El emergente «eje oriental» y el futuro del JCPOA

Rusia-IranEl portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Saeed Khatibzadeh, declaró recientemente que Teherán reforzará aún más sus lazos con Moscú mediante una asociación estratégica. Dijo Khatibzadeh «Los acuerdos iniciales de este documento, titulado Acuerdo Global de Cooperación entre Irán y Rusia, han sido concluidos

Este acuerdo será de naturaleza similar al firmado por Irán con China en marzo de 2021, denominado pacto de cooperación estratégica, que buscaba mejorar las relaciones económicas y estratégicas (China invertiría 400.000 millones de dólares en infraestructuras y en el sector del petróleo y el gas, al tiempo que reforzaría los lazos de seguridad). Comentando lo mismo, Khatibzadeh también dijo que está surgiendo un «eje oriental» entre Rusia, Irán y China.

El estrechamiento de los lazos con Rusia es importante desde el punto de vista económico y estratégico, y también para reducir la dependencia de Irán de China (muchos, incluido el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, habían criticado el acuerdo de 25 años diciendo que carecía de transparencia). El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, en vísperas de su visita a Rusia del 5 al 6 de octubre de 2021, también declaró que Irán, al tiempo que reforzaba sus vínculos, no querría depender excesivamente de ninguno de los dos países.

Visita del Ministro de Asuntos Exteriores iraní a Rusia

El Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, durante su visita a Rusia, discutió una serie de temas con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, incluyendo la situación actual en Afganistán, el sur del Cáucaso, Siria y la reanudación de las negociaciones de Viena.

Rusia e Irán colaboran estrechamente en lo que respecta a Afganistán (el 20 de octubre de 2021 Rusia acogerá las conversaciones entre China, India, Irán y Pakistán con los talibanes).

También es importante tener en cuenta que tanto Rusia como Irán han señalado el carácter no inclusivo del gobierno interino talibán. De hecho, Rusia ha declarado categóricamente que el reconocimiento de los talibanes no estaba sobre la mesa. El Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, declaró al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas que estamos entrando en contacto con «toda la gama de la sociedad afgana, fuerzas étnico-religiosas y políticas».

El enfoque de China con respecto a Afganistán

En este punto es pertinente señalar que la postura de China respecto a Afganistán no es idéntica a la de Moscú y Teherán. Pekín, aunque ha expresado su preocupación por el uso del territorio afgano para el terrorismo y el apoyo al grupo separatista uigur Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (ETIM), ha dicho en repetidas ocasiones que no debe haber injerencias externas y que debe permitirse a Afganistán decidir su futuro. China también se ha pronunciado a favor de la eliminación de las sanciones contra los talibanes y de la liberación de las reservas del Banco Central Afgano (estimadas en más de 9.000 millones de dólares), que habían sido congeladas por Estados Unidos tras la toma de Afganistán por los talibanes.

Si nos fijamos en el Joint Comprehensive Plan of Action JCPOA/Iran Nuclear Deal Rusia ha estado instando a Irán a volver a las negociaciones de Viena, por un lado (estas negociaciones han estado en suspenso desde junio), mientras que también pide a EEUU que vuelva a sus compromisos, que había hecho en el marco del JCPOA, y también poner fin a la restricción de Irán y sus socios comerciales.

Conversación entre el Secretario de Estado estadounidense y el Ministro de Asuntos Exteriores ruso

El importante papel de Rusia se reitera en la conversación entre el secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, con el ministro de Asuntos Exteriores ruso. Angela Merkel, durante su visita a Israel, también señaló que China y Rusia tienen un importante papel que desempeñar en lo que respecta a la vuelta de Irán al JCPOA.

Lo que también es interesante es que Estados Unidos ha concedido una exención a la empresa que construye el gasoducto Nord Stream 2, que conecta Rusia y Alemania. Estados Unidos se había opuesto al proyecto, pero el Departamento de Estado dijo que la exención de estas sanciones era de interés nacional para Estados Unidos. Tanto Alemania como Rusia acogieron con satisfacción esta decisión.

En conclusión, aunque no cabe duda de que Rusia puede haberse acercado a China en los últimos años, su postura sobre Afganistán, así como su importante papel en el contexto de la reanudación de las negociaciones de Viena, ponen de manifiesto que Moscú no está dispuesta a ser un segundón de Pekín.

La Administración Biden, a pesar de sus diferencias, ha mantenido una estrecha relación con Moscú (varios analistas estadounidenses han abogado por que Washington adopte un enfoque pragmático respecto a Rusia y evite que Moscú se asocie a Pekín).  En el panorama geopolítico actual, Washington no vería con malos ojos que Teherán se acercara a Rusia. Aunque el portavoz iraní, Saeed Khatibzadeh, habló de la aparición de un eje oriental entre Moscú, Teherán y Pekín, sería pertinente señalar que existen diferencias en una serie de cuestiones entre Moscú y Pekín. La relación entre Rusia e Irán, así como el compromiso de Estados Unidos con Rusia en una serie de importantes cuestiones geopolíticas, pone de manifiesto los peligros de ver la geopolítica desde una perspectiva binaria simplista.

Fte. Modern Diplomacy