El Ejército de Estados Unidos quiere tener para 2023, dos prototipos de helicópteros de reconocimiento armado.
Publicada en el sitio web de Federal Business Opportunities, la convocatoria llama a la industria a ayudar a refinar el trabajo del Ejército sobre un Future Attack Reconnaissance Aircraft Competitive Prototype, (FARA CP), como parte de una iniciativa mayor, que tiene por objeto adquirir una familia de aeronaves de la familia Future Vertical Lift aircraft, a principios de la década de 2030, si no antes.
El Ejército lleva hablando, durante casi una década, de la adquisición de una familia de helicópteros FVL, a la vez que debatiendo si dar prioridad a la búsqueda de un helicóptero de transporte medio que reemplace a los UH-60 Black Hawks y a los AH-64 Apaches. Alternativamente, estaba considerando la compra de un helicóptero de reconocimiento armado para llenar el hueco dejado por el retiro del Kiowa OH-58 Warrior en 2014.
En marzo, en el Simposio de Fuerzas Globales de la Asociación del Ejército de Estados Unidos en Huntsville, Alabama, se hizo claro que se centraría en la adquisición de un helicóptero de asalto de largo alcance, que encajaría en la categoría de transporte medio y de un helicóptero de reconocimiento armado que consideraría como un avión ligero.
Mientras el Ejército se encuentra en la fase Joint Multi-Role Technology Demonstration de un prototipo de transporte medio, el V-280 Valor de Bell, y está a la espera del primer vuelo de su segundo prototipo, el SB-1 Defiant de Sikorsky y Boeing, no está claro cómo podría conseguir un helicóptero de reconocimiento armado.
Mientras el Ejército se encuentra en la fase de Joint Multi-Role Technology Demonstration de un prototipo de transporte medio, el V-280 Valor de Bell, y a la espera del primer vuelo del SB-1 Defiant de Sikorsky y Boeing, no está claro cómo podría desarrollar un helicóptero de reconocimiento armado.
El borrador de la convocatoria muestra que al Ejército le gustaría que se adjudicaran de cuatro a seis contratos iniciales en el año fiscal 2019, basados en diseños conceptuales y enfoques para construir prototipos que cumplan con los requisitos deseados por el Ejército.
Los participantes de la industria tendrían nueve meses para desarrollar diseños preliminares, según el borrador de la convocatoria.
El Ejército entonces haría una selección previa de dos compañías o equipos después de un diseño inicial y una revisión de riesgos, dice. Esto se espera para el tercer trimestre de 2020, según el borrador de solicitud.
«Las dos empresas/equipos seleccionados procederían a la fase de diseño de detalle, construcción y prueba», afirma el documento. Se llevaría a cabo un diseño final y una revisión de riesgos para seguir adelante.
En el tercer trimestre de 2022, el Ejército realizaría la revisión de diseño que para entrar en el proceso formal de adquisición.
El primer vuelo de los dos prototipos se planificaría para el primer trimestre de 2023 y el vuelo durante el cuarto trimestre, lo que implicaría una prueba en un entorno operacionalmente relevante, o un vuelo libre.
Una vez completadas las demostraciones de vuelo, el Ejército hará la transición a un programa formal presupuestado en el año fiscal 2024.
«Actualmente, el Ejército carece de la capacidad para llevar a cabo reconocimientos armados, ataques ligeros y misiones de seguridad con capacidad stand off, letales y no letales, con una plataforma del tamaño no fácilmente localizable por radar que pueda esconderse en el desorden de ecos de los radares (radar clutters) y en los cañones urbanos y las megaciudades», afirma la convocatoria.
«Para cerrar esta brecha, el Ejército prevé un helicóptero de nueva generación con tripulación opcional, con carga de trabajo cognitivo reducida, aumento del ritmo operativo a través de diseños ultra confiables y períodos libres de mantenimiento extendidos, y capacidades avanzadas de trabajo en equipo y autónomas», dice el documento.
También prevé que la aeronave trabaje en equipo con sistemas no tripulados y varios efectos de lanzamiento desde el aire. Sería «la pieza central del equipo de defensa antiaérea integrado para proporcionar libertad de maniobra en una batalla multidominio», dice el documento.
El helicóptero sería el «‘cuchillo de caza’ de las futuras capacidades de Aviación del Ejército» en un pequeño paquete con «rendimiento maximizado», describe.
Tanto Bell como Sikorsky han dicho que participarán en el concurso para construir la aeronave de reconocimiento de reconocimiento armado de la familia FVL una vez que el Ejército de un paso adelante. Ambos dijeron que estaban esperando la solicitud de propuestas para desarrollar sus planes.
El director del programa de Bell para la FVL, Keith Flail, dijo el 18 de junio que la primera demostración de vuelo público del V-280 Valor tendría lugar en Amarillo, Texas, y que su tecnología es escalable. Y el vicepresidente ejecutivo de Bell para actividades estratégicas, Jeff Schloesser, agregó que Bell tiene la experiencia sobre el helicóptero de reconocimiento armado que le proporciona el propio Kiowa.
Sikorsky, ahora propiedad de Lockheed Martin, ha promocionado desde hace tiempo su Raider S-97 -que utiliza su tecnología coaxial X2- como una solución para un futuro helicóptero de ataque ligero. La compañía incluso ha modificado el helicóptero para aceptar el futuro motor del Improved Turbine Engine Program engine del Ejército.
Sikorsky «está revisando el borrador… «, ha dicho Tim Malia, director de Sikorsky para la FVL, a Defense News en una declaración el 22 de junio. «La capacidad de reconocimiento armado de nuestra familia X2 añade un valor significativo al combate, gracias a su capacidad de luchar por la información, y estamos listos para asegurarnos de que el Ejército tenga una aeronave excepcional para esta misión».
El Ejército señala que la versión final de la petición de información está prevista para septiembre de 2018, y que las propuestas de diseño deben presentarse en diciembre. Los contratos se adjudicarán en junio de 2019.
Fte. Defense News