Avión no tripulado ruso para guerra electrónica

La evolución de los drones se repite, nacen como exploradores y luego se convierten en portadores armas. Aunque no todos los drones han hecho la transición de una plataforma de vigilancia a un vehículo armado, todo, desde el Predator hasta el simple cuadricóptero de juguete, ha encontrado una nueva utilidad cuando se añade armamento a un paquete de sensores tradicional.

Lo mismo le ocurre al avión no tripulado de vigilancia Korsar ruso, que ha llegado a la versión, vista durante el desfile anual de la Victoria en Moscú. Sólo que, en este caso, el armamento no consiste en una carga explosiva tradicional, sino que se le ha integrado una suite de armas electrónicas.

La función de ese sistema de armas electrónicas probablemente permanecerá desconocida hasta que sea observada en el campo o revelada por Rostec. A diferencia de los misiles y las bombas, que pueden detectarse en las alas y luego identificarse a partir de los restos cuando se disparan, descifrar armas electrónicas es una propuesta más complicada, ya que se basa en deducir que antenas lleva, a partir de la forma de los pods, y luego qué sensores será capaz de interferir.

Si el sistema fuera contra-dron, el Korsar no sería el primer vehículo aéreo no tripulado construido para ese propósito, aunque en una lista de 235 sistemas contra-dron, sólo dos pueden ser considerados como armas de guerra electrónica montadas en drones.

Fte. C4ISRNET