Los Marines prueban una tecnología que permite medir la trayectoria de las balas y la simulación de heridas

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Nyron Lewis, fotógrafo de combate, Marine Corps Air-Ground Combat Center, Marine Air-Ground Task Force Training Command, emplea el Joint Terminal Attack Controller Virtual Trainer durante una demostración de equipo en el MCAGCC, Twentynine Palms, California, 28 de diciembre de 2023. (Jonathan Willcox/Cuerpo de Marines de EE.UU.)

En su mayor ejercicio de táctico anual, el Cuerpo de Marines equipó a miles de infantes con nuevas tecnologías destinadas a medir hasta qué punto pueden ser letales y a desprenderse de equipos que llevan décadas en servicio, iniciando así una nueva era en la recopilación de datos de combate.

El ejercicio contó con 2.700 infantes de marina, 230 vehículos y más de una docena de edificios equipados con tecnologías que podían medir la trayectoria de las balas con una precisión de centímetros, heridas simuladas en diferentes partes del cuerpo y ubicaciones individuales de los combatientes en tiempo real, todos ellos parámetros que los equipos anteriores no podían captar con precisión.

El nuevo equipo, denominado Marine Corps Tactical Instrumentation System, MCTIS (Sistema de Instrumentación Táctica del Cuerpo de Marines), sustituye a las antiguas generaciones de sistemas de entrenamiento «láser tag», que requerían mucho tiempo de equipamiento, eran imprecisos y, en general, poco fiables, según explicaron oficiales de los Marines a Military.com.

«Cuando esto finalice, vamos a proporcionar información valiosa para todos los niveles», según dijo a Military.com el teniente coronel Rory Hermann, jefe de producto de los sistemas de entrenamiento. «O sea que, si usted es el comandante del regimiento, recibirá la información de cómo se comportaron sus batallones, hasta el jefe de pelotón [que] puede ver cómo se comportaron sus infantes de marina».

Por ejemplo, el MCTIS puede indicar al infante, mediante comandos de voz, si está siendo alcanzado por fuego indirecto. También le indica si ha sido herido y dónde a través de los impulsos de un dispositivo similar a un reloj que se lleva en la muñeca. Algunos sensores están acoplados a vehículos y pueden simular que han sido alcanzados por un arma antivehículo, lo que incluye detectar qué infantes de marina han resultado heridos y en qué posición del vehículo han sido alcanzados.

Esa información, así como otros parámetros como la ubicación e incluso la postura de las personas, se envían a un centro de mando donde los mandos pueden ver cómo se mueven sus fuerzas. Una vez finalizado el ejercicio, los mandos pueden realizar un juicio posterior a la acción (after-action review, AAR), algo que, según explicaron los responsables a Military.com, ha sido una gran ayuda para el rendimiento del sistema.

Los oficiales dijeron que pudieron demostrar con éxito la capacidad del equipo en el ejercicio, commentando que uno de los mayores obstáculos fue la eliminación de la » resistencia» del antiguo equipo, que había desarrollado algunos hábitos que este nuevo equipo espera superar. Dijeron que comprendían que la introducción de nuevos equipos puede conllevar un «cambio cultural» o enfrentarse a marines posiblemente escépticos acostumbrados a los antiguos, pero en última instancia cambiará la forma en que entrenan y analizan su capacidad de combate.

Para cada marine, el sistema incluye un arnés corporal, otro para el casco y un soporte para el arma. Dispone de un paquete de baterías diseñado para mantener a un combatiente durante cinco días antes de que sea necesario cambiarlo.

El arnés de cabeza proporciona información sobre la postura, de modo que un centro de control puede ver si el marine está de pie, arrodillado o en posición prona. También incluye una correa de liberación rápida para que en situaciones anfibias puedan desprenderse rápidamente del equipo en situaciones de emergencia.

El soporte para el arma, que contiene un transmisor de radio para armas pequeñas con precisión de tiro de hasta un centímetro, según los responsables de Saab, puede adaptarse a varios sistemas de armas diferentes, desde un AK-47 hasta un M4. La empresa de defensa Saab Inc. se adjudicó el contrato para el nuevo sistema de fuerza contra fuerza en 2021.

Incluso los edificios fueron equipados con el equipo.

«En realidad, pueden instrumentar los edificios con sensores en el exterior y en el interior para detectar dónde se encuentra el personal», dijo Herman. «Y luego también qué efectos están teniendo las armas en el exterior del edificio».

Un MCTIS acoplado al edificio puede registrar si es de madera o de hormigón y podrá decir si los sistemas de armas de los Marines pueden penetrar el material o no. Los sistemas más antiguos, que dependían en gran medida de láseres imprecisos, no disponían de estas mediciones, por lo que un marine escondido detrás de un árbol podía eludir fácilmente una ametralladora del calibre 12,70mm. que le disparara con láser durante un ejercicio, por ejemplo.

Dependiendo de la unidad y de la rapidez con la que pudieran hacerlo, podían tardar horas en equiparse y estar listos para el entrenamiento real.

Saab, según Rees, está obligada por contrato a equipar a una compañía de Marines con el MCTIS en 70 minutos o menos, lo que incluye la carga de los datos de los Marines en el sistema para poder medir con precisión sus acciones en el momento del entrenamiento.

«Sabemos lo complejo que es iniciar un ejercicio a cualquier escala», afirmó Rees. «Así que, cuanto menor sea el tiempo que necesitemos y al mismo ellos confíen en que el equipo está bien ajustado y funciona correctamente, para nosotros es un objetivo clave seguir atando cabos».

MCTIS es una iniciativa del Marine Corps’ Training and Education Command (TECOM). Se enmarca en lo que se conoce como Project Tripoli, un intento de modernizar la forma de adiestramiento de los Marines a medida que el Cuerpo en general busca ser más ágil y adaptable.

Un oficial del TECOM describió anteriormente la antigua cartera de simulaciones del Cuerpo de Marines como «aislada», de propósito singular y «mal posicionada» para apoyar ejercicios de diferentes escalas.

«Aunque se dispone de entrenamiento [en vivo, virtual y constructivo] de alta calidad», dijo, «las limitaciones de tiempo, tecnología, normas y conocimientos técnicos reducen la disponibilidad de este entrenamiento».

Dado que la tecnología ha mejorado desde que se pusieron en marcha los primeros simulacros hace décadas, el Cuerpo ve la oportunidad de actualizar su repertorio a la luz de los cambios institucionales en el marco del Diseño de Fuerzas. En cuanto al adiestramiento, según el oficial, espera reproducir las «condiciones, amenazas y capacidades que un comandante experimentará en el campo de batalla del mañana».

Esfuerzos como el MCTIS pretenden hacer que los datos estén disponibles desde el Marine individual hasta los escalones superiores, incluyendo lo que los oficiales describieron como «el factor humano».

«Aspectos como la cadencia de tiro en distintas condiciones, la precisión, las maniobras bajo fuego… son cosas de las que sólo se obtienen datos de buena calidad si se instrumenta al personal», explica.

Fte. Military.com