- La firma entre el Ministerio de Defensa y Navantia dará paso a una construcción naval que generará 1.800 empleos y reforzará la capacidad logística de la Armada
El Ministerio de Defensa ha dado luz verde a la construcción de un nuevo Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC), una pieza clave en la modernización de la Armada Española. La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, y el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, rubricaron el 10 de junio la orden de ejecución que permitirá iniciar los trabajos en el astillero de Ferrol.
Un proyecto estratégico con fuerte impacto industrial
La construcción del nuevo buque se extenderá durante cuatro años y supondrá una carga de trabajo estimada de tres millones de horas, con la creación de más de 1.800 empleos directos e indirectos. Más de 300 empresas españolas participarán en el proyecto, lo que refuerza el compromiso con la industria nacional de defensa.
Diseño avanzado y capacidad operativa
El buque contará con una eslora de casi 174 metros, una manga de 23 y un desplazamiento a plena carga de 20.000 toneladas. Basado en el diseño del buque A-15 Cantabria y en su posterior actualización correspondiente a los dos buques clase AAOR entregados a la Armada Australiana. El buque estará capacitado para almacenar y suministrar combustible, agua, víveres, municiones y repuestos. Además, podrá ofrecer apoyo médico y proyección de operaciones especiales e, incluso, transportar material para su almacenaje en contenedores de cubierta. Finalmente, en determinadas situaciones, podría actuar como buque de mando de operaciones si fuera necesario.
Entre las novedades tecnológicas, el nuevo BAC incluirá un sistema de propulsión más respetuoso con el medio ambiente, un sistema de defensa de punto, capacidades antidron (C-UAS) y despliegue de vehículos no tripulados (UXV), tanto aéreos como marítimos y submarinos. Estas mejoras permitirán reemplazar eficazmente al actual A-14 Patiño, en servicio desde 1995.
Una pieza clave para el futuro de la Armada
Con fecha estimada de entrega en 2030, la Armada contará con dos unidades de este tipo, además de un petrolero de flota, lo que garantizará el apoyo logístico necesario para el cumplimiento de sus misiones nacionales e internacionales, el control del espacio marítimo y la proyección del poder naval español.