Efectos de la AI (Inteligencia Artificial) en la defensa

El advenimiento de la inteligencia artificial (AI en siglas inglesas) está diluyendo las líneas entre el mundo físico y el mundo digital, creando nuevas oportunidades y desafíos para las organizaciones de defensa.

La tecnología que estamos viendo hoy, puede ayudar a funcionar de manera más eficiente y consistente en todo el espectro de áreas de capacidades conjuntas. Pero la AI no está exenta de debilidades, ya que se carece de la experiencia necesaria para responder eficazmente en situaciones desconocidas o desafiantes. Las máquinas con AI son solo eso: máquinas. Aprenden con la guía humana, y no hay perspectivas inmediatas de que superen la capacidad humana de procesar y responder a escenarios nuevos e inesperados.

A pesar de que la IA no es totalmente experta en el campo de batalla, ya es capaz de ofrecer enormes beneficios a muchas áreas dentro del ecosistema militar y de mejorar la toma de decisiones entre los mandos.

Sin embargo, las inversiones actuales del Gobierno en AI son meros reflejo de las que realiza el sector privado. Los países con presupuestos de defensa limitados deben crear un ecosistema, en el que puedan aprovechar de manera rentable la innovación en inteligencia artificial y el talento del sector privado. Si no se invierte en AI, las fuerzas militares se exponen a riesgos graves y se perderán las capacidades de defensa a lo largo del tiempo.

Las organizaciones que adoptan la inteligencia artificial pueden generar el mayor valor aprovechándola como herramienta de ejecución, en lugar como herramienta estratégica. Las áreas que están maduras para la transformación alimentada por AI son:

♦ Defensa cibernética. Los hackers de hoy son inteligentes, decididos y despiadados. Por esa razón, una sólida plataforma de ciberseguridad debe ser vigilante, rápida e hiper-precisa. Cualquier entidad que se ocupe de un adversario con capacidad IA no puede permitirse depender solo de los recursos humanos. Las capacidades cibernéticas de IA son un requisito previo.

♦ Logística de defensa. Administrar la cadena de abastecimiento es una tarea hercúlea, pero la AI puede ayudar a aliviar la carga. Las tabletas en tiempo real pueden revelar la ubicación de tanques y las municiones, proporcionando una mayor conciencia situacional. Además, al emplear la AI en el manejo de la logística diaria, los operadores pueden re-adiestrarse para realizar tareas más desafiantes y de mayor valor, lo que aumenta drásticamente la relevancia de los datos de la cadena de suministro.

♦ Colaboración global. Las misiones multilaterales modernas involucran normalmente a 20 o más países. Obviamente, compartir información entre estas entidades sin problemas, y de forma segura, presenta grandes desafíos. Pero la AI puede ayudar monitoreando el tráfico de red para determinar prioridades y clasificaciones de seguridad. La tecnología AI también puede sintetizar grandes cantidades de datos y permitir que los comandantes lo visualicen de manera efectiva.

El bucle OODA (Observing, Orienting, Deciding and Acting)

Implantar con éxito la AI en la defensa requiere de tres componentes críticos:

  1. Sensores recolectores de datos
  2. Un «cerebro» (la IA en sí misma) que analice la información
  3. Personas u objetos físicos, que trabajen en ese análisis

Estos tres componentes se adhieren estrechamente a lo que se conoce como el  «bucle OODA»: el ciclo de observación, orientación, decisión y actuación. Originalmente basado en datos físicos y actividades, el bucle OODA se está convirtiendo en un factor importante en los mundos cibernético y virtual.

¿Cómo ayuda la AI a ajustar el bucle OODA y crear mayores eficiencias?

En la fase de observación, la AI es fundamental para recopilar datos e identificar nuevas fuentes. Las personas proporcionan información de forma constante en cualquier conflicto, actuando como sensores. En el futuro, la AI podría utilizarse para espiar o recopilar datos importantes de los adversarios o para engañar a las máquinas de IA enemigas para que cometan errores.

La conciencia situacional siempre ha sido una parte integral de la fase de orientación de OODA, lo que permite a los comandantes visualizar de manera rápida y fácil lo que está sucediendo en el terreno.  La AI proporciona la flexibilidad necesaria para monitorear más datos, a medida que evoluciona una situación y crear tableros relacionados con el contexto donde y cuando sea necesario.

En Finlandia, una compañía de software nombró recientemente a un robot como miembro de la junta, con el derecho de participar en las decisiones clave. Los militares pueden no estar muy atrás, ya que los que toman las decisiones consideran si los robots pueden iniciar o liderar operaciones durante la fase Decide de OODA, sería concebible tener alguna forma de AI liderando un pelotón de infantería.

Durante la fase de Actuación OODA, la AI podría transformar los procedimientos operativos estándar. Debido a que la IA se puede implementar fácilmente para técnicas de engaño, podría ser un activo importante para evitar el conflicto por completo. Digamos que, si un destacamento militar decide movilizar tropas cerca de la frontera de un país vecino, incluso un pequeño despliegue que use IA predictiva, podría hacer que el adversario se detenga, especialmente si se moviliza de manera rápida y eficiente.

Velocidad y tenacidad

Como la AI permite que los sistemas autónomos realicen tareas tediosas, sucias y peligrosas, puede ayudar a reducir el riesgo. La AI también hace que las actividades de reconocimiento y vigilancia sean más rápidas y más sostenibles, al mejorar las capacidades en tareas, de obtención, procesamiento, explotación y difusión.

La AI está lista para ser vital para las agencias de defensa, a medida que los nuevos requisitos de misión se vuelven más complejos. Sin embargo, se necesita una cualidad muy humana para obtener todos los beneficios de la IA: confianza.

Si los mandos de la defensa no confían en la AI, no basarán la estrategia militar en información generada por este medio. La batalla real puede ser establecer la confianza en la tecnología de inteligencia artificial y garantizar que su puesta en servicio se alinee con la misión, los valores principales y los principios éticos. La pregunta del millón es cómo.

Fte.: C4ISRNET