El desafío de la “última milla”. Reino Unido y EE.UU. prueban convoyes de vehículos robotizados

El Laboratorio de Ciencia y Tecnología de la Defensa del Reino Unido (Dstl) y el US Army Combat Capabilities Development Command’s Ground Vehicle Systems Centre, han organizado un experimento conjunto para probar vehículos terrestres autónomos.

El experimento, en el que participaron vehículos autónomos y semiautónomos, se diseñó para probar las capacidades de los vehículos con fines logísticos y de reabastecimiento en el Joint Manoeuvre Training Centre in Grayling, Michigan.

Se trata del resultado de una colaboración de tres años entre ambos países, para acelerar el diseño y prueba de sistemas autónomos.

El director de innovación de autonomía del Dstl, Peter Stockel, dijo: «Este ha sido un viaje de comprensión, no sólo de cómo integrar técnicamente las diferentes capacidades, sino también de cómo ayudar a los ejércitos británico y estadounidense a comprender y desarrollar juntos los conceptos potenciales de uso, tácticas y procedimientos en los entornos representativos del campo de batalla.

«Hemos adquirido conocimientos muy valiosos sobre la fiabilidad y madurez de la tecnología más avanzada y sobre cómo operar estos sistemas como una coalición entre Reino Unido y Estados Unidos. Se trata de dos grandes socios occidentales que trabajan juntos, para que las futuras operaciones en el campo de batalla sean menos arriesgadas, más efectivas y eficientes».

En la guerra de Afganistán, se produjo un gran número de bajas en las misiones logísticas. El propósito principal de los vehículos autónomos sería entregar suministros a las tropas de primera línea sin poner en peligro al personal y el equipo.

En un comunicado de prensa, el Ministerio de Defensa (MOD) dijo: «Este experimento muestra cómo, los sistemas no tripulados pueden permitir la entrega de suministros directamente a las zonas de combate con menos personal en riesgo y permitirles concentrarse en ganar la batalla».

El Jefe del Capability Combat Service Support del Ejército Británico, Brigadier Darrell Amison, dijo: «el CAAR es un gran ejemplo del éxito de la ciencia y la tecnología de Estados Unidos y Reino Unido y de la colaboración de los combatientes. Durante más de tres años de pruebas y experimentación, el CAAR ha desarrollado rápidamente el pensamiento del Ejército sobre el uso de la capacidad autónoma dentro de una cadena de suministro basada en la información, integrada y posibilitada por la tecnología.

«La incorporación a los programas de modernización y transformación de los servicios básicos de apoyo al combate del ejército es ahora una prioridad, por lo que buscaremos oportunidades para el desarrollo de la capacidad de colaboración cuando tenga sentido hacerlo».

Las pruebas se realizaron con un convoy de vehículos autónomos dirigidos por un vehículo semiautónomo líder. El primer vehículo seguía los waypoints dictados por el hombre, y los vehículos que iban detrás navegaban con los datos transmitidos desde él.

Antes de la demostración final, los vehículos autónomos británicos se probaron entregando una serie de suministros, incluyendo municiones, alimentos y suministros médicos.

El Ejército Británico ha aumentado su inversión en sistemas autónomos y no tripulados en los últimos años bajo su «desafío de la última milla» y General Dynamics anunció recientemente que uno de sus vehículos terrestres no tripulados había sido seleccionado para participar en el próximo British Army’s next Army Warfighting Experiment (AWE).

El Ejército Británico dice que el experimento «traspasará los límites de la tecnología y la capacidad militar, probando una gama de sistemas prototipo poniéndolos en manos del usuario, al mismo tiempo que proporciona una valiosa retroalimentación militar a los proveedores».

Fte. Army Technology