La Casa Blanca propone un fondo para préstamos para ayudar a los aliados a comprar armas estadounidenses

La Administración Trump quiere facilitar a sus socios y aliados extranjeros la compra de armas y otros equipos de defensa estadounidenses, en un esfuerzo por alejarlos de las compras a China y Rusia, reavivando un esfuerzo fallido de los primeros días de su mandato.

Un funcionario del Departamento de Estado dijo que buscarán hasta 8.000 millones de dólares para ofrecer préstamos más flexibles que, según la visión general del presupuesto, «harán de los equipos de defensa de Estados Unidos una opción más competitiva y asequible para los países socios».

El fondo de préstamos se sumaría a otro de asistencia en forma de donaciones, disponible para docenas de países de todo el mundo, destinado en su mayor parte a Israel, Jordania y Egipto. Trump ha reducido el programa de subvenciones desde que asumió el cargo, y en 2017, la Casa Blanca lanzó la idea de convertirlo en un «programa de préstamos». Pero la idea parecía haber sido archivada en medio de la resistencia del Congreso.

Controlado por el Departamento de Estado, pero administrado por el de Defensa, proporcionará asistencia financiera a los países para ayudarles a comprar de todo, desde camiones hasta adiestramiento militar, pasando por aviones de combate y teledirigidos. Aunque el programa de préstamos ya existe, rara vez se ha utilizado y en gran medida se ha dejado sin usar en los últimos años. En 2016, Estados Unidos ofreció a Irak un préstamo de 250 millones de dólares a ocho años para ayudar a comprar municiones, mantenimiento de aviones y entrenamiento durante la lucha contra ISIS.

Ahora, el Departamento de Estado está solicitando 8.000 millones de dólares para financiar el fondo, y autoridad para ofrecer a los clientes potenciales más flexibilidad, en cuanto a las tasas de interés. Esta ha sido durante mucho tiempo una prioridad para la industria de defensa, dijo Colby Goodman, un experto en asistencia de seguridad extranjera en el Forum on Arms Trade.

Los detalles de la propuesta de Trump siguen sin estar claros. El diablo está en los detalles, dice Goodman, quien sugiere que «tasa de interés flexible» significa tasa de interés más baja y un programa de préstamos «más competitivo» significa «menos garantías y protecciones».

«Mi preocupación general es que esto podría llevar a más impagos de préstamos y los contribuyentes terminarían pagando la cuenta», dijo.

Wiiliam Hartung, director del Arms and Security Project en el Center for International Policy planteó preocupaciones similares. En la década de 1980, varios programas de préstamos fracasaron debido a la falta de pagos, dijo Hartung; otro esfuerzo por crear un programa similar bajo el mandato del presidente Bill Clinton «colapsó bajo su propio peso», cuando el Congreso insistió en que los términos de los préstamos fueran sobre una base civil. A falta de condiciones más generosas, los países no se interesaron.

Los préstamos propuestos por Trump se dirigirán a países que compran material militar de Rusia y China, una medida que coincide con el cambio de enfoque más amplio de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que pasa de la lucha contra el terrorismo a la lucha contra las grandes potencias, lo que el Pentágono llama «near peer adversaries».

«Prácticamente en cualquier lugar, nos gustaría ver a nuestros socios profundizar y fortalecer la relación con Estados Unidos, invirtiendo en la asociación diplomática que conlleva el desarrollo de sus capacidades de defensa mediante la compra de productos estadounidenses», dijo el funcionario estatal.

Por ahora, el documento es sólo una propuesta, y no está claro que el Congreso lo apruebe. En el pasado, los legisladores se opusieron a la idea de convertir el llamado programa de Foreign Military Financing (FMF), en un programa de préstamos. El Congreso en 2017 exigió que la Administración proporcionara una evaluación más completa de los impactos de la transición de las subvenciones a los préstamos.

Fte. Defense One