Drones ucranianos atacaron instalaciones industriales en la provincia de Tatarstán, según informan autoridades rusas, en lo que sería el ataque más profundo de Kiev dentro de territorio ruso desde que comenzó la guerra hace más de dos años.
Siete personas resultaron heridas en el ataque contra instalaciones cercanas a las ciudades de Yelabuga y Nizhnekamsk, situadas a unos 1.200 kilómetros (745 millas) al este de Ucrania.
El ataque causó daños en un albergue para estudiantes y trabajadores de una zona económica franca donde, al parecer, se encuentra una fábrica de drones de diseño iraní, según otros medios de comunicación. Tatarstán es conocido por su alto nivel de industrialización.
Desde Tatarstán informan de que el ataque no interrumpió la producción industrial, mientras que el alcalde de Nizhnekamsk dijo que el intento de atacar una refinería fue frustrado por la defensa aérea.
Las autoridades de Kiev no suelen reivindicar ni negar la autoría de los ataques a suelo ruso, aunque a veces se refieren a ellos de forma indirecta. The Associated Press no ha podido verificar las informaciones de forma independiente.
Los desarrolladores ucranianos de drones llevan meses ampliando su alcance, como parte del su esfuerzo por compensar su desventaja en el campo de batalla en cuanto a armamento y tropas. Los vehículos aéreos no tripulados son a la vez una opción asequible mientras Ucrania espera más ayuda militar estadounidense.
En la actualidad, ninguno de los dos bandos puede hacer mucha mella en la línea del frente, de unos 1.000 kilómetros.
Ucrania ya había realizado ataques con drones en San Petersburgo y sus alrededores, a unos 1.000 kilómetros al norte de la frontera, pero las instalaciones de Tatarstán, una provincia a orillas del río Volga, parecen ser el objetivo más lejano que ha intentado atacar.
En las últimas semanas, refinerías y terminales petrolíferas rusas han sido blanco de ataques de aviones no tripulados ucranianos, en el marco de la intensificación de los ataques contra territorio ruso.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, declaró el año pasado que su país había desarrollado un arma que alcanzaba un objetivo a 700 kilómetros de distancia, en una aparente referencia a un ataque con drones en suelo ruso y, a finales del año pasado, el ministro ucraniano de Transformación Digital, Mykhailo Fedorov, declaró que el gobierno estaba empeñado en construir un «ejército de drones» de última generación y que su valor para el esfuerzo bélico sería evidente a finales de este año. Ucrania formó a más de 10.000 nuevos pilotos de drones el año pasado, afirmó.
Ucrania también ha desarrollado drones marítimos que han alcanzado a buques de la Armada rusa en el Mar Negro. Mientras, su Fuerza Aérea ha informado de que el martes interceptó nueve de los 10 drones Shahed lanzados durante la noche por Rusia en el último ataque a la red eléctrica del país.
Fte. C4ISRNET
