El Secretario de Defensa del Reino Unido, Gavin Williamson, ha presentado el modelo conceptual de un nuevo avión de combate de nueva generación, desarrollado exclusivamente en el Reino Unido. El Tempest, como se llama el avión de combate futurista, podría estar listo para operaciones en la Royal Air Force en menos de dos décadas, cuando los primeros Typhoons comiencen a ser retirados del servicio.
Considerado como una consecuencia de la retirada del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), el anuncio sigue a la estancada cooperación anglo-francesa para desarrollar un avión de combate no tripulado futurista en el marco de una colaboración estratégica con Dassault.
Esos planes resultaron prematuros, ya que la tecnología necesaria para un sistema aéreo de combate totalmente no tripulado aún no ha madurado. «La operación sin tripulación todavía no ha madurado», dijo Air Commodore L. S. Taylor, Jefe Asistente de Personal de Capability Delivery Combat Air, e ISTAR en la RAF. «Es más probable que las plataformas de la próxima generación sean pilotadas opcionalmente en lugar de no tripuladas». Con Francia y Gran Bretaña en el camino, ambos recurren a aviones tripulados para sus programas futuros. Francia está llevando a cabo un programa similar con Airbus.
La decisión de Londres de desarrollar su propio caza no significa ir solo hasta el final. El Ministerio de Defensa va a establecer un equipo especializado para llevar a cabo el programa de adquisición de aviones de combate y presentar un estudio de viabilidad para finales de año, a fin de iniciar conversaciones con posibles asociados internacionales para el próximo verano. Saab podría ser un candidato para esa cooperación.
Parte de la justificación de la enorme inversión es mantener el sector industrial aéreo de combate, actualmente responsable de un volumen de negocios superior a 6.000 millones de libras esterlinas al año, que ha representado más del 80% de las exportaciones de defensa del Reino Unido en los últimos diez años. Se trata de más de 18.000 puestos de trabajo altamente cualificados.
En la actualidad, el concepto de avión ha sido realizado exclusivamente por empresas británicas como BAE Systems, Leonardo, MBDA y Rolls-Royce. Las cuatro empresas se unieron a la Oficina de Capacidades Rápidas de la RAF para formar el «Team Tempest» y aprovechar la oportunidad.
El equipo combina capacidades avanzadas en cuatro áreas tecnológicas clave: sistemas avanzados de combate e integración (BAE Systems); sistemas avanzados de potencia y propulsión (Rolls-Royce); sensores avanzados, electrónica y aviónica (Leonardo) y sistemas avanzados de armas (MBDA).
Las primeras decisiones sobre cómo adquirir el Tempest se tomarán a finales de 2020, seguidas de las decisiones finales de inversión que se tomarán en 2025. El objetivo es que una plataforma de próxima generación alcance la capacidad operativa en 2035.
En 2015, cuando Francia y el Reino Unido se comprometieron a invertir alrededor de 1.500 millones de euros en el desarrollo del futuro demostrador de vehículos aéreos no tripulados de aquí a 2025, su objetivo a largo plazo era desplegar esa capacidad de aquí a 2030. Cada una de las partes habría apoyado el desarrollo de su tecnología y los estudios de reducción de riesgos. En el Reino Unido, fue el Future Combat Air System Technology Initiative (FCAS-TI).
En el marco del programa Tempest, la inversión británica en el FCAS-TI superará el importe total asignado a la cooperación anglo-francesa. El Secretario Williamson confirmó que el compromiso actual con FCAS-TI será de más de 2.000 millones de libras esterlinas de inversión en tecnología para 2025 (Ministerio de Defensa y socios de la industria combinados). Es probable que los recursos del gobierno provengan de los fondos inicialmente asignados para la FCAS en 2015, y que la industria cubra la cantidad restante.
La introducción del avión de combate futurista coincidió con el anuncio de la nueva «Estrategia Aérea de Combate» del Reino Unido.
Si bien el avión de combate conceptual se encuentra en las primeras etapas de la evaluación de la tecnología y el concepto, contará con varias capacidades clave avanzadas, para permitir que la plataforma siga siendo viable durante décadas. Entre ellas se incluyen «el diseño físico y una arquitectura de sistema abierto ciberesistente, electrónica y reconfigurable, diseñada para el crecimiento». Se empleará una serie de sensores y contramedidas, utilizando sistemas electro-ópticos y de RF activos, pasivos y multiespectrales distribuidos.
Las armas inicialmente consideradas son los últimos tipos de armas guiadas como el Meteor y el SPEAR 3, el diseño de la aeronave contará con una bahía modular que podrá soportar diferentes cargas útiles y armas, soportando energía cinética, dirigida y efectos no cinéticos. Otros armamentos futuros podrían incluir armas de lanzamiento aéreo hipersónicas, armas conectadas, cooperativas y artificialmente inteligentes (enjambres inteligentes) y nuevas armas aire/aire que podrían emplearse para la autoprotección.
Las estaciones externas de armas aumentan la baja observabilidad de la bahía principal, pero la plataforma también permitirá la integración de las armas láser y los nuevos efectores contenidos en los dispensadores de armas conformables y de baja observabilidad y en las cargas útiles, también se transportará más combustible en tanques de combustible conformables y de baja observabilidad.
Un cockpit virtual que implementa pantallas de última generación y realidad aumentada/ virtual personaliza las pantallas y permite actualizaciones rápidas. Una autonomía escalable permitirá que la plataforma evolucione, desde una configuración tripulada que utilice ayudas para la toma de decisiones con el fin de reducir la carga de trabajo de los pilotos, hasta una formación de aeronaves tripuladas y, opcionalmente, de no tripuladas. La reconfiguración de las comunicaciones permitirá que las futuras aeronaves se integren plenamente en la red de la coalición y cooperen entre sí, asegurando enlaces de gran ancho de banda con otros activos aéreos en red, vehículos aéreos no tripulados y fuerzas marítimas y terrestres.
El Tempest será un avión bimotor, propulsado por motores turborreactores avanzados que implementarán tecnologías avanzadas que serán desarrolladas por Rolls Royce. El nuevo motor será más ligero, más pequeño y más potente que los turbofans actuales. El motor estará rodeado por una red de tubos que funcionan como un sistema integrado de gestión del calor, permitiendo que la central eléctrica funcione a temperaturas más altas. Se implementará un ventilador ligero, aerodinámicamente optimizado con alta tolerancia a la distorsión, piezas ligeras fabricadas con una avanzada matriz metálica y cerámica impresa en 3D que permitiría alcanzar densidades de temperatura y potencia no disponibles con la tecnología del pasado. Un generador de arranque integrado será capaz de generar más potencia con un peso menor, soportando todos los sistemas a bordo.
Fte.: Defense Update