El radar cuántico podría cambiar completamente la guerra

Un dispositivo de radar que depende de fotones entrelazados funciona a una potencia tan baja, que puede esconderse detrás del ruido de fondo, lo que lo hace útil para aplicaciones biomédicas y de seguridad.

Por primera vez se ha demostrado un nuevo sistema de radar de alta definición, que podría cambiar la naturaleza de la guerra. El resultado, el radar cuántico, es un sistema de detección de alta definición, que proporciona una imagen mucho más detallada de los blancos, a la vez que difícil de detectar. Los radares cuánticos podrían proporcionar suficientes detalles para identificar aviones, misiles y otros blancos aéreos por modelo específico.

Según la MIT Technology Review, los investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria emplearon microondas entrelazadas, para crear el primer sistema de radar cuántico del mundo.

Bajo un principio conocido como «quantum entanglement», dos partículas pueden unirse independientemente de la distancia. Cuando algo le sucede a una se puede observar en la otra, formando lo que los científicos llaman un par cuántico entrelazado. Esto a su vez conduce a un proceso llamado iluminación cuántica, donde la información sobre el entorno de una partícula puede ser inferida estudiando a la otra.

Los radares cuánticos implican el emparejamiento de partículas de fotones, disparando uno hacia abajo mientras mantienen al segundo cautivo para la observación. La partícula de abajo actuará de cierta manera a medida que rebota en ciertos objetos, comportamiento que puede ser observado en la partícula cautiva. El resultado es una información mucho más detallada sobre el objetivo que en los radares anteriores.

Los radares actuales pueden detectar muy bien los blancos, pero proporcionan pocos detalles. Pueden detectar un objeto y anotar su altitud, rumbo y distancia, pero por lo demás el objetivo es una burbuja grande y sin características. La defensa aérea debe confiar en otras cosas, como el radar de identificación y otras señales electromagnéticas que emanan del objetivo, para discernir si la mancha es un caza enemigo, un bombardero o incluso un avión civil comercial.

Los radares cuánticos, por otra parte, podrían proporcionar suficiente detalle como para que puedan identificar el objeto basándose en sus características físicas. Un caza Su-35 Flanker-E, por ejemplo, podría identificarse por el barrido de sus alas, la forma de su morro y el número de motores.

Otra ventaja de los radares cuánticos: emiten muy poca energía y, por lo tanto, son difíciles de detectar. Todos los radares contemporáneos emiten radiación electromagnética para detectar objetos. Esta radiación hace que el propio radar sea detectable.

La falta de detectabilidad ofrece una clara ventaja táctica en la guerra. Un radar cuántico amigo podría detectar un vuelo de aviones enemigos sin revelar su propia presencia. Esto podría hacer que los aviones de guerra enemigos desactiven los radares y las señales de radio locales que interfieren defensivamente, lo que a su vez es perceptible para los defensores. Con la guardia baja, podrían ser emboscados por misiles de defensa aérea amigos y por cazas que les esperaban.

Los radares cuánticos se anuncian como un medio para detectar aviones sigilosos, con la idea de que hacen inútiles los esfuerzos por hacer que los aviones sean invisibles para los radares. Según tres expertos encuestados por Ingeniería y Tecnología, las afirmaciones anti-stealth son una «sobresimplicación burda» y la principal ventaja del radar cuántico es el aspecto de alta definición.

Fte. Popular Mechanics