pie en Ucrania?». Habrán tenido lugar combates entre las infanterías de ambos bandos mediante el fuego de armas ligeras y gran empleo de armas contracarro.»

El Ejército estadounidense plantea aumentar la letalidad

En un intento por aumentar la letalidad del combatiente y conseguir la superioridad en el campo de batalla frente a adversarios similares o casi similares, el Ejército de EE.UU. ha decidido adoptar nueva munición de 6,8 mm. Su proyecto Next Generation Squad Weapon sustituirá parcialmente a las armas M4 y M249 de 5,56 mm. En abril de 2022, el equipo de adquisición de soldados de la Oficina Ejecutiva del Programa seleccionó una solución de Sig Sauer que proporciona cartuchos híbridos de latón y acero SIG 6,8x51mm FURY junto con el fusil XM5 y la ametralladora ligera XM250.

Además de que la munición puede soportar presiones de 80.000 psi, lo que permite que el proyectil llegue más rápido y más lejos, los proyectiles son casi tres veces más pesados que los de 5,56 mm, lo que a cambio, significa que cada soldado lleva menos municiones.

Barry cree que menos munición es un problema. Explicó que estar bajo fuego enemigo nunca es una experiencia agradable y a los soldados les gusta devolver el fuego al enemigo porque les tranquiliza y les proporciona un importante efecto psicológico.

Sin embargo, McCarthy afirmó que se trata de una «cuestión de educación» y que los soldados tienen que estar entrenados para combatir con este tipo de armas. Aunque el cartucho de 6,8 mm es más pesado, McCarthy dijo que también «tiene un mayor poder de destrucción, por lo que no es necesario llevar tantos. Es un compromiso: menos cartuchos, más precisión, mayor letalidad. Puedes reducir el peso reduciendo el número de cartuchos que tienen que llevar».

Y añadió: «Encuentra tu objetivo, enfréntate a tu objetivo. No te limites a disparar un montón de balas y esperar que den en el blanco».

Pero para McCarthy la letalidad va más allá de las armas. Aunque los detalles son confidenciales, el CCLTF está trabajando en varias líneas de actuación relacionadas con el rendimiento de los soldados, entre las que se incluye la mejora de la salud de las personas.

«Estamos buscando formas de cambiar la dieta en la dimensión humana para que los soldados reciban la cantidad adecuada de calorías en el momento adecuado durante todo el ciclo diario del combate. También estamos estudiando cuestiones de formación, formas innovadoras en que otros ejércitos y fuerzas adiestran a sus soldados para ver si hay algo que podamos hacer para dar a nuestros soldados alguna ventaja», explicó.

Fte. Army Technology