El Estado Mayor de la Defensa (EMAD) ha difundido una serie de recomendaciones con el objetivo de fortalecer la protección de los dispositivos frente a amenazas en el ciberespacio. Estas directrices buscan concienciar sobre los riesgos asociados al uso cotidiano de la tecnología y proporcionar herramientas para prevenir posibles ataques informáticos.

El entorno digital permite realizar múltiples actividades, desde el trabajo y las compras hasta la interacción social. Sin embargo, estas acciones, aunque legítimas, pueden ser explotadas por ciberdelincuentes o ciberterroristas mediante vulnerabilidades en los dispositivos tecnológicos, lo que puede derivar en el robo de información sensible, sabotaje o ciberespionaje.
La ciberseguridad como prioridad: claves para protegerse en un entorno digital cada vez más expuesto
Actualmente, la mayoría de los hogares y lugares de trabajo cuentan con dispositivos conectados a internet. Esta interconectividad, aunque beneficiosa, representa también un punto de acceso potencial para agentes maliciosos. La robustez de las medidas de seguridad implementadas determinará el grado de exposición a amenazas externas. Entre los riesgos más comunes en el ámbito de la ciberdelincuencia se encuentran el robo de datos y la suplantación de identidad, muchas veces facilitados por distintos tipos de malware, como troyanos, spyware, virus o gusanos. Estos últimos, en particular, se replican y propagan por redes compartidas, incrementando su alcance.
El EMAD subraya la importancia de adoptar un enfoque integral de ciberseguridad, basado tanto en la prevención como en la implementación de diversas capas de protección. Se destaca el uso de contraseñas robustas de al menos 12 caracteres, que no contengan información personal fácilmente identificable, así como la activación de la verificación en dos pasos para añadir una capa adicional de seguridad a las cuentas personales. Asimismo, se recomienda mantener el software siempre actualizado y evitar el uso de sistemas operativos sin soporte oficial. El uso de programas antivirus continúa siendo una herramienta eficaz para detectar software malicioso y garantizar un entorno digital más seguro.
Ciberseguridad personal: precauciones con el software y la protección de la privacidad en línea
Otro aspecto señalado es la necesidad de ser cautelosos con el origen del software que se instala, evitando especialmente programas pirata o enlaces desconocidos que puedan ser vectores de ataque, como en el caso del phishing. Por último, el EMAD insiste en la importancia de proteger la privacidad personal en el entorno digital. La exposición de datos como direcciones, rutinas, imágenes de vehículos o información sobre ausencias del hogar puede facilitar las acciones de los ciberdelincuentes. Adoptar medidas de autoprotección digital, comparables a las que se aplicarían en el entorno físico, es esencial para reducir la vulnerabilidad ante posibles ataques.