Francia impondrá condiciones para su uso nuclear al futuro caza franco-alemán

Responsables de la defensa francesa dijeron que exigirán requisitos a los futuros aviones de combate franco-alemanes, que consideran están profundamente relacionados con la soberanía del país, como son la capacidad de lanzar armas nucleares y la de operar a bordo de portaaviones.

Estas dos capacidades imprescindibles ocupan un puesto especial, en lo que se convertirá en una creciente lista de peticiones de funciones que los analistas desarrollarán en los próximos años. Lo que los hace únicos, la importancia que París les atribuye, probablemente los colocará fuera de las negociaciones de requisitos que se llevan a cabo en todos los proyectos cooperativos.

«Francia tiene una política específica sobre la disuasión», dijo el general de división Jean-Pascal Breton, líder francés del Future Combat Air System, a los asistentes a la conferencia internacional de la industria de cazas celebrada en Berlín. «Por eso no queremos que ningún país nos dicte qué hacer».

La componente aérea de la disuasión estratégica de Francia consiste en misiles de crucero ASMP con cabeza nuclear, fabricados por MBDA. Los aviones de lanzamiento actuales – versiones especiales del Rafale y del Mirage – se eliminarán progresivamente dando lugar a la futura arma aérea franco-alemana. Mientras, la capacidad deseada de Francia para poder operar desde portaviones, consiste en requisitos de diseño específicos para la forma en que los aviones despegan y aterrizan en pistas de aterrizaje cortas y en el mar.

Los oficiales franceses también esperan incorporar drones de combate dedicados dentro de la mezcla de plataformas del Sistema Aéreo de Combate Futuro, que Francia ha estudiado junto con el Reino Unido durante años. Esos aviones no tripulados, con capacidad de aterrizar en portaaviones, serían más grandes que los que se preveía que estarían formando enjambres alrededor de los aviones tripulados principales, y su tarea consistiría en atacar objetivos muy por detrás de las líneas enemigas.

Alemania no necesita ninguna de esas características. Aun así, los representantes de ambos países insistieron en que los requisitos divergentes se resolverían amigablemente a medida que el programa avanzara. Los alemanes esperan que la arquitectura modular del sistema ayude a limitar las versiones específicas de cada país, permitiendo a las naciones configurar un diseño de avión base común que se ajuste a sus necesidades.

El general de brigada Gerald Funke, representante de la Fuerza Aérea Alemana en el proyecto, equipara la configuración prevista a la de un smartphone: El hardware es en gran medida el mismo, ya que las «apps» intercambiables proporcionan los efectos militares deseados.

El requisito de armas atómicas de Francia dicta que el avión de combate central para el sistema FCAS sea tripulado, al menos inicialmente, dijo Breton a los periodistas. Preguntado si es concebible tener en su lugar un avión no tripulado con misiles de crucero de propulsión nuclear franceses, respondió: «Es una decisión política. Por el momento, no lo vemos.»

Según general de dos estrellas francés, el plan del programa prevé un acuerdo sobre la estrategia de la arquitectura en 2020, la construcción de una plataforma de demostración en 2025 o 2026, y la congelación de las especificaciones de diseño en 2030 para permitir la fabricación a tiempo ponerlo en servicio en 2040.

Los analistas están actualmente jugando con cuatro variantes para el avión de combate principal, tripulado, que se conoce como el caza de la próxima generación, o NGF (siglas inglesas) o FCAS en francés, dijo Breton.

Cada uno de ellos tiene fortalezas específicas, como la maniobrabilidad en uno de los casos. Sin embargo, no está claro cuántas versiones distintas habrá al final, subrayó, ya que Alemania y Francia afinan sus visiones.

Se espera que España se una formalmente al proyecto en breve. El plan es que Madrid firme documentos de cooperación similares a los que ya han firmado Berlín y París, incluido un documento de requisitos de alto nivel finalizado en los próximos meses.

La puerta también está abierta para que el Reino Unido -que tiene su propio proyecto aéreo de nueva generación, el Tempest- participe. «Cuando sea posible incluir al Tempest más adelante, lo haremos», dijo Breton.

Airbus y Dassault, principales contratistas del programa FCAS, están programados para recibir contratos de estudios iniciales a principios del próximo año.

Mientras que Dassault estará a cargo de los aviones de combate centrales, como todos acordaron, Airbus ha asumido el liderazgo del llamado «sistema de sistemas» para todo el proyecto. El término se refiere a las conexiones de sensores y ordenes que conectan todos los componentes de FCAS, como parte de lo que Airbus llama el «Ecosistema de Nubes de Combate». Esa pieza es considerada la salsa secreta destinada a convertir un montón de objetos voladores en un arma altamente autónoma, letal y coordinada.

Preguntado sobre el liderazgo industrial del «sistema de sistemas» que va a Airbus -a diferencia de Thales, el proveedor francés de electrónica para el mercado militar doméstico-, Breton pensó por un momento y sonrió. «Habrá una respuesta europea», dijo.

Fte. Defense News