Las fuerzas aéreas de la OTAN en toda Europa interceptaron más de 300 veces aviones militares rusos que se aproximaban al espacio aéreo de la Alianza, la mayoría de las veces sobre el mar Báltico. La OTAN tiene misiones permanentes de policía aérea que exigen que los aviones aliados se movilicen cuando hay indicios de que aviones rusos se aproximan al espacio aéreo aliado de forma impredecible.
Las fuerzas aéreas de la A lo largo del flanco oriental de la OTAN, los aviones militares rusos tienen un historial de no transmitir un código de transpondedor que indique su posición y altitud, no presentar un plan de vuelo y no comunicarse con los controladores aéreos. La inmensa mayoría de los encuentros aéreos entre aviones de la OTAN y rusos fueron seguros y profesionales. Las violaciones del espacio aéreo de la OTAN por parte de aviones militares rusos siguieron siendo poco frecuentes y generalmente de corta duración.
«La guerra de Rusia contra Ucrania ha creado la situación de seguridad más peligrosa en Europa en décadas», declaró el portavoz en funciones de la OTAN, Dylan White. «Los aviones de la OTAN están de guardia las 24 horas del día, listos para despegar en caso de vuelos sospechosos o no anunciados cerca del espacio aéreo de nuestros aliados. La vigilancia aérea es una forma importante en la que la OTAN proporciona seguridad a nuestros Aliados.»
Tras la guerra de Rusia en Ucrania, la OTAN ha reforzado sustancialmente sus defensas aéreas en su flanco oriental, con más cazas, vuelos de vigilancia y defensas aéreas terrestres. Tras los repetidos ataques rusos contra infraestructuras ucranianas muy cerca del territorio de la OTAN, los Aliados desplegaron más aviones de combate en Rumanía. En octubre, tras la rotura de oleoductos submarinos en el Mar Báltico, la OTAN envió capacidades adicionales a la región. Este año, la OTAN también celebró el mayor ejercicio aéreo de su historia, con más de 250 aviones entrenándose para la defensa colectiva de la Alianza durante el «Air Defender 23».
Fte. NATO Update
