Northrop Grumman Corporation ha entregado el primero de los cinco aviones de Vigilancia Terrestre (AGS) de la Alianza de la OTAN, después de un vuelo transatlántico de 22 horas sin escalas. El avión despegó el miércoles 20 de noviembre desde Palmdale, California, y aterrizó aproximadamente 22 horas más tarde, el 21 de noviembre, en la Base Aérea de Sigonella, Sigonella, Italia.
«Northrop Grumman se complace en apoyar a la OTAN en su misión de proteger y defender la seguridad global, manteniendo al mismo tiempo una posición de disuasión colectiva para la Alianza», dijo Brian Chappel, vicepresidente y director general de sistemas autónomos de Northrop Grumman. «Las misiones de la OTAN se verán reforzadas por la capacidad de vigilancia estratégica que proporciona la OTAN AGS.»
El avión AGS RQ-4D de la OTAN está basado en el Global Hawk de vigilancia de área extensa de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Se ha adaptado de forma única a los requisitos de la OTAN y proporcionará a ésta, capacidad de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de última generación. Esto incluye la protección de las tropas de tierra, la población civil y las fronteras internacionales en tiempo de paz, en tiempos de conflicto y para misiones humanitarias durante desastres naturales.
Los segmentos de aeronaves, tierra y apoyo, junto con tecnologías de sensores avanzadas, incluido el radar del Programa de Inserción de Tecnología de Radar Multiplataforma, conforman el sistema AGS de la OTAN.
La aeronave AGS de la OTAN ha cumplido con los rigurosos estándares requeridos para el primer gran vehículo aéreo no tripulado, la certificación de tipo militar, aprobada por la Dirección Italiana de Armamento Aeronáutico y Aeronavegabilidad (DAAA).
Compañías de todos los países miembros de la OTAN, como Leonardo, Airbus y Kongsberg, forman el equipo industrial dirigido por Northrop Grumman que desarrolló la capacidad AGS de la OTAN.
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