Los ingenieros del Ejército en la Operación Balmis

El pasado catorce de marzo el Gobierno decretaba el estado de alarma con el objetivo de gestionar la crisis sanitaria ocasionada por el virus COVID-19. Tras la aplicación del estado de alarma y las órdenes emitidas por la Ministra de Defensa, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa emite la correspondiente Directiva Inicial Militar y el Jefe del Mando de Operaciones el plan operativo de la “Operación Balmis” con la finalidad de canalizar y materializar los apoyos que las Fuerzas Armadas puedan prestar en beneficio de las autoridades civiles.

En el marco establecido de la Operación Balmis, inicialmente al Mando de Ingenieros se le ordena alistar y sostener las Unidades que se pudieran requerir en función de la evolución de la situación, basado en sus capacidades propias de ingenieros, en especial apoyo en castrametación y apoyo a la movilidad en vías de comunicación. Asimismo, al igual que otras unidades del Ejército, el Mando de Ingenieros apoyará en misiones de presencia y en misiones de descontaminación.

Estos esfuerzos se materializan a través de los tres Regimientos encuadrados en el Mando de Ingenieros: el Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº 11 en Salamanca, en el que su Bon de Caminos se orienta a misiones de apoyo a la movilidad, presencia y desinfección y su Bon de castrametación al apoyo en instalaciones; el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros nº 12 en Zaragoza, en el que el Bon de Pontoneros se orienta al apoyo en movilidad y misiones de presencia y el Bon de Especialidades en descontaminaciones especializadas NBQ sobre la base de sus capacidades de desactivación de explosivos en ambiente NBQ; por último el Regimiento de Ingenieros nº 1 en Burgos dedicado a misiones de presencia y descontaminación.

Todo ello, más las unidades agregadas al Mando de Ingenieros a lo largo de la operación se ha coordinado y dirigido desde el Centro de Operaciones generado para la Operación por el Cuartel General del Mando de Ingenieros, desde Salamanca.

Las acciones del Mando de Ingenieros en el marco de la Operación Balmis comienzan con actuaciones de presencia por un amplísimo número de localidades distribuidas por más de la mitad del territorio de Castilla y León y Zaragoza. En concreto se llevan a cabo de manera ininterrumpida y durante 38 días, comprendidos entre el 20 de marzo y el 26 de abril, más de un centenar de misiones de presencia en las provincias de Ávila, Burgos, Salamanca, Soria, Valladolid y Zamora, en territorio castellano leonés; así como en Zaragoza. Estas acciones nos dejan unas cifras de 2,6 misiones diarias de media y unos 47 efectivos de patrulla al día, recorriendo cada persona una media de unos 25 km.

El apoyo a los hospitales se convierte en la más específica firma del Mando de Ingenieros en la Operación Balmis. La experiencia en el montaje de campamentos para refugiados, bases militares en Zona de Operaciones y todo tipo de instalaciones semipermanentes, otorgan al personal del Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº 11 la capacidad de respuesta inmediata y de eficacia en el apoyo a instalaciones en plazos de tiempo muy cortos en los que los apoyos solapaban en el tiempo, obligando a simultanear los reconocimientos y asesoramiento de posibles soluciones con la carga de los materiales y dejando margen de iniciativa a las unidades de entidad compañía sobre el terreno, bajo el concepto de mando orientado a la misión y una respuesta muy ágil de los distintos escalones de mando para validar soluciones técnicas o corregir y emitir las distintas órdenes.

Cabe destacar que las instalaciones hospitalarias que se han montado en los diferentes apoyos durante la Operación Balmis no han seguido un patrón fijo, ya que en cada caso se han adaptado a las necesidades demandadas.

Entre el veintidós y veintiséis de marzo se presta el apoyo a IFEMA. En este caso lo más relevante es la labor de coordinación general de apoyos del Ejército en los primeros momentos y el asesoramiento inicial al director del montaje en la búsqueda de soluciones técnicas para las instalaciones de saneamiento necesarias para unas cinco mil personas, lo que era un verdadero problema.  Ello fue resuelto con el diseño de la red y montaje de cuatro contenedores ducha, cuatro contenedores de ablución y catorce contenedores mixtos que dan servicio al Hospital Temporal, acción que llevan a cabo veinticinco efectivos del REI 11 en dos días. Un mes después se repliega la mayor parte del material, dejando tan sólo cuatro contenedores que permanecen allí hasta inicios de junio.

Hasta el Hospital Provincial de Segovia se desplazan treinta y siete efectivos entre el veinticinco y veintisiete de marzo para montar unas instalaciones temporales anexas al hospital en base a veintisiete tiendas de campaña de diferentes modelos, con su instalación eléctrica de luz y climatización y un grupo electrógeno de suministro propio.

También al Hospital Gregorio Marañón se presta el apoyo con montaje de instalaciones semipermanentes en base a tiendas modulares de diferentes tipos; al igual que en el caso de Segovia, con sus propios equipos de climatización, luz y grupos electrógenos que permiten que la instalación sea autosuficiente. En este apoyo participan un total de treinta y cuatro efectivos que realizan el despliegue entre los días veintiocho y treinta y uno de marzo de una instalación que se empleó como zona para la realización de test COVID-19 y que se mantuvo hasta los primeros días de mayo.

Para el hospital de Sabadell se destacan cuarenta efectivos, que entre el treinta de marzo y el ocho de abril instalan seis contenedores mixtos, el panelado interior, el montaje de las camas y el del suministro eléctrico en las instalaciones deportivas que servirán como hospital temporal de refuerzo al hospital de la localidad. Aprovechando este despliegue también se apoyó al montaje de unos contenedores en la FIRA de Barcelona.

También el asesoramiento a otras unidades en el montaje de hospitales ha formado parte de las acciones llevadas a cabo durante la operación, como es el caso del hospital de Valencia, en donde personal especializado del MING asesoró a un grupo de trabajo para el montaje de tres instalaciones sanitarias adquiridas por la Generalitat de Valencia.

Menos conocido ha sido el apoyo al Hospital Central de la Defensa con un equipo de mantenimiento de instalaciones del Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº 11, integrado por dieciséis efectivos, destinado a incrementar la capacidad del hospital ante la crisis sanitaria.

Las desinfecciones de instalaciones han sido otro de los grandes puntos fuertes en los apoyos del Mando de Ingenieros en el marco de la Operación Balmis. En el momento actual continúan, por lo que el número exacto todavía no se puede determinar, pero hablamos de más de ciento cincuenta descontaminaciones realizadas tanto preventivas como reactivas. El área geográfica en la que se han llevado a cabo estas acciones abarca las provincias de Ávila, Burgos, Cáceres, Lérida, Salamanca, Soria, Valladolid, Zamora, Huesca y Zaragoza. En algunas de ellas el Mando de Ingenieros no actuó solo, si no que integró bajo TACON capacidades específicas de descontaminación del Regimiento de Desinfección Nuclear Biológica y Química Nº1 y de la Inspección General del Ejército, así como un Elemento de Apoyo al Entorno de la Información del Regimiento de Operaciones de Información Nº1.

Enmarcado en estas acciones hay que hacer una mención especial al Sistema Atila. Tras más de un mes realizando desinfecciones con los métodos convencionales, el Ejército de Tierra encuentra una respuesta adicional para incrementar el rendimiento de las operaciones de desinfección: la radiación UV tipo C. Lo que se buscaba era un método de manejo remoto que proporcionase al personal interviniente seguridad frente a los efectos de esta radiación. El ET ya disponía de plataformas de control remoto plenamente operativas en sus unidades de Ingenieros, por ello el MING, mediante los robots EOD, pasó a formar parte de este proyecto, operando los emisores de radiación UV C.

Tras un trabajo intenso de investigación y desarrollo, los equipos de desactivación de explosivos del RPEI 12 han operado el primer sistema UV C sobre robot TEODOR (sistema “ATILA”: AnTivirus por ILuminación ultravioleta Autónomo) en instalaciones críticas y hospitales, y se espera que en pocas semanas se desarrolle el mismo sistema sobre robot AVENGER, que dispone de una mayor maniobrabilidad. Los primeros resultados han sido esperanzadores, por la eficacia germicida del sistema, y por la ventaja que en determinadas instalaciones supone no emplear sustancias en estado líquido.

Pero no sólo el Mando de Ingenieros ha llevado a cabo multitud de acciones en el marco de la operación Balmis, son muchas las Unidades de Ingenieros del Ejército de Tierra que no han cesado en su labor en la lucha contra el COVD-19.

El Batallón de  Zapadores XVI de la Brigada Canarias recibe la misión de conformar equipos de seguridad y equipos de descontaminación no específica NBQ, que recibieron el apoyo de equipos sí específicos. La Unidad ha llevado a cabo medio centenar de descontaminaciones, y continúa con los equipos preparados ante la posibilidad de que se le encomienden nuevas misiones.

Por su parte, el Batallón de Zapadores VI de la Brigada Paracaidista participó en la Operación Balmis con acciones de presencia, desplegando en numerosas localidades de la Comunidad de Madrid y de las provincias de Guadalajara, Cuenca y Toledo. Con el paso de los días y con el agravamiento de la situación en los hospitales, se requirió la presencia de los zapadores para apoyar en la instalación de diversos hospitales de campaña. Los zapadores paracaidistas desplegaron en Alcalá de Henares y en IFEMA. El pabellón “Rector Gala” de la Universidad de Alcalá de Henares fue el escenario de una colaboración con Médicos sin Fronteras y el ayuntamiento de la localidad con una doble finalidad: permitir descongestionar el Hospital Príncipe de Asturias y evitar los contagios intrahospitalarios provocados por la situación del mismo. Las desinfecciones, tanto específicas, contando con apoyo de la Cía NBQ, como no específicas, han sido otro pilar fundamental sobre el que han descansado las actuaciones de los zapadores paracaidistas.

El Batallón de Zapadores XII de la Brigada Guadarrama ha participado de manera directa con ciento treinta efectivos en acciones enmarcadas en la Operación Balmis. Organizados en tres secciones que han llevado a cabo en estas semanas nueve salidas de presencia por un total de diecinueve localidades de la zona norte de Madrid, Ávila y Soria. Además de una unidad de descontaminación no específica que ha llevado a cabo un total de treinta acciones de descontaminación por diversas localidades de la Comunidad de Madrid y Segovia.

Como muestra última de la labor de los Ingenieros en la lucha contra el COVID-19, el testimonio del Regimiento de Ingenieros 7 de Ceuta. Unidad que desde que se decretó el estado de Alarma el pasado 14 de marzo ha llevado a cabo numerosos controles y patrullas de vigilancia en la ciudad de Ceuta en apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La Sección de Reconocimiento del RING 7 realizó un reconocimiento submarino del acceso al puerto de Ceuta, con el objetivo de preparar el atraque del Buque de la Armada “Galicia” en beneficio de la Op. “BALMIS”. Pero no han sido estas las únicas acciones, ya que la Compañía de Apoyo realizó el montaje de contenedores, para la mejora de las instalaciones que dan servicio a las Unidades de la COMGECEU de entidad Sección que, en apoyo a las FFCCSE, sustituyen aún hoy al grueso de la Guardia Civil en la vigilancia de la frontera española con Marruecos.

En consonancia con las tareas de vigilancia, cabe destacar que también el Regimiento de Ingenieros 8 de Melilla ha llevado a cabo, en el marco de la Operación, labores de vigilancia de las fronteras, siempre en apoyo a las Fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado.

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