Sin necesidad de piloto a bordo, los drones están sujetos únicamente a las leyes de la aerodinámica. Eso significa formas familiares y extrañas, desde naves del tamaño de la palma de la mano que se asemejan a helicópteros en miniatura, hasta cajas lanzadas por tubos con alas que se transforman en vehículos de ala fija en vuelo. Una frontera emocionante para la forma del cuerpo de los drones es la biomímica, que enmascara la apariencia exterior del robot dándole una forma que se asemeja a la de un animal. Rusia ha construido un avión teledirigido ruso que se parece a un búho.
Este avión teledirigido en forma de búho viene de la Academia de la Fuerza Aérea de Zhukovsky/Gagarin. No es el primer dron de la Academia que imita a los pájaros, ya que también hizo un dron en forma de halcón que, para mayor realismo, puede reproducir sonidos de ave pregrabados. (En Rusia, hay un campo de aviones teledirigidos que parecen pájaros, utilizados para todo, desde la publicidad de protectores solares hasta ahuyentar a los pájaros de los aeropuertos e incluso aviones teledirigidos espía para otros ejércitos).
«Lo interesante es que los diseñadores rusos están pensando creativamente en las aplicaciones de los vehículos aéreos no tripulados», dice Samuel Bendett, analista de investigación del Center for Naval Analyses. «El biomimetismo permite que los UAVs operen en áreas donde otros de apariencia ‘regular’ serían localizados y eliminados.»
Como se ha anunciado, este búho-dron ruso utiliza un motor eléctrico para el vuelo silencioso y lleva un apuntador láser para iluminar los objetivos. Su función es rastrear tanques, vehículos y otros equipos pesados, localizándolos y luego dirigiendo el fuego, bajo la cubierta de su apariencia animal. Diseñado para su uso en el norte de Rusia, el dron está hecho para parecerse a un búho de las nieves, o posiblemente a un búho de los Urales, aunque ninguno de los dos tiene una cara tan vistosa como la de este robot.
«En la parte rusa de Eurasia donde la caza de aves como búhos, halcones y águilas es muy común, un UAV que parecido a un ave, puede ser un activo invaluable para misiones ISR, porque básicamente puede `ocultarse’ a la vista», dice Bendett. «Es lógico que a éste le sigan más diseños similares, hasta que el Ministerio de Defensa ruso se decida por los que considere más adecuados para ciertas misiones militares.»
También vale la pena señalar que los materiales para un fuselaje de este tipo son relativamente baratos. Los drones que se impulsan a través del aire aleteando son factibles, pero difíciles y complicados, pero hacer uno normal, con un cuerpo en forma de ave hecho con espuma que integre sensores y motor eléctrico en su interior es mucho más fácil.
Si bien la llegada de los aviones teledirigidos pequeños significa que los sistemas de radar y otros sensores tendrán que distinguir mejor a los aviones de las aves, la mayoría de esos sistemas antidron son de corto alcance de detección. Si los sensores del dron búho pueden operar más allá de eso, la única manera fácil de detectarlo será con un observador con ojos de águila. O un águila de verdad.
Fte. C4ISRNET