Avanzan los estudios de la NASA sobre el confort para pasajeros de taxis aéreos que buscan acelerar su uso como transporte

  • La NASA, dentro de su proyecto para la Movilidad Aérea Avanzada, estudia cómo las futuras aeronaves tipo aerotaxis deberán comportarse para ofrecer un viaje cómodo y seguro. Investigadores de los centros Armstrong y Ames analizan la tolerancia humana a movimientos, vibraciones y ráfagas de viento, datos que guiarán el diseño y operación de estos vehículos.
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Empleada de la NASA, se sienta dentro del simulador de calidad de vuelo de pasajeros de un taxi aéreo // (Foto: NASA/ Steve Freeman)

El papel del confort en la viabilidad comercial de los taxis aéreos

La Movilidad Aérea Avanzada busca integrar en el transporte urbano taxis aéreos eléctricos (eVTOL). Sin embargo, el éxito comercial de estos servicios depende de que los usuarios disfruten el viaje y quieran repetir la experiencia.  Es por ello por lo que la NASA está realizando desde finales de junio pruebas sobre situaciones que los usuarios tolerarán y aquellas que no en viajes en taxis aéreos.

Estos estudios están diseñados con la finalidad de determinar qué niveles de movimiento y vibración resultan aceptables para el pasajero, definir criterios de diseño para despegues, aterrizajes y maniobras que minimicen el malestar y proveer datos al sector privado para crear taxis aéreos más confortables y seguros, entre otras cosas.

“Los resultados de este estudio pueden orientar a las compañías de aerotaxis para diseñar aeronaves que despeguen, aterricen y respondan al viento y las ráfagas de forma cómoda para los pasajeros”, afirmó Curt Hanson, investigador principal de control de vuelo de este proyecto, con sede en el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA en Edwards, California. “Los pasajeros que disfrutan de su experiencia en un aerotaxi tienen más probabilidades de repetir el viaje, lo que impulsará el crecimiento de la industria”.

Para evaluar el confort, la NASA emplea tres instalaciones clave

Para poder comprender los diversos efectos que producen factores como las turbulencias, las vibraciones o el viento sobre la comodidad de los pasajeros, la NASA emplea tres plataformas clave que son:

Laboratorio de Calidad de Viaje (Armstrong): Simula trayectorias de vuelo y mide la percepción de los pasajeros.

Laboratorio de Vibración humana (Ames): Analiza cómo las vibraciones influyen en la fatiga y el estrés de los usuarios.

Simulador vertical de movimiento (Ames): Recrea condiciones realistas de altitud, aceleraciones y ráfagas de viento.

Durante el mes de octubre de 2024 fueron empleados de la propia agencia los que decidieron participar en estas simulaciones como “pasajeros” en vuelos virtuales, momento tras el cual procedieron a informar a los responsables de esta simulación sus niveles de comodidad tras experimentar distintas maniobras.

Resultados que se han logrado extraer de las pruebas

Los primeros resultados evidencian una clara correlación entre movimientos verticales bruscos y el aumento de la incomodidad, subrayando la importancia de amortiguar ráfagas repentinas para prevenir mareos y ansiedad en los pasajeros. Además, las valoraciones positivas de los diseños de asientos y cabinas que reducen vibraciones refuerzan la necesidad de integrar sistemas de control de vuelo que suavicen las trayectorias y ajusten en tiempo real la respuesta de la aeronave.

Los próximos pasos de estos estudios

El equipo sigue recogiendo información para comprender de manera profunda como interaccionan de forma simultánea el movimiento vertical, la vibración estructural y los factores ambientales (ruidos, presión de cabina…). Finalmente, los resultados completos se compartirán con fabricantes y reguladores para establecer estándares de confort y seguridad en la emergente industria de los taxis aéreos.

“En el Simulador de Movimiento Vertical, podemos investigar cómo la tecnología y las opciones de diseño de aeronaves afectan a las cualidades de manejo de la aeronave, generar datos a medida, ya que los pilotos maniobran los modelos de taxi aéreo en condiciones realistas, y luego usar esto para investigar más a fondo la comodidad de los pasajeros en los Laboratorios de Calidad de Viaje y Vibración Humana”, dijo Carlos Malpica, investigador principal de dinámica de vuelo de helicópteros para este esfuerzo con sede en NASA Ames.

Las Implicaciones para la industria

Estas pruebas buscan enfocarse en la experiencia del pasajero, hecho que ha permitido a la NASA poder implementar mejoras para diseñar taxis aéreos que fomenten la fidelidad del cliente, además de acelerar la adopción comercial de soluciones eVTOL. Asimismo,la NASA logra colaborar con las Fuerzas Armadas y organismos internacionales en normativas sobre su operatividad. Con estos estudios, volar en un taxi aéreo podría convertirse en una opción tan habitual y cómoda como subir a un vehículo terrestre.