El Consejo de Ministros abre la puerta a la jubilación de los reactores C-101

El Consejo de Ministros celebrado el 12 de abril ha acordado asignar 225 millones de euros para que a corto plazo se pueda hacer realidad la primera prioridad del Ejército del Aire: jubilar a los veteranos aviones de enseñanza y entrenamiento CASA C-101.

Juan Pons.

Con cerca de 40 años de servicio, el C-101 “Mirlo” es el aparato que utiliza la Academia General del Aire de San Javier (Murcia) para la fase básica de vuelo ‒Fase II‒, una vez que sus alumnos han superado la fase de vuelo elemental ‒Fase I‒ a bordo del T-35 Pillan/Tamiz desarrollados por ENAER ‒la Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile‒ y que entraron en servicio en España en 1987.

Lo que realmente autoriza el gobierno es a que el ministerio de Hacienda pueda modificar los límites establecidos en la Ley General Presupuestaria 47/2003 para adquirir compromisos de gasto con cargo a los años 2020, 2021 y 2022, por un valor máximo de 75 millones de euros en cada uno de los tres ejercicios citados.

Se trata del primer paso para que el ministerio de Defensa pueda llevar a cabo la adquisición de un nuevo avión entrenador a través de lo que en fuentes del Ejército de Aire se denomina “una compra rápida”, dada la premura de tiempo para que los C-101 sean retirados de servicio, fecha que está establecida para septiembre de 2021.

Fuentes oficiales del Ejército del Aire consultadas por APTIE confirman que la renovación gradual de los aparatos C-101 son su primera prioridad, ya que “si no hay aviones entrenadores, no hay pilotos. Y si no hay pilotos, no hay Ejército del Aire”.

Según las mismas fuentes, los CASA C-101 “ya no estarán operativos en la Academia de San Javier para el curso académico 2021-2022”, motivo por el que se considera imprescindible efectuar “la compra rápida de 24 aparatos del tipo T-6”, teniendo en cuenta que “en 2028 habrá que sustituir los pequeños aviones Pillan/Matiz”.

En la Academia de San Javier se tiene claro que la formación de las nuevas promociones de pilotos militares españoles exige conocer las tecnologías empleadas en las modernas aeronaves operativas, lo que conlleva poner en práctica un Sistema Integrado de Enseñanza o ITS (Integrated Training System) más eficiente.

El Ejército del Aire está comprometido “al 100% con la industria nacional” y apoyaría un avión entrenador que construyera Airbus, porque si la compra es importante “el sostenimiento es mucho más importante” y requerimos contar con una industria nacional que nos apoye “durante los 40 años del ciclo de vida”. Sin embargo, mientras eso pueda convertirse en realidad, “tenemos que suplir la obsolescencia de los C-101 con la compra de 24 nuevos entrenadores”.

Los sucesivos Jefes de Estados Mayor del Aire han estado informando en reiteradas ocasiones que el C-101 no podría continuar proporcionando entrenamiento básico a los alumnos de San Javier a partir del curso 2021-2022, lo que hacía urgente poner en marcha un programa de adquisición para analizar las alternativas existentes de nuevos aparatos y documentar las opciones orientadas a la toma de la decisión más óptima.

De la necesidad de retirar el C-101 por razones de obsolescencia eran conscientes todos los altos cargos del ministerio de Defensa desde al menos los últimos tres años. Desde las ministras Maria Dolores de Cospedal y Margarita Robles, pasando por los Jefes de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) ‒el almirante Fernando García Sanchez y el actual JEMAD, el general de Ejército Fernando Alejandre‒, como también los secretarios de Estado de Defensa ‒el actual, Ángel Olivares, y su antecesor, Agustín Conde‒, y los directores generales de Armamento y Material, el actual almirante Santiago Ramón González Gómez y el anterior en el cargo, el teniente general Juan Manuel García Montaño.

En el mercado existen una amplia variedad de plataformas disponibles, tanto para entrenamiento básico como avanzado, lo que exige valorar sus aspectos operativos, económicos, logísticos y de retorno industrial.

Entre las diferentes alternativas de aparatos turbohélice se baraja el norteamericano Beechcraft T-6 Texan II, en servicio como entrenador básico en la USAF, la US Navy y otras Fuerzas Aéreas; los Pilatus PC-9 (entrenador básico) o PC-21 (entrenador avanzado), de la compañía suiza Pilatus Aircraft y el PZL-130 Orlik 3 de Polonia, todos ellos operativos en diferentes países.

También se contempla la doble opción del reactor T-50 y del entrenador básico KT-1 de KAI (Korean Aerospace Industries), contrapartida a la compra por parte del gobierno de Corea del Sur de los excedentes de aviones de transporte A400 españoles.