Canadá planea mantener volando a su flota de aviones Hornet F/A-18A hasta a comienzos de la década de los años 2030, y para entonces, al retirarse, el más antiguo de estos aviones tendrá más de medio siglo de antigüedad, lo que los convertiría en unos de los cazas más antiguos del mundo industrializado. Conocidos como CF-18 en la Fuerza Aérea canadiense, los jets fueron entregados a principios de la década de 1980 y son los únicos aviones de combate de Ottawa.
Según el National Post, Canadá seleccionará un nuevo caza en 2022 para que entre en servicio en 2032. El actual gobierno en Ottawa está decidido a no comprar el F-35 Joint Strike Fighter, pero, es posible que se vean obligados a elegirlo, pues aunque aviones como el F/A-18E/F Super Hornet y el F-15 Eagle puedan seguir en producción, a principios de los años 2020 el único avión de combate verdaderamente «preparado para el futuro» será el F-35.
Canadá compró 138 Hornets a principios de los años ochenta para patrullar el vasto espacio aéreo del país y cumplir con las obligaciones de la OTAN. Aunque nunca entraron en combate contra la Unión Soviética, han participado en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991, en las operaciones de combate en los Balcanes en los años 90, en la intervención libia de 2011 y en la guerra contra el Estado islámico. Es cierto afirmar que a Canadá le compensó su compra.
En 1997, cuando los aviones tenían un promedio de 15 años de edad, Canadá se convirtió en un socio multinacional del programa Joint Strike Fighter. Aunque Ottawa no había seleccionado oficialmente el F-35 como sustituto del CF-18, quiso entrar en el programa desde el principio, con objeto de poder adquirir los jets más rápidamente si esa fuera su decisión. Canadá gastó alrededor de 373 millones de dólares, para seguir siendo un socio sin pedir técnicamente un solo avión.
En 2010, el gobierno del primer ministro Stephen Harper anunció la compra de 65 F-35s sin concurso abierto. La falta de competencia, el costo del avión y los problemas del F-35, muy publicitados, irritaron a muchos. Cuando el actual Primer Ministro Justin Trudeau llegó al poder en 2015, lo hizo con la promesa de cancelar el pedido y comprar aviones más rentables. El plan de 18 años para comprar el F-35 no llegó a nada.
Según el plan original esbozado por el Defense Industry Daily, los primeros F-35 de Canadá habrían entrado en funcionamiento este año. Ahora, el gobierno de Trudeau dice que el CF-18 volará sin reemplazo hasta 2032. Según el National Post, Canadá ha reservado $405 millones para comprar 18 Royal Australian Air Force F/A-18 Hornets que son virtualmente idénticos a los de Canadá. Por su parte, Australia declaró que estos viejos reactores eran excedentes, sustituyéndolos por… F-35.
Otro plan para comprar unos cuantos Superhornets F/A-18 fracasó cuando el fabricante, Boeing, acusó a Canadá de subvencionar a su competidor Bombardier en el mercado de la aviación civil. Boeing no sólo perdió la disputa comercial, sino que también perdió elfavor del gobierno canadiense, que rompió el acuerdo sobre el Super Hornet.
El Super Hornet fue una buena elección para Canadá. Los pilotos y mecánicos de la Real Fuerza Aérea Canadiense podrían hacer una transición suave de Hornet a Super Hornet, y gran parte del equipo, particularmente bombas y misiles, podrían ser reciclados. También sería interoperable con las fuerzas estadounidenses, lo que seguramente ocurrirá en cualquier campaña que involucre a los cazas canadienses.
La pregunta es: si Canadá necesita nuevos cazas ahora, ¿por qué no compra el F-35 (o cualquier otro nuevo caza) ahora? No aparecerá de forma mágica otro caza entre 2018 y 2022 para resolver todos los problemas de Canadá.
Sin embargo, no todo son malas noticias: un nuevo gobierno en Ottawa podría acelerar nuevos planes o hacer las paces con Boeing. Además, cuanto más tiempo espere Canadá, más barato resultará el F-35, tanto en costes de mantenimiento como en aviones.
Fte. Skies Magazine